La ley que castiga el acoso antiabortista desdibuja una campaña ultracatólica: rezos a 90 metros de una clínica

“Viva cristo rey”. Con este cántico ha arrancado la convocatoria organizada por la plataforma ultracatólica ‘Rezar no es delito’ y que ha movilizado este sábado a entre 25 y 30 asistentes. Su objetivo final consistía en rezar el rosario frente a la clínica Dator, un centro madrileño en el que se practican interrupciones voluntarias del embarazo y que se ha convertido en uno de los más señalados por este tipo de colectivos. Pero, por primera vez, no lo han conseguido. La ley que castiga el acoso antiabortista les ha obligado a alejarse 90 metros. Han terminado rezando frente a un centro de fisioterapia. 

En esta ocasión no han podido desplegar toda su liturgia frente al centro que practica abortos ni ante las usuarias de esta clínica. Tras la reforma del Código Penal, aprobada en el mes de abril, y que ha incluido un delito específico para perseguir a quienes acosan y hostigan a las mujeres a las puertas de las clínicas de abortos, Delegación de Gobierno ha decidido modificar el recorrido de esta concentración y situar el punto final –donde rezan el rosario– a 90 metros del centro para evitar que “existiera contacto visual entre los manifestantes y la entrada de la clínica Dator”, apuntan fuentes oficiales del departamento dirigido por Mercedes González. 

Arrodillados y con una gran cruz

Estos grupos ultracatólicos tienen una liturgia ya muy instaurada para manifestarse ante clínicas que practican abortos: una portavoz lee los misterios del rosario en voz alta y con un megáfono; algunos de los activistas secundan el rezo de rodillas y otros acuden con una camiseta en la que se lee el ‘Rezar no es delito’, el lema de este colectivo. A las concentraciones también les acompaña una gran cruz.

Este sábado a mediodía han podido desplegar toda su parafernalia. Se ha cumplido su lema: rezar no ha sido delito, pero no lo han podido hacer frente a la clínica Dator ni ante sus usuarias. Con la decisión de Delegación de Gobierno de alejarles una manzana, la oración del rosario se ha producido frente a una clínica de fisioterapia, ante la expectación de los vecinos que paseaban por la zona y un perímetro de seguridad de agentes de policía nacional alrededor del centro que practica abortos.

“Cada día te intentan poner un poco más atrás”, apunta una de las promotoras de la convocatoria sobre la localización de estas concentraciones. Desde la plataforma ultracatólica también reconocen que “el impacto” de sus campañas “es mucho mayor” si se realizan frente a la clínica. Para evitar que la decisión de la Delegación siente un precedente, los impulsores de ‘Rezar no es delito’ aseveran que han recurrido esta medida en los tribunales. “Hoy era la vista y no se han presentado, con lo cual se ha aplicado la resolución de la delegada del Gobierno”, indica un portavoz del departamento de Mercedes González.

Decisión de Delegación de Gobierno

Estas actuaciones de grupos ultracatólicos ante clínicas que practican aborto “vienen sucediendo desde hace 36 años”, indica una portavoz del centro madrileño. “La mayor parte del tiempo ha sucedido ante la clínica Dator y en los últimos cinco o seis años se ha extendido a más comunidades autónomas, como puede ser Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, País Vasco, Barcelona… Estos grupos están en todos los espacios públicos”, añade. 

Aunque este sábado no ha existido contacto entre la mayor parte de los activistas y las mujeres que entraban a Dator, el hostigamiento ultracatólico continúa muy presente en los aledaños de ese centro. Enfrente de la clínica hay un local antiabortista inaugurado por Hazte Oír, que se autodenomina ‘refugio provida’ y que tiene impreso en la fachada el lema: “El aborto no es la única opción”. En caso de que alguna de las viandantes no hayan reparado en ese local al pasar por la calle y acercarse a la clínica, una mujer que se presenta como estudiante de Medicina reparte folletos con ese mismo eslogan y trata de interceptar a las usuarias que salen del centro. 

Desde Dator celebran la reforma del Código Penal que incluye un delito específico para perseguir a quienes acosan y hostigan a las mujeres a las puertas de las clínicas de abortos. Aunque este sábado sí que se ha impuesto una distancia de seguridad, desde la clínica aseguran que la reforma “se ha quedado coja porque no se incorporaron” en el articulado las zonas y los perímetros de seguridad. “Lógicamente, cuanto más lejos estén, menos escenario de hostigamiento van a tener que afrontar las mujeres y quienes trabajamos en la clínica”, indican fuentes de la clínica. 

Antes de acercarse a la clínica, este sábado los manifestantes han recorrido varias manzanas de la madrileña calle de Sor María de la Cruz en procesión encabezados por una gran cruz elevada por uno de los jóvenes que lidera la plataforma, con rosarios colgando de sus manos y gritos de “viva cristo rey”. Entre los asistentes había gente de todas las edades. Los impulsores aseguran que son universitarios. “Somos un grupo de gente que nos dedicamos a orar y a luchar por la defensa de la fe católica en España”, indica María, portavoz de ‘Rezar no es delito’. 

Una de sus compañeras, Fátima, se desmarca de las acusaciones de acoso que reciben este tipo de campañas ultracatólicas que se organizan ante centros que practican abortos y frente a mujeres que van a interrumpir su embarazo. “Ya lo habrá visto. Estábamos aquí rezando y cantando sin molestar”, indica a elDiario.es. Y añade: “Bueno, si ellas se sienten cohibidas o acosadas, que repito que no lo hacemos, será porque creerán que algo están haciendo mal”.