Una proteína que rejuvenece el cerebro de ratones abre una nueva vía de investigación del alzhéimer
Recuperar recuerdos olvidados para siempre, a veces a causa de enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer, es uno de los mayores retos médicos que afronta la humanidad. Un experimento en ratones publicado este miércoles en Nature muestra mejoras en la memoria de ratones viejos que reciben líquido cefalorraquídeo (LCR) de animales más jóvenes.
El LCR baña el encéfalo y la médula espinal de los mamíferos. La mejora cerebral detectada, barajan los investigadores, pueden atribuirse a los factores de crecimiento –ciertas proteínas– que han demostrado restaurar la función de las células neuronales. Los resultados demuestran las posibles propiedades rejuvenecedoras del LCR joven para el cerebro que envejece, señala la publicación en una nota de prensa.
A medida que el cerebro envejece, el deterioro cognitivo aumenta junto con el riesgo de demencia y enfermedades neurodegenerativas. La comprensión de cómo los factores de crecimiento afectan al cerebro a lo largo de la vida ha arrojado luz sobre posibles tratamientos para frenar el envejecimiento cerebral.
El LCR forma parte del entorno inmediato del cerebro, proporcionando a las células cerebrales nutrientes, moléculas de señalización y los citados factores de crecimiento, pero su papel en el envejecimiento cerebral no se conoce bien.
Los ratones viejos recuperan memoria
Para comprobar las posibles propiedades rejuvenecedoras del LCR, Tony Wyss–Coray y sus colegas infunden LCR de ratones jóvenes (de 10 semanas) en los cerebros de ratones viejos (de 18 meses). El tratamiento mejora la función de la memoria de los animales viejos, informan los autores.
El LCR de ratones jóvenes aumenta la estimulación de las células llamadas precursoras de oligodendrocitos –que tienen el potencial de regenerar oligodendrocitos (un tipo de célula neuronal) y mielina (un material graso que protege las células nerviosas)– dentro del hipocampo, el centro de la memoria del cerebro.
Los autores concluyen que estos resultados identifican a la proteína FGF17 (siglas de ‘factor de crecimiento fibroblástico 17’) como un posible factor de rejuvenecimiento para el cerebro que envejece.
“El estudio no sólo implica que el FGF17 tiene potencial como diana terapéutica, sino que también sugiere que las vías de administración de fármacos que permiten el acceso directo al LCR podrían ser beneficiosas para el tratamiento de la demencia”, señalan los investigadores.
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