Las nuevas plazas de profesor previstas en España no solventarán la alta precariedad en la enseñanza pública
La convocatoria de plazas de profesor para los próximos años va a ser insuficiente para paliar la alta precariedad que soporta la enseñanza pública. El sindicato CC OO calcula, a partir de datos oficiales, que pese a que se van a sacar unas 92.000 plazas en las próximas convocatorias (la cifra puede bailar un poco), aún harían falta otras 46.000 para cumplir con el plan de estabilización de empleo docente, por el que existe el compromiso de bajar la interinidad hasta el 8%. La cifra actual ronda el 24%.
“Estamos en la senda de reducir la temporalidad”, concede José María Ruiz, secretario de Función Pública no Universitaria del sindicato, “pero hacen falta más plazas. Si no hay avances y un tercer acuerdo por el empleo, no vamos a llegar al 8%”.
El plan de estabilización de empleo docente incluye Primaria y Secundaria y contempla la evolución de las plantillas y la oferta de empleo público hasta 2022 (cuatro convocatorias, dos por etapa, incluyendo la ya realizada de 2018), fecha límite para alcanzar la cifra pactada.
Un 24% de temporales
Las cuentas de CC OO son sencillas. Según datos de finales de 2016, había una plantilla total de 504.725 docentes entre Primaria y Secundaria en España. De ellos, 119.650 eran interinos (ese 24%).
A partir del desglose del cuerpo docente por tramos de edad y teniendo en cuenta el comportamiento histórico de los profesores (el 75% se jubila cuando llega a los 60 años, el 99% cuando llega a 65), el sindicato calcula que 66.671 de ellos se retirarán de aquí a 2021. Sumando la necesaria reposición de estos y las plazas que harían falta para estabilizar a los actuales interinos, Ruiz sostiene que la convocatoria total de plazas hasta 2021 debería ser de 139.062 plazas.
Según los acuerdos alcanzados en las diferentes comunidades autónomas entre los Gobiernos regionales y los sindicatos, la oferta de las cuatro convocatorias de empleo docente entre 2018 y 2021 sumará 92.803 plazas, con lo que harían falta otras 46.259 para alcanzar el 10% que CC OO considera razonable, ligeramente por encima del 8% pactado. Dicho de otro modo, la oferta se queda corta por un tercio.
Y eso no es todo. Ruiz advierte: “Estas cuentas no están considerando el aumento de las plantillas que se ha registrado desde 2016”. Esta subida se debe a la vuelta la carga lectiva anteriores a los recortes. A menos horas de clase, más profesores son necesarios. “Esto se ha hecho a través de la interinidad”, aclara.
Y la situación puede seguir escalando. Muchas comunidades autónomas continúan rebajando las horas lectivas semanales que ellas mismas aumentaron a raíz de los recortes de 2012 y, por tanto, están desandando el camino que anduvieron en su momento. Entonces recortaron empleo como consecuencia de aumentar las jornadas lectivas, ahora lo están recuperando.
Va a pasar el próximo curso al menos en La Rioja, Extremadura y Asturias, que rebajarán sus jornadas de 21 a 19 o 18 horas semanales. Las horas lectivas de un centro son las que son. Si los profesores dan menos a la semana, harán falta más profesores. Y viceversa.
De comunidades y tasa de reposición
Todas estas consideraciones pueden influir en la cuenta final. También hay que contar con que, aunque algunas comunidades autónomas ya han firmado la oferta para los próximos años, por ejemplo Valencia, otras aún no lo han hecho y las plazas que se convocarán pueden variar respecto a las cifras que actualmente se manejan.
Ruiz destaca la tasa de reposición como uno de los principales impedimentos a la hora de avanzar en la estabilización y recuperación de las plantillas docentes. En 2012, el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, estableció como medida de ahorro una tasa de reposición del 30%, que luego bajaría al 10%.
Esto quiere decir que todos estos años solo se recuperaba una de tres jubilaciones primero y luego una de cada diez. En términos prácticos, esto significó que no se recuperaba ninguna, porque la mayoría de las comunidades autónomas directamente no convocaron oposiciones.
Actualmente la tasa de reposición se ha colocado en el 105%. “Sigue siendo insuficiente”, explica Ruiz. Esa cuantía supone que se reponen todos los profesores jubilados, pero no más. Y sin ir más allá no se puede recuperar empleo. En el mejor de los casos, mantenerlo. “Hay que superar el concepto de tasa de reposición y eliminarla. Como pasaba antes de Zapatero”, valora.
Por comunidades, la situación puede ser especialmente complicada en Asturias o Aragón. Estas regiones tienen actualmente convocadas plazas que solo cubrirían, siempre según las cuentas de CC OO, un 26% y un 36% de las plazas necesarias para alcanzar el famoso 10%.
El problema de la interinidad
La interinidad afecta a los individuos y su precariedad laboral, pero también a las instituciones. Para el profesor temporal, además de los problemas personales de no tener una plaza fija, a nivel profesional supone normalmente no saber si se trabajará al año siguiente, según la posición de cada uno en las listas, o en qué colegio se ejercerá hasta prácticamente septiembre, plantarse en clase delante de 25 o 30 alumnos en algunos casos el mismo día que empiezan las clases y no poder desarrollar proyectos o planes educativos a medio o largo plazo porque saben que no durarán en un mismo centro el tiempo suficiente. En algunas comunidades autónomas también puede suponer no cobrar el verano.
Para los colegios ocurre algo similar, pero desde el punto de vista contrario. Los profesores no pueden implicarse porque no seguirán, en el caso de Primaria no tendrán continuidad con las clases a lo largo de los cursos. Para un funcionario, que su paralelo (el profesor del otro grupo de su nivel) sea interino también supone empezar de cero cada año.