El mundo se vuelve obeso mientras persiste la desnutrición
Durante las últimas cuatro décadas hemos pasado de un mundo en el que las personas con desnutrición doblaban a las obesas a uno en el que estos últimos dominan la estadística a nivel global. El mayor estudio sobre obesidad realizado hasta la fecha estima que el mundo ha alcanzado la cifra récord de más de 640 millones de personas obesas, pero alerta de que la desnutrición persiste en varias regiones del África subsahariana y el sur de Asia.
Los resultados, que han sido publicados en la revista The Lancet, indican que la obesidad global entre los hombres se ha triplicado en los últimos cuarenta años, pasando de un 3,2% en 1975 a 10,8% en 2014, mientras que en mujeres se ha más que duplicado, pasando del 6,4% al 14,9%. Según estos datos, en el planeta hay unos 266 millones de hombres obesos por 375 millones de mujeres. Los autores del informe han asegurado que “si las tendencias registradas hasta ahora continúan, la probabilidad de cumplir la meta de reducir la obesidad es prácticamente nula”.
Un mundo de extremos
El empeoramiento de las cifras de obesidad a nivel global contrasta con la mejora en los resultados de desnutrición, que ha pasado de un 13,8% a un 8,8% en hombres y de un 14,6% a un 9,7% en mujeres. Sin embargo, en varias regiones de Asia y África el porcentaje de personas con bajo peso no ha cambiado ostensiblemente en las últimas décadas e incluso se ha producido un ligero aumento en ciertas regiones del sudeste asiático, donde afecta hasta al 25% de la población.
Los autores reconocen que “la atención global sobre la epidemia de la obesidad ha eclipsado en gran medida el problema de la persistencia del bajo peso en algunos países”. Según ha explicado la principal autora del estudio a eldiario.es, la investigadora del Imperial College de Londres Mariachiara Di Cesare, “tanto el bajo peso como la obesidad son formas de malnutrición, pero no debemos olvidar que todavía hay países, como Bangladesh o la India, en los que los niveles de desnutrición son muy altos”.
Los países que presentaron menos obesidad entre los hombres fueron Burundi y Timor-Leste, con menos de un 1%. Mientras que la prevalencia más baja en las mujeres se encontró en Timor Oriental, Japón, Vietnam, Corea del Norte, Camboya, Laos y Bangladesh, con menos de un 5%. En el otro extremo se encuentran varias naciones de las islas de la Polinesia y Micronesia, en las que la obesidad afecta a más del 45% de los hombres y más del 50% de las mujeres.
La obesidad, un problema mayor en países pobres
Los investigadores también llaman la atención sobre los problemas que puede causar la obesidad en los países pobres. Los estudios realizados hasta ahora han demostrado consistentemente que la obesidad es un factor de riesgo para varias enfermedades. Sin embargo, su impacto en la mortalidad ha sido pequeño en los países ricos, “posiblemente debido a que el tratamiento farmacológico ha ayudado a reducir la presión arterial y el colesterol y a controlar las complicaciones de la diabetes”.
En los países de bajos ingresos, donde los sistemas de salud podrían no tener la capacidad de identificar y tratar los problemas asociados a la obesidad, ésta “podría tener un mayor efecto sobre la salud de la población”, afirman los investigadores.
El estudio también pone de manifiesto que varios países ricos y emergentes se enfrentan a una “epidemia de obesidad severa” que, según los autores del estudio, “no serán capaces de abordar plenamente”, puesto que incluso con los medicamentos actuales es difícil controlar los riesgos asociados a índices de masa corporal tan altos como los que se han observado.
EEUU, líder en obesidad
En los últimos años, varios países emergentes se han unido a EEUU entre los más obesos del planeta. Entre ellos destaca el caso de China, que ha pasado de ocupar el puesto 60 en hombres y el 41 en mujeres en 1975 al puesto 2 en 2014, tanto en hombres como mujeres. Aún así, el país norteamericano sigue liderando las estadísticas, ya que una de cada cuatro personas con obesidad severa en el mundo es estadounidense.
Con respecto a España, los datos indican que uno de cada cuatro adultos es obeso, lo que se traduce en cerca de 10 millones de personas. En el ranking países con mayor índice de masa corporal, el país se situó en el puesto 35 para hombres y en el puesto 106 para mujeres.
Según los autores del estudio, para hacer frente a estos problemas “se requieren políticas sociales que mejoren la seguridad alimentaria en los hogares pobres”. Di Cesare ha asegurado que “hay que cambiar la idea equivocada de que el sobrepeso y la obesidad son problemas individuales y los gobiernos deben asumir su responsabilidad y actuar en consecuencia”.