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Rajoy rinde homenaje en Argentina a las víctimas de la dictadura y se topa con los crímenes del franquismo

Aunque el tema de la memoria histórica no es el preferido del presidente Mariano Rajoy ni de su partido, la agenda de su visita oficial a Argentina ha incluido este miércoles un acto de homenaje a las víctimas de la dictadura de ese país. Allí, nueve asociaciones defensoras de los derechos humanos –entre ellas las Abuelas de Plaza de Mayo y las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora– le han hecho llegar una carta en la que le solicitan que se juzguen los crímenes cometidos durante el franquismo y que se facilite la extradición de los imputados en la querella argentina que juzga esos delitos. 

Rajoy recorrió en Buenos Aires los muros del Parque de la Memoria, donde figuran los nombres de miles de víctimas de la dictadura militar argentina, e incluso lanzó al río de la Plata una ofrenda floral en honor a los asesinados. 

Mientras firmaba el libro de honor, un periodista argentino le lanzó una pregunta sobre qué iba a hacer con las víctimas del franquismo. La pregunta quedó en el aire porque en ese momento, una persona que llevaba una bandera española increpó al periodista “¿Y con los de los comunistas, qué?”.

El tenso momento fue el corolario de una serie de incomodidades diplomáticas para la delegación española, ya que las principales organizaciones de derechos humanos argentinas –Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, CELS y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, entre otros– se han negado a acompañar a Rajoy en su visita. Sí lo han hecho, por ejemplo, con la mandataria alemana Angela Merkel y o el entonces presidente francés, Francoise Hollande.

Las Abuelas también plantaron en su día a Barack Obama, en protesta por el papel de Estados Unidos durante la dictadura argentina.

Una petición de “respeto a las víctimas”

En lugar de realizar la visita y la ofrenda con el presidente español, los organismos de derechos humanos le hicieron llegar una carta en la que le piden que “adopte las medidas necesarias para que el Estado español juzgue a los ciudadanos españoles acusados de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura franquista o, en su caso, extradite a los imputados en la causa n° 4591/2010 que se instruye en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 1 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de la jueza María Romilda Servini de Cubría”. 

La llamada “querella argentina” es el único proceso en el mundo en el que se investigan los crímenes del franquismo. Los organismos de derechos humanos reprochan al Gobierno español que “los pedidos de exhumación, recolección de testimonios y las imputaciones encaminadas por la jueza Servini de Cubría han sido resistidas por diversas instituciones españolas que deberían dar urgente respuesta”. También recuerdan que “los pedidos de extradición no han sido respondidos”. Y van más allá: “Para agravar la situación, la Fiscalía General de Estado instruyó a los fiscales para que los juzgados de provincias abandonaran la colaboración con la querella argentina. Estas demoras han hecho que a lo largo de estos años de investigación en nuestro país varios imputados han fallecido”.

Las fosas y el Valle de los Caídos

Argentina es considerada un ejemplo mundial en la recuperación de la memoria histórica y la reivindicación de los derechos de las víctimas de la dictadura militar que asoló el país de 1976 a 1983. Los juicios a las Juntas Militares que condenaron a la cabeza del régimen tras la recuperación de la democracia fueron empañadas por las posteriores leyes de Punto Final y Obediencia Debida, además de los indultos del gobierno de Carlos Menem. Sin embargo, desde 2005 el país se ha embarcado en un proceso de reapertura de las causas judiciales, que ha supuesto la derogación de esas leyes exculpatorias y también de los indultos. 

Se han juzgado varios cientos de crímenes de lesa humanidad. Hasta el 31 de diciembre de 2017 se dictaron 201 sentencias, en las que se condenó a 864 personas por delitos de lesa humanidad y se absolvió a 109.

El último gran juicio condenó a los pilotos de los “vuelos de la muerte”, en los que los militares lanzaban a sus víctimas sedadas al río de la Plata. Ese mismo río al que Mariano Rajoy lanzó este miércoles flores blancas en recuerdo por esas personas asesinadas.   

En mayo del 2017, Pablo de Greiff, Relator Especial de Naciones Unidas sobre la promoción de la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición, se pronunció recordándole a España que “el Estado debe atender de forma urgente los reclamos de las víctimas de la guerra civil y del franquismo”. El relator señaló como prioridad las exhumaciones, el Valle de los Caídos y la nulidad de las sentencias arbitrarias adoptadas durante la Guerra Civil y el franquismo. 

El Valle de los Caídos, donde se rinde honor a Francisco Franco y donde permanecen sepultados cientos de restos de represaliados sin identificar y en pésimas condiciones, funciona en la práctica como un monumento al franquismo. Aunque ha habido varios proyectos para reconvertirlo en un centro de memoria histórica, la realidad es que esta construcción que pertenece a Patrimonio Nacional depende en gran parte de la autoridad de la basílica que funciona en el complejo, al punto que el prior se ha negado expresamente a las exhumaciones.  

En Argentina, uno de los principales centros ilegales de detención de la dictadura, la Escuela de Mecánica de la Armada, ha sido convertida en un “espacio de memoria” en el que se explican los crímenes cometidos por el gobierno militar y se informa sobre los procesos judiciales. Allí también se recogen testimonios de los supervivientes y se organizan visitas especiales en las que personas que estuvieron confinadas allí cuentan su experiencia.