Dogecoin: la historia del meme que se convirtió en criptomoneda
Cuando en 2008 Rodolfo Chikilicuatre, el personaje interpretado por el actor David Fernández y creado por el Terrat de Buenafuente, terminó participando en Eurovisión gracias en gran parte a una campaña viralizada en Forocoches, no podíamos imaginarnos cómo de lejos podrían llegar algunas bromas.
Por ejemplo: un meme de un perro que reflexiona sobre el sentido de la vida que emergió en 2013 se convierte en criptomoneda y obtiene un valor de 70 billones de dólares después de que el hombre más rico del mundo pusiera un tuit sobre si una de sus compañías debía aceptar este tipo de moneda.
Esta criptomoneda no es nueva. Y no nació con vocación de ser moneda. El origen de la historia se remonta a hace más de diez años. La imagen que forma parte de la criptomoneda, era parte de una serie de fotos originalmente publicadas en su blog personal por un profesor de guardería japonés que había rescatado a un perro llamado Kabosu en Febrero de 2010. Una de dichas fotos resultó contener una mirada del perro a cámara en la que parecía ojear de forma sospechosa pero tranquila.
La foto se convirtió en objeto de bromas y memes. Tomando prestada la expresión “doge” para referirse cariñosamente a los perros cuyas imágenes circulaban en Internet (en una broma aún más antigua que este meme, tal y como documenta Know Your Meme). A partir de distintas colisiones, coincidencias y, sobre todo, foros digitales generando bromas colectivas, nace el meme que ilustraba con expresión de la tipografía Comic Sans el supuesto monólogo interior que estaba viviendo Kabosu.
A finales de 2013, los ingenieros de software Billy Markus y Jackson Palmer decidieron crear “Dogecoin”, una criptomoneda que nacía como una broma para ironizar sobre la especulación salvaje que ya empezaba a darse en aquel momento. Tras un impulso inicial en el que aglutinó muy deprisa a una comunidad y obtuvo cierto valor, el hype se redujo y su valor cayó, manteniéndose muy bajo durante años. No fue hasta Julio de 2020 cuando un trend de Tiktok rescató a la moneda de su irrelevancia haciendo que aumentara su valor en más de un 600% en solo día.
En enero de este mismo año y a raíz del incidente de Gamestop, un grupo de usuarios de Reddit comenzó a animar a invertir en Dogecoin. Consiguieron que el valor aumentara en un 800%. Elon Musk, en una práctica habitual que consiste en publicar memes en su cuenta sin acreditarlos, publicó la imagen de un perro como si fuera protagonista de una revista llamada Dogue. Los usuarios lo interpretaron como una señal a favor de Dogecoin.
El multimillonario dueño de Tesla aparecía hace unos días en el programa de televisión de Saturday Night Live en el que hacía un sketch donde explicaba sobre la naturaleza y el futuro de Dogecoin en un contexto que parece el más propicio para esta criptomoneda: a medio camino entre una la broma y la amenaza al statu-quo.
Musk anunciaba en Twitter esta semana que SpaceX lanzaría un satélite llamado Doge-1 y que sería “la primera misión financiada con dogecoin, la primera criptomoneda en el espacio y el primer meme en órbita”. Un usuario hizo una canción sobre la criptomoneda consiguiendo que el efecto de bola de nieve continúe con esta meme-moneda.
La retórica de una comunidad robinhoodesca que se salta las reglas del mercado para infiltrar una broma que termina cambiando dichas reglas es muy atractiva. El propio Musk declaraba a TMZ que “las criptomonedas son prometedoras...pero no recomiendo invertir todos los ahorros de una vida”.
Quizás porque para él, invertir en Dogecoin no sea más que un juego como publicar tuits graciosos. Pero para la mayoría de los mortales es la misma especulación de toda la vida, solo que ahora la economía fluye entre memes y virales. Ya lo ilustraba Kevin Kallaugher en The Economist hace más de 30 años y una usuaria lo publicaba hace poco para ironizar sobre la posible burbuja de las criptomonedas en el arte.
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