Una iglesia de Buenos Aires presentó este martes un proyecto por el que se ofrecerá a personas sin hogar un servicio de duchas, una iniciativa inspirada en una idea similar que el papa Francisco puso en marcha en la plaza San Pedro.
Las duchas, que empezarán a funcionar desde el próximo martes dos días a la semana, fueron instaladas en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, del sureño barrio porteño de Barracas, donde unas sesenta personas sin techo ya reciben mensualmente otras ayudas, como ropa y alimentos.
“El primer paso es que encuentre esta gente un espacio de aceptación y de libertad y que ellos descubran que son dignos. El baño no quiere ser más que una excusa para un acercamiento con ellos”, dijo a Efe el sacerdote Sebastián García, párroco de la basílica.
Las duchas son atendidas por voluntarios y allí las personas en situación de calle no solo podrán darse un baño caliente sino también acceder a servicios diversos, desde asistencia social, atención psicológica, odontológica y de peluquería y, en una segunda etapa del proyecto, a talleres de capacitación laboral.
García dijo que la zona sur de Buenos Aires y sus alrededores es “una de las más afectadas por la pobreza y los altos niveles de violencia y de drogadicción” por lo que el hecho de que las duchas estén allí “es una opción preferencial por las periferias”.
“Queremos brindar un ámbito de sanidad, no solamente física sino también espiritual, afectiva y psicológica”, aseguró el sacerdote, quien calificó como un “gesto profético” la decisión del Papa de instalar en la plaza San Pedro un sitio específico para dar atención a las personas más vulnerables de Roma.
La iniciativa fue llevada adelante por la comunidad parroquial junto con la asociación civil Miserando y la Cátedra del Diálogo y la Cultura del Encuentro -que reúne a universidades y funciones-.
Precisamente, el director de la Cátedra del Diálogo y la Cultura del Encuentro, Luis Liberman, viajó el año pasado a Roma para conocer las duchas instaladas por el Vaticano y se vinculó con la Limosnería Apostólica, obteniendo detalles de ese proyecto para replicarlo en Argentina.
“Lo más interesante es tomar el testimonio que el papa Francisco nos propone y hacernos cargo de cuál es nuestro trabajo”, dijo a Efe Liberman.
Aseguró que el sumo pontífice está al tanto del proyecto en Buenos Aires y hoy mismo fue informado por correo electrónico de la inauguración de las duchas.
“Tuvimos una respuesta muy corta, un ok, porque el Papa está de retiro en estos momentos: 'Recibí tu mail, me alegra mucho'. Es como una Biblia entera eso, porque no es muy escritor de mails. Está en un retiro y la verdad que fue algo muy simpático”, contó Liberman.
“Uno no tiene que molestar al Papa con estas cosas, pero sí plantearle que podemos sostener su testimonio y replicar sus acciones en la medida de nuestras posibilidades”, añadió.