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Opinión - Ni liderazgo ni autoridad. Por Esther Palomera

La UEFA abre una investigación contra Rodri y Morata tras la queja del Peñón por los cánticos de “Gibraltar, español”

elDiario.es

19 de julio de 2024 17:46 h

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La UEFA ha abierto un expediente de investigación contra los futbolistas Rodrigo Hernández y Álvaro Morata por una posible violación del Reglamento Disciplinario del máximo ente deportivo de Europa durante la celebración del triunfo en la Eurocopa el pasado lunes 15 de julio.

En dichas celebraciones, que tuvieron lugar en la plaza de Cibeles de Madrid, algunos jugadores de la selección española profirieron cánticos de “Gibraltar, español”, que fueron tachados de “rancios” por el Gobierno del Peñón. Horas más tarde, el organismo rector del fútbol gibraltareño presentó una queja oficial ante la UEFA.

La Asociación de Fútbol de Gibraltar consideró que la naturaleza de esas “inaceptables” canciones era “extremadamente provocativa e insultante”. En el “fútbol no hay lugar para un comportamiento de esta naturaleza”, concluyó en un comunicado.

Unas “declaraciones políticas discriminatorias”

El líder del Ejecutivo del Peñón, Fabián Picardo, aseguró estar “decepcionado tras observar que varios jugadores de la selección española de fútbol masculina celebraron su victoria en la Eurocopa a base de cánticos con comentarios rancios sobre Gibraltar”. En un comunicado compartido a través de sus redes sociales, Picardo dijo que el comentario “glorifica la política dictatorial de un asesino en serie como Franco”.

A juicio del Gobierno de Gibraltar, “se trata de una mezcla totalmente innecesaria de un gran éxito deportivo con declaraciones políticas discriminatorias que resultan enormemente ofensivas para los gibraltareños”. En este sentido, esgrimió que “el lamentable uso de la plataforma de la celebración en torno a la victoria de la Eurocopa para promover la idea de usurpar el territorio de Gibraltar es contrario al principio de que el deporte no debe utilizarse para promover ninguna ideología políticamente controvertida”.

Algunos vídeos mostraron al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, junto con la infanta Elena, bailando y entonando el cántico “Gibraltar es español”.

La ministra portavoz del Ejecutivo español, Pilar Alegría, respondió poco después, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, a la queja de Picardo. Alegría quiso restar importancia a los hechos: “Hay que enmarcar esas celebraciones en su contexto”. “Yo creo que nadie tiene ninguna duda que la política exterior de un país la establece el Gobierno de este país”, añadió.

La polémica se produce en plena negociación entre Bruselas y Londres sobre la futura relación de Gibraltar con la UE tras el Brexit. Tras más de dos años de conversaciones, el acuerdo aún no se ha materializado, si bien la llegada de los laboristas a Downing Street el pasado 4 de julio ha abierto nuevas expectativas aunque por ahora no hay fecha para la reanudación de los contactos. “Sí estábamos muy cerca del acuerdo, ahora más con dos gobiernos progresistas que nos vamos a entender”, expresó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tras su reunión con el primer ministro británico, Keir Starmer, el pasado jueves.

Dos partidos de sanción, el último precedente

El último precedente de sanción por parte de la UEFA por una violación del Reglamento Disciplinario tuvo al futbolista turco Merih Demiral como protagonista. El defensa celebró su segundo gol frente a Austria en octavos de final de la Eurocopa con el gesto utilizado por el grupo paramilitar ultraderechista Lobos Grises, que ha sido prohibido en algunos países como en Francia.

Tras el encuentro, Demiral, de 26 años, justificó su gesto afirmando que la forma en que celebró su gol “tiene algo que ver” con su “identidad turca”, tras lo que añadió que su objetivo era expresar el orgullo que siente por ser ciudadano de este país. El castigo establecido entonces por el organismo europeo fueron dos partidos, por lo que se perdió los encuentros de cuartos de final y semifinales, donde su selección cayó eliminada.

Para la UEFA, el zaguero turco incumplió los principios generales de conducta al “utilizar acontecimientos deportivos para manifestaciones de carácter no deportivo y por desprestigiar el fútbol”.