La portada de mañana
Acceder
España, locomotora de Europa: aporta el 40% del crecimiento económico
La basura del diluvio dos meses después
OPINIÓN | '¿Y si Trump repensara la globalización?', por Enric González

Unas 200 personas piden 'asilo sanitario' a la embajada de Francia contra la reforma de la Ley del Aborto

“Necesitamos implicar a los países europeos, porque existe el peligro de que el retroceso que amenaza a España se extienda”, explicaba este jueves Isabel Serrano, portavoz de la plataforma Decidir nos hace libres, minutos antes de entrar en la Embajada de Francia en Madrid. Unos 200 profesionales sanitarios y ciudadanos la han acompañado para solicitar 'asilo sanitario' al país galo, como forma simbólica de rechazar la reforma de la Ley del Aborto que prepara el Gobierno.

Desde la clásica consigna “Nosotras parimos, nosotras decidimos”, a “Si Gallardón estuviera preñado, el aborto sería agrado”, pasando por “Aborto legal, para no morir”, los asistentes han coreado las causas de su rechazo a la reforma. La plataforma, formada por más de 300 organizaciones, asociaciones y colectivos de diversos ámbitos, considera “un grave retroceso, a la época franquista”, la reforma planteada por el Gobierno.

“Muchas mujeres van a tener que viajar a otros países para abortar y las que se queden, acabarán recurriendo a métodos clandestinos”, asegura Isabel Serrano, que además es la presidenta de la Federación Estatal de Planificación Familiar. En este sentido, Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que, cuando se trata de abortar, las leyes más restrictivas no han hecho sino aumentar el número de interrupciones voluntarias del embarazo. “Antes de la Ley de 1985, cada año morían en España hasta 400 mujeres por haber abortado de forma clandestina. ¿Queremos volver a eso?”, denuncia.

El doctor Josep Carbonell, de la Clínica abortista Mediterránea, enumera cócteles de hierba, pastillas de venta en internet e incluso perejil, cómo métodos caseros que se utilizan para abortar. “Esto disparará la morbilidad”, insiste. “Yo no pienso aceptar la ley, estoy seguro de que no estoy solo y si hace falta, hablaremos con la ONG Women on Waves para que podamos practicar abortos farmacológicos en un barco en altamar”, asegura.

Una carrera de obstáculos

“Como esta reforma salga adelante, las mujeres que quieran abortar van a tener que correr una carrera de obstáculos”, asegura Empar Pineda, portavoz de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (Acai) en Madrid. Según argumenta, tanto las mujeres que quieran interrumpir un embarazo fruto de una violación como aquellas que se aleguen graves problemas de salud –los dos únicos supuestos que permite el actual borrador de la reforma– correrán el riesgo de no poder abortar dentro de las semanas permitidas por la cantidad de pasos y gestiones y requisitos que deberán cumplir.

Además, los manifestantes coinciden en señalar que la reforma prevista deja en la inseguridad jurídica a los profesionales que realizan abortos. Exigen una ley de plazos, como la que se aprobó durante la pasada legislatura y aún está en vigor. Francia ha emprendido esta semana el camino inverso al de España: la Asamblea Nacional ha modificado la ley de 1975 para eliminar la necesidad de justificar una situación de desamparo y reconocer el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo sin dar explicaciones.

Estos argumentos han sido recogidos en las solicitudes de asilo que se han entregado a la Embajada de Francia. En total se han entregado 220. La plataforma ha animado a que más profesionales sanitarios y ciudadanos en general se sumen. Por su parte, la embajada se ha comprometido a hacer entrega al gobierno francés de las solicitudes recibidas.

El martes pasado, su ministra de Asuntos Sociales, Marisol Touraine, aseguró que la reforma española “retrotrae a las mujeres a la edad de piedra” e incluso hizo un llamamiento a la “movilización”. Un día antes, la ministra francesa de los Derechos de las Mujeres, Najat Vallaud Belkacem, también había asegurado que el proyecto español es un “intento de regresión”.

La plataforma Decidir nos hace libres, que nació hace casi dos años, cuando el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, empezó a orquestar la reforma, anuncia nuevas movilizaciones. El próximo sábado, 1 de febrero, está previsto que llegue a Madrid, desde Asturias, el conocido como Tren de la libertad. A su llegada a Madrid se le sumarán a otros grupos provenientes de varios puntos de España y de Madrid. Celebrarán una asamblea para reforzar su estrategia de presión y registrarán en el Congreso de los Diputados un documento en el que justifican el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y, por ello, solicitan que se retire el Anteproyecto de Ley de Protección de la Vida del Concebido.