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Las oposiciones a psicólogo militar, en el aire por un tatuaje: “Tenía una segunda oportunidad y me la vuelven a quitar”

La aspirante a militar que ha conseguido que cambie la norma de tatuajes, Estela Martín

Laura Galaup

Las oposiciones a psicólogo militar convocadas en abril por el Ministerio de Defensa están en el aire. El proceso se iba a terminar el 20 de agosto con la incorporación a la Academia de los siete seleccionados para las plazas de ingreso directo. Sin embargo, la expulsión de una de las aspirantes por un tatuaje en el tobillo en la primera prueba celebrada el 19 de junio ha terminado con una decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que ha paralizado las pruebas como medida cautelar.

“Tenía una segunda oportunidad y me la vuelven a quitar”, se lamenta Estela Martín. Esta joven que llevaba dos años preparando los exámenes fue expulsada por el teniente coronel que presidía las pruebas porque tenía un tatuaje en el tobillo que era visible con el uniforme femenino de gala, que conlleva el uso de zapatos de tacón en el caso de la militar opte por la falda. Mientras ella era obligada a recoger sus cosas, los hombres aspirantes a la plaza con tatuajes pudieron permanecer. “Se lo dije [al presidente del tribunal] y contestó que a mí mi jefe de unidad me puede obligar a llevar falda”, asegura.

Sin sanción para el presidente del tribunal

Martín recurrió esta decisión, el Ministerio le dio la razón y reconoció que iba a modificar la normativa para evitar discriminación a mujeres por tatuajes visibles con su uniforme. A pesar de tomar esta decisión, Defensa ha decidido no sancionar al presidente del órgano de selección. Según apuntan desde el departamento de Margarita Robles, el presidente “actuó en todo momento de conformidad con las bases expresadas en la convocatoria” por lo que “no se aprecia irregularidad alguna en su proceder”.

La normativa que regula el ingreso en las Fuerzas Armadas plantea que no se permitirán “los tatuajes, argollas, espigas e inserciones, automutilaciones o similares que pudieran ser visibles vistiendo los diferentes tipos de uniformes de las Fuerzas Armadas, en sus distintas modalidades, a excepción de los especiales y de educación física”. Amparado en este articulado, que Defensa modificará, este teniente coronel expulsó a Martín.

La estimación del recurso de esta joven no le afectó solo a ella, el Ministerio tomó la decisión de repetir las pruebas, a excepción de las psicofísicas, a todos los aspirantes que se presentaron y que ya las habían superado. El 20 de julio, cuando estos opositores estaban únicamente a la espera de que se publicase de forma oficial la calificación final de todos los aspirantes, Defensa les comunicó que el 10 de agosto que tenían que volver a hacer los exámenes de inglés, de conocimientos generales de la especialidad de Psicología y la parte práctica.

Martín estaba citada un día antes – el jueves 9 de julio – para realizar las pruebas físicas. “El miércoles me avisaron de que se cancelaban”, apunta. Tras conocer que les obligaban a hacer las pruebas, varias de las opositoras recurrieron la decisión de Defensa. Teniendo en cuenta la puntuación provisional publicada, creen que podían haber superado el proceso selectivo, algo que el tribunal considera “razonable”. “No están en la mejor situación anímica, emocional y motivacional para volver a realizarlos”, planteó su defensa en el escrito judicial.

El TSJM estimó el 8 de agosto la medida cautelar urgente solicitada y convocó a un representante del Ministerio para conocer su argumentación. Finalmente el pasado viernes se reafirmaron en esta decisión y mantuvieron “en su integridad la medida cautelar”. Algunos de los aspirantes que se examinaron en junio han constituido una plataforma, con este colectivo pretenden reclamar que se mantengan sus puntuaciones y repitan la prueba solo aquellos, que como Martín, no pudieron realizarlas.

“Esta situación puede llegar a extenderse dos años. Defensa no ha dado ninguna alternativa. Para tomar esta decisión alegan igualdad pero supone una desigualdad para nosotros”, incide un portavoz de esta plataforma. Por su parte, Martín asegura que le ha afectado esta decisión. “Que se haya vuelto a posponer ha sido un palo tremendo. Estoy intentando desconectar del tema porque estoy con ansiedad”, asegura esta joven psicóloga.

Dudas sobre su futuro

El TSJM ha decidido paralizar la segunda convocatoria de las oposiciones considerando que la resolución de este contencioso “no generará importantes perjuicios para la administración”. “La modificación de los planes anuales de estudio programados en las academias militares para solo siete alumnos resultantes de este proceso selectivo no puede representar una gran carga, ni económica ni organizativa para la administración”, finaliza.

A la espera de que la justicia tome una decisión definitiva, Martín relata que actualmente no sabe qué hacer. “Estoy en paro, ¿qué hago? ¿busco trabajo a la espera de que salgan las oposiciones? O ¿sigo esperando?”. Esta mujer también aboga porque sea solamente ella la que repita las pruebas. Sin embargo, el Ministerio se ampara en la orden que regula las normas de selección para los cuerpos militares de Sanidad que recoge que las pruebas “se realizará por el sistema de tanda única”.

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