España esquiva el Tribunal Europeo por el caso del exceso de contaminación del aire
España se libra del expediente europeo por el exceso de contaminación del aire que se registra en Madrid y Barcelona desde hace años. La Comisión Europea ha decidido llevar a seis estados ante el Tribunal Europeo pero España ha esquivado el caso.
Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Rumanía y Hungría sí van a ser llevados ante los jueces continentales por la Comisión Europea. Los ministros de Medio Ambiente de los países con graves problemas de polución fueron convocados por la Comisión a finales de enero. El Ejecutivo comunitario los conminó a tomar acciones efectivas para rebajar la contaminación en sus puntos negros. Los planes de España han bastado, de momento, para convencer a la CE.
Para la Comsión, las medidas presentadas por España “parece que abordan correctamente los huecos identificados” y añade que seguirán vigilando de cerca la implementación de estas medidas y la efectividad en reacomodar la situación lo más pronto posible“.
Las ciudades de Madrid y Barcelona han venido registrando niveles excesivos de dióxido de nitrógeno desde que entró en vigor la normativa europea de calidad ambiental. A pesar de que, por ejemplo, el Ayuntamiento de Madrid dirigido por Ana Botella (PP) solicitó una prórroga para que no fueran aplicables los límites máximos, la Unión Europea no aceptó su plan para limpiar el aire. Se disparó el expediente sancionador (un proceso administrativo largo que ese lleva desde Bruselas).
“Nos parece que Europa da alas a la continuidad de la contaminación” ha evaluado la asociación Ecologistas en Acción que desde hace décadas analiza los niveles de polución ofrecidos por las estaciones oficiales de medición. El responsable de estos informes de calidad, Miguel Ángel Ceballo, ha dicho que “nuestra esperanza era que la Comisión Europea por fin dejase claro al Estado español que, como dijo en enero el Comisario Vella, la inacción tiene consecuencias. El que no las tenga, nos deja desprotegidos frente a la contaminación”.
El hecho de que las aglomeraciones urbanas implicadas fueran las capitales madrileña y catalana y que hubieran cambiado de signo político al frente de sus gobiernos locales, sirvió a la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, para señalar a las alcaldesas, Manuela Carmena y Ada Colau, como responsables de atajar el problema.
A la vista de esta decisión europea, los planes de Colau y el Plan A del equipo de Manuela Carmena han conseguido, al menos, frenar el caso para España que no tendrá que verse ante los magistrados por la baja calidad del aire que respiran los ciudadanos de ambas ciudades.
