Los cuatro nombres franquistas más impresentables del callejero de Madrid
La dictadura franquista sigue presente en las calles de la capital. En el año en que se cumple el 40 aniversario de la muerte del dictador, se vuelve a avivar el debate sobre la memoria histórica y sobre la aplicación de una ley que desde 2007 obliga a la retirada de los símbolos franquistas de las calles españolas. Una retirada que en Madrid no se ha efectuado.
Este miércoles el grupo parlamentario de Ahora Madrid en el Ayuntamiento se ha abstenido en la votación y ha impedido que se aceptara la moción urgente presentada por el Partido Socialista municipal y que pretendía establecer un plazo de cuatro meses para proponer “las modificaciones necesarias en el nomenclátor de las calles y plazas de la ciudad de Madrid”.
El grupo parlamentario de la alcaldesa Manuela Carmena considera que este tema debía ser estudiado con tiempo y no con carácter urgente. Mientras, el callejero de la capital sigue contando con relevantes nombres de la historia franquista.
Paseo del Doctor Vallejo-Nájera
Antonio Vallejo-Nájera nació en Palencia en 1889 y ha pasado a la historia por ser el jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares del Ejército rebelde durante la Guerra Civil, donde creó el Gabinete de Investigaciones Psicológicas del Ejército, un centro de inspiración nazi, de quienes era admirador.
Vallejo-Nájera había estado en Berlín estudiando distintas teorías eugenésicas, y a su regreso a España creó una teoría que apuntaba a que el marxismo era una enfermedad, ya que pretendía demostrar que existía un 'gen rojo' que hacía enfermar a las personas. Por ello, los rojos no debían reproducirse y si lo hacían los hijos debían ser separados de sus padres.
El doctor, que según cuenta el periodista e historiador Isabelo Herreros “fue el responsable de la depuración de muchos médicos y científicos republicanos”, trabajó también en teorías y discursos que pretendían demostrar la inferioridad tanto de la mujer como de las clases bajas, que debían ser erradicadas “para mejorar la raza hispánica”.
Según las investigaciones históricas, el psiquiatra utilizó a un grupo de presos de las Brigadas internacionales y a otro de presas de una cárcel de Málaga para experimentar.
Calle del General Yagüe, 'El carnicero de Badajoz':
El General Juan Yagüe Blanco ha pasado a la historia por la Masacre de Badajoz, un genocidio perpetrado los días siguientes a la toma de la ciudad por el ejército rebelde el 14 de agosto de 1936. Durante la jornada del día 14, los asesinatos se produjeron a lo largo de toda la ciudad. El ejército que se había proclamado vencedor en la batalla ejecutó de manera indiscriminada a la población, incluidos los niños.
“Él era quien dirigía la represión en la entrada a las ciudades”, cuenta el historiador Herreros, que asegura que “Yagüe presumía de sus atrocidades al comentarlas con la prensa extranjera”. Las crónicas afirman que los asesinatos perduraron hasta el día 18 y aunque en la cifra los datos no son muy esclarecedores, el número de muertos varía de los 400 a los 1.200 según los relatos. Unos cuerpos que, según la crónica internacional, aparecían tirados en todas las calles de la ciudad.
Yagüe, tras el fin de la guerra fue nombrado ministro del Aire del gobierno de Franco, un cargo que ocupó hasta 1940. En 1943 fue nombrado Teniente General y Teniente Capital General de la Sexta Región.
Calle del General Varela
José Enrique Varela Iglesias, el General Varela, es uno de los militares 'africanistas' que subió posteriormente a la península. Combatió cerca de Franco y se convirtió en uno de los más temibles conquistadores que participaban de la política de exterminio tras haber participado en los preparativos de varias tentativas de derrumbe a la república.
Actuó de instructor de las milicias del Requeté, una organización paramilitar carlista que llegó a integrar a más de 60.000 combatientes que participaron en la Guerra Civil para apoyar la sublevación franquista, para lo que escondía su verdadero nombre bajo el pseudónimo 'Don Pepe'.
Desde agosto de 1939 hasta 1942 fue ministro del Ejército del gobierno de Franco, cargo que abandonó tras ser víctima de un atentado perpetuado por los falangistas del que salió ileso pero tras el cual cesó para ser nombrado Alto comisionado de España en Marruecos y Marqués de Varela de San Fernando.
Avenida del Conde de Mayalde
Avenida del Conde de MayaldeJosé Finat y Escrivá de Romaní es otro de los franquistas reconocidos en la capital. Fue director General de Seguridad en la época más siniestra del franquismo para más tarde ser nombrado alcalde Madrid.
Según Herreros, el Conde de Mayalde “fue quien dirigió la represión”. Era germanófilo y según el historiador “jugó un papel siniestro, ya que fue el responsable de las represiones a los republicanos, las torturas y los paseos -traslados de los presos hasta las afueras de las ciudades para ejecutarlos-.
Este conde fue también responsable de la creación del Archivo Judaico, un archivo elaborado por los Gobiernos Civiles y a través de cuya documentación se controlaba los judíos que residían en España a través de las instrucciones del gobierno de Hitler.
Finat, licenciado en derecho y hombre de confianza de Francisco Franco, estuvo al cargo de la alcaldía de la capital y de la gobernancia de la provincia de Madrid desde los años 1952 a 1965.