El Ministerio de Sanidad defiende que la vacuna del papiloma humano sigue siendo “segura”, mientras que las afectadas vinculan este tratamiento con la muerte de tres niñas españolas, con más de 700 notificaciones de reacciones adversas hasta 2012 y cinco denuncias.
La presidenta de la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma Humano (Aavp), Alicia Capilla, se ha reunido hoy con la directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Mercedes Vinuesa, para trasladarle sus reivindicaciones después de que la Agencia Europea del Medicamento haya registrado “más de 150 notificaciones -por esta vacuna- que acabaron en muerte”.
Este colectivo lleva cinco años criticando que el Ministerio de Sanidad “no quiere reconocer las reacciones adversas que algunas jóvenes padecen tras recibir esta vacuna” y pide que se actualice el número de notificaciones de sospechas, ya que el último dato oficial es de hace dos años.
Ha pedido la retirada de esta inmunización porque “no es necesaria, ni efectiva”; que se reconozcan sus efectos adversos, tales como “problemas neurológicos”; una atención sanitaria adecuada para las afectadas; un fondo de compensación por daños y un protocolo de actuación.
Por su parte, el Ministerio ha asegurado que los efectos adversos que se hayan podido producir son similares a los ya identificados antes de su autorización, con lo que “no hay ningún dato que recomiende la retirada”.
Esa es la opinión que ha transmitido la subdirectora general de Promoción de Salud y Epidemiología del Ministerio de Sanidad, Elena Andradas, a las representantes de esta asociación.
Adradas ha explicado Efe que en el Ministerio siguen pensando, “con la evidencia que existe, que es una vacuna segura”, a pesar de que se haya podido producir “algún tipo de efecto adverso”, “poco frecuente”, ya que “ningún medicamento, ni vacuna es segura cien por cien”.
Pero estos efectos que se han podido notificar e investigar en los últimos años, según la subdirectora, “no son muy diferentes” a los identificados antes de que la vacuna fuera autorizada en 2007 y están descritos en la ficha técnica y en el prospecto de la vacuna.
Esta inmunización se incorporó al calendario de vacunación infantil en 2008 para su administración entre los 11 y los 14 años, y el pasado año, Sanidad y las comunidades autónomas acordaron que se fijara en los 14.
Sin embargo, la Aavp ha asegurado que no se informa a las que se vacunan de los efectos adversos que tiene, que son “enfermedades neurológicas, convulsiones, síncopes, mareos, parálisis, ataxia, dificultad para hacer ejercicio físico y ”aparece incluso la palabra muerte“.
Capilla ha apuntado que no es necesario que niñas y jóvenes sanas “se tengan que vacunar o se expongan a unos riesgos cuando existen medidas preventivas como es la citología, que no causa ningún daño en las personas”.
“Además, la vacuna previene de dos ó cuatro serotipos de los 16 que hay. Es decir, que no previene del todo”, ha añadido, en relación a un virus que causa el 70 % de los casos de cáncer de útero.
Por su parte, Adradas ha subrayado que “hoy por hoy” todos los países tienen un sistema de intercambio de información a partir de la detección de efectos adversos y hasta ahora, con la información que tienen tanto por la UE y como del sistema de vigilancia de eventos adversos frente a la vacuna en EEUU, no tienen “ningún dato que recomiende la retirada de la vacuna, sino todo lo contrario”.
Para hacer frente al virus del papiloma humano existen dos vacunas autorizadas en España, como en el resto de la UE, a las que se les realiza un seguimiento “post comercialización”.
“Cuando recomendamos la administración de una vacuna es porque entendemos que, en base a la evidencia y al conocimiento que tenemos actualmente, aporta más beneficios que riesgos para la población”, ha afirmado.
También, en declaraciones a Efe, el presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), José María Laillo, ha dicho que no tiene “ninguna evidencia de la muerte de ninguna persona debido a la vacuna” en España.
Ha asegurado que los efectos adversos de la vacuna son de un 4%, “porcentaje equivalente a otras vacunas de este tipo”.
Laillo cree que la franja recomendable para la vacunación estaría entre los 9 y 15 años, porque después presenta menor eficiencia.