Hogar Social Granada se encuentra en una calle que, aunque pequeña y discreta, honra a Zaida de Sevilla, una princesa musulmana que recibió asilo político en la España del rey Alfonso VI de León, de quien acabaría siendo amante y esposa.
Alfonso, un chico de 21 años, está al frente de Hogar Social Granada. Fundó hace año y medio el grupo de activistas de ultraderecha que replica el modelo de Hogar Social Madrid. Alfonso habla debajo de una bandera pegada a la pared de Fratria Toledo, otro grupo habitualmente etiquetado de 'neonazi' que defiende las ayudas sociales sólo para españoles. También hay una bandera en el local de Hogar Social de Casa Pound, un movimiento y partido político italiano de inspiración neo-fascista. Políticamente, él no ve a Hogar Social cerca de ninguna formación de la ultraderecha española. “Yo no puedo ver a este movimiento social identificado con Vox o con otros partidos de esa corte. Porque son neoliberales”, dice. Critica también a Falange: “Falange no ha sabido adaptarse a un nuevo siglo”.
Granada y Toledo son las únicas ciudades españolas que cuentan con delegaciones 'oficiales' de Hogar Social. El pasado fin de semana, esas delegaciones salieron a apoyar a Hogar Social Madrid en su reparto semanal de comida “sólo para españoles”. Esa acción se desarrolló días después de que la organización en Madrid fuera desalojada del edificio Banco Madrid que ocupaba en pleno corazón madrileño. Alfonso y compañía llevaron a la capital comida de su banco de alimentos para que Hogar Social Madrid pudiera seguir llevando a cabo sus polémicos repartos discriminatorios.
Según cuenta Alfonso a eldiario.es Hogar Social Granada surgió de su primer contacto con Melisa Domínguez, líder y portavoz de Hogar Social Madrid. “La vi durmiendo entre cartones con familias españolas y dije: este es mi proyecto, hay que hacerlo en Granada”, cuenta Alfonso, que define su organización como un “movimiento social”. En Granada son unas 20 personas y otras 40 que “nos ayuda con alimentos y económicamente”.
La forma que Alfonso tiene de hablar de Hogar Social Granada se parece poco a la valoración que recibe por parte de la mayoría de la sociedad granadina. A las puertas de la sede hay varias pintadas: “La nazión [sic] es tu prisión” o “Vecino, despierta, hay nazis en tu puerta”.
Alfonso dice estar “cansado” de tener que explicar que en Hogar Social no son nazis. “No nos llamamos izquierda nacional por el término izquierda”, asegura antes de mencionar ideas como el “socialismo patriótico o identitario”. En Hogar Social Granada están en contra de la inmigración: “es una herramienta del capitalismo para explotar a los inmigrantes y a nosotros”, dice Alfonso, que luego va sembrando sus argumentos racionales con dosis de xenofobia. “Yo creo que un DNI no te hace español, ser español es un linaje, haberte criado aquí, es eso y nada más”, dice. “Una persona que es de origen senegalés, y tiene un DNI español, ¿Es español o es senegalés? Nosotros decimos que no es español. Es un senegalés que se ha venido aquí porque es pobre”, agrega.
Granada multicultural
Granada multiculturalParece que nadie convencerá a Alfonso de las ventajas de la multiculturalidad. Le da igual que en la historia de Granada figure la fértil convivencia entre las grandes culturas monoteístas. Alfonso no cree en la idea de una Granada multicultural. “Eso es una campaña de marketing del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía”, manifiesta.
José Luis Alvarez, uno de los responsables de Podemos en la ciudad, señala que la otrora capital mora es un escenario que siempre ha interesado a grupos xenófobos como Hogar Social. Según dice Álvarez a eldiario.es, “en Granada hay un caldo de cultivo” compuesto por “desigualdad social” y el “enfrentamiento entre grupos de extrema derecha y una sociedad que cuestiona costumbres” como la Toma de Granada, fiesta del calendario en la que se celebra la entrega de la ciudad a los Reyes Católicos a cargo de Boabdil, emir de Granada, en 1492.
Hogar Social Granada aireó su mensaje contra la multiculturalidad y la inmigración aprovechando el trágico atentando de las Ramblas de Barcelona, en el que murieron quince personas y otras 131 resultaron heridas. Poco después del ataque en la capital catalana, Alfonso y un grupo de militantes de Hogar Social Granada salieron a manifestarse de forma espontánea junto a la Mezquita Mayor de Granada, en el corazón del Albaycín, el emblemático barrio de la ciudad de la Alhambra.
Alfonso y los suyos abrieron molestos botes de humo. La acción fue denunciada ante la policía por los responsables de la mezquita. Alfonso y compañía llevaron en aquella manifestación espontánea una pancarta en la que se leía: “Quien financia esta mezquita, financia el terrorismo. ¿Por qué callan las autoridades?”.
Esa pancarta cuelga ahora en una de las paredes del Hogar Social de Granada. Alfonso ya no recuerda a qué vino eso de relacionar el templo musulmán granadino con el terrorismo del Estado Islámico. Menciona al dictador libio Muamar el Gadafi, al sufismo, pero no hay nada concluyente en su explicación. La comunidad musulmana de España condenó los atentados de Barcelona del pasado verano.
En más de una ocasión, las acciones de Hogar Social Granada han terminado en denuncias. En el Ayuntamiento de Granada, en manos del socialista Paco Cuenca, son conscientes del mensaje “xenófobo y de odio” que trasladan las actividades de Hogar Social.
“En aquellas actividades [de Hogar Social Granada] que pueden ser entendidas como provocaciones xenófobas y manifestaciones de odio, nosotros hemos trasladado los hechos a la fiscalía para que actúe de oficio”, dice a eldiario.es Jemi Sánchez, concejala de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Granada. En ocasiones, el Ayuntamiento también ha actuado movido a iniciativa de organizaciones de defensa de los derechos humanos y contra la xenofobia. “Ninguna de las actividades de Hogar Social tiene el apoyo ni la autorización del Ayuntamiento, al contrario”, agrega Sánchez.
Sin embargo, en Hogar Social Granada se sienten más bien libres. “El Ayuntamiento nos ha intentado denunciar, también alguna ONG pro-inmigración y pro-refugiados. Pero todavía no nos ha pasado nada. Como dicen los de izquierda, tenemos total impunidad”, sostiene Alfonso al respecto.