Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Reseña del ZTE Grand X (M): potencia a bajo coste

ZTE Grand X (M) Oficial

Sergio Figueroa

Los teléfonos baratos pero capaces siguen propagándose entre los operadores y ahora es Yoigo quien se alía con el fabricante chino ZTE para traer un smartphone de gama media baja pero con un procesador de doble núcleo y un gigahercio de RAM. Una combinación peculiar de características con un precio realmente competitivo.

El ZTE Grand X (M) es la versión de esta serie para España que llega prácticamente a completar al ZTE Skate Pro que analizábamos hace unas semanas. Por el momento lo comercializa de forma exclusiva Yoigo por 159 euros, con varias tarifas de contrato o tarjeta a elegir. Poco a poco vamos a ir comprobando qué distintos son estos dos terminales que tienen un coste muy parecido.

Experiencia de usuario

Aunque el teléfono va bien servido por dentro, el primer vistazo nada más abrir la caja deja bastante frío. El diseño es extremadamente sencillo, neutro. Casi podría parecer el de un Android genérico de los que inventan los desarrolladores de software para incrustar pantallazos de sus aplicaciones. Además, es fino y ligero, de reducido tamaño para la pantalla que ofrece, casi hecho para pasar desapercibido.

El frontal es muy oscuro. La pantalla, de 4,3 pulgadas y calidad modesta, ocupa gran parte de la superficie y tan solo deja hueco para los cuatro botones hápticos de la parte inferior. Su mayor problema son el brillo y los reflejos. De nuevo, ZTE apuesta por añadir un acceso directo para las búsquedas. Es tan oscuro que hasta el altavoz, en la parte superior, está lacado de negro. No tiene cámara frontal, por lo que la simetría izquierda derecha es prácticamente total, apenas rota por los botones de volumen que sobresalen por un lateral.

La simpleza cromática continúa con su marco, de un gris metalizado apagado. Además la pintura es mala y se despostilla con el uso común, ni siquiera por los golpes.El paso a la trasera es rápido porque el lateral no tiene nada a reseñar. La tapa es de plástico rugoso, bueno para el agarre pero de apariencia barata. En la esquina superior izquierda está la cámara trasera, de 5 megapíxeles y bastante desprotegida. Junto a ella, el flash LED.

Da la impresión de que ZTE ha ahorrado todo lo posible en fabricación para poder ofrecer mejor hardeware a un precio competitivo. Pero la sobriedad es extrema, aunque de simple, tampoco llega a feo.

Interfaz de usuario

Es en este aspecto donde el ZTE Grand X (M) empieza a sentirse cómodo porque pocos móviles de su precio pueden decir que montan un procesador de doble núcleo, aunque no sea el mejor. Junto a su RAM de 1 GHz y su GPU PowerVR SGX531, consiguen que este sencillo aparato sea capaz de mover cualquier aplicación del mercado a la resolución de su pantalla, QHD (960x540).

Pero la calidad de estos componentes provoca que comience a resentirse cuando el software se pone muy exigente con el hardware y baja el número de frames por segundo. Por ejemplo, no dará problemas a la hora de mantener varias aplicaciones abiertas y seguir trabajando, pero sí sufrirá con videojuegos de gráficos poligonales reales.

Como ocurre con el otro ZTE que hemos probado, el Grand X (M) corre sobre Android 4.0 Ice Cream Sandwich. En la presentación realizada en Madrid a principios de febrero, los responsables de la compañía prometieron la actualización a Android 4.1 Jelly Bean, aunque aun está por llegar. Lo bueno es que es casi virge y eso garantiza mayor fluidez. Yoigo no lo ofrece sobrecargado con una ROM propia, y tampoco ZTE ha añadido elementos extra de renombre. Tanto la interfaz como las aplicaciones disponibles de serie son muy básicas: las genéricas de Google, herramientas genéricas de ofimática y reproductores de música, vídeo y libros muy sencillos. Incluso los widgets que trae se quedan cortos.

El buen rendimiento que da hace que navegar por Internet sea bastante dulce. Los tiempos de carga son mucho más reducidos que los de su rival y hermano el Skate Pro. Y también soporta Flash Placer. Por otro lado, incluye la función WiFi Direct que permite utilizar el móvil como router al que se conectan otros equipos para utilizar, por ejemplo, su conexión a Internet 3G.

Un punto a tener en cuenta y que puede echar al comprador atrás es el teclado. La configuración QWERTY es extraña en la parte inferior, pero lo más destacado es la ineficacia de las pulsaciones. Escribir rápido es casi imposible porque el tiempo entre la pulsación y la selección de tecla es lento. Requiere mucha paciencia.

Cámara de fotos y vídeo

Para pasar el momento y poco más. La cámara de 5 megapíxeles que ofrece es de baja calidad, como lo son las fotos y los vídeos que produce. Al menos ha ganado un flash LED con respecto al otro modelo de ZTE por lo que se podrá usar durante la noche, pero el resultado es malo. Con el mínimo movimiento la foto saldrá movida.

Por otra parte está la aplicación de serie para fotografía y vídeo. Está corta de opciones comparada con otras apps gratuitas que se pueden conseguir en la Play Store de Google y es realmente poco intuitiva de manejar. Cabe recordar que la resolución de la pantalla es QHD, es decir, no es alta definición real. Es suficiente para un buen visionado pero con sus 4,3 pulgadas el número de puntos por pulgada se queda por debajo de los teléfonos de gama media y alta.

Batería y tiempo de carga

Al ZTE Grand X (M) le pasa factura la potencia. La batería de esta versión para el mercado español es de 1650 mAh, algo escasa para lo que tiene que soportar durante toda una jornada.La carga es estándar, tarda unas cuatro horas, pero la duración en uso es baja. Su gran pantalla y sus elementos internos consumen muchos recursos y es probable que no puedas llegar al final del día con una sola carga si haces un uso continuado pero moderado del teléfono. A diferencia del ZTE Skate Pro, este modelo sí sufre el mal de los smartphones de gama alta.

Conclusión

El ZTE Skate Pro y el ZTE Grand X (M) hacen una gran pareja. Si el primero era un teléfono atractivo pero modesto, este es soso pero da un rendimiento mejor.Sus componentes hacen de él un smartphone eficiente y rápido, con una pantalla grande y que se acerca a la alta definición para mostrar así buenas imágenes.

No está aquí para competir con los terminales de última tecnología y HD, pero quien vaya a hacer un uso sencillo y cotidiano en comunicación, navegación y correo podría no necesitar más. Lástima que no venga ya con Android 4.1 porque debería.

Quien sale ganando es el usuario. El desembarco de estos terminales y otros de su competencia están creando un catálogo de teléfonos de gama media y baja muy variado que ya permite a los nuevos usuarios disfrutar de la experiencia smartphone sin tener que recurrir a desembolsos desorbitados.

Especificaciones técnicas

Especificaciones técnicas

  • Pantalla: Pantalla QHD capacitiva multitáctil de 4,3 pulgadas, de resolución 960 x 540 píxeles.
  • Tamaño: 128 mm. x 67 mm. x 9,9 mm.
  • Peso: 138 gramos
  • Proceso: Procesador: MediaTek MT6577 1GHz doble núcleo ARM Cortex A9, GPU: PowerVR SGX531, 1GB de RAM.
  • Almacenamiento: 2,5 Gb de almacenamiento interno libre, más tarjeta microSD de 4 GB incluida. Soporta tarjeta microSD de hasta 32 GB.
  • Audio: Entrada de auriculares estándar y microUSB. Altavoz.
  • Alimentación: Batería de litio de 1650 mAh.
  • Conectividad y redes: WiFi 802.11 b/g, DLNA, Bluetooth 4.0 y redes 3G GSM cuatribanda, GPRS, UMTS y HSDPA.
  • Cámara: cámara trasera de 5 Megapíxeles con flash LED para fotografía y vídeo en formatos VGA, CIF, QVGA y QCIF.
Etiquetas
stats