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Facebook se protege para las elecciones de 2019: solo cuentas verificadas podrán hacer anuncios políticos

Facebook

Carlos del Castillo

2019 será un año electoral caliente. A los comicios locales y autonómicos en España, y con la posibilidad de que Pedro Sánchez convoque también unas generales, hay que sumar las elecciones europeas. Los ciudadanos de los 27 miembros de la UE (los británicos no votarán aunque no se consume el Brexit) acudirán a las urnas del 24 al 26 de mayo en las primeras elecciones de esta envergadura desde que se destapara el escándalo de manipulación de Facebook y Cambridge Analytica. Dichas elecciones supondrán también la rampa de lanzamiento de los mecanismos de protección que deben impedir que las elecciones de EEUU de 2020 vuelvan a sufrir las injerencias que padecieron las de 2016. Por ello, Facebook ha anunciado este lunes cómo piensa mantener su plataforma a salvo durante este año.

Entre las medidas promocionadas por la red social de Mark Zuckerberg se encuentra la prohibición de hacer propaganda política o invertir dinero en la promoción de temas polémicos a las cuentas cuya identidad no esté verificada por la plataforma. “Para publicar anuncios electorales o sobre temas muy debatidos e importantes relacionados con las elecciones al Parlamento Europeo, los anunciantes deberán confirmar su identidad e incluir información adicional sobre quién es responsable de sus anuncios”, ha explicado la plataforma en un comunicado.

Cuando los cambios se hagan efectivos en marzo, será necesaria una “autorización” previa por parte de Facebook para poner anuncios políticos en la plataforma. Para recibir dicha autorización, la empresa de Zuckerberg requerirá más información a los anunciantes de la que venía solicitando hasta ahora, aunque no ha especificado con claridad qué datos nuevos exigirá. 

Parte de esa información, ha explicado, se recopilará con el objetivo de mostrársela a los usuarios en una nueva herramienta llamada “Ad Library” (Biblioteca de Anuncios). A ella se accederá mediante un enlace que será visible en los anuncios, “pagado por”. “La biblioteca compartirá información sobre el rendimiento del anuncio, como el nivel de inversión e impresiones, así como datos demográficos de quién lo vio, como edad, género y ubicación”, asegura Facebook.

Es decir: la red social hará transparente la información sobre quién ha pagado por la promoción de un determinado anuncio o contenido, cuánto ha pagado y qué influencia ha conseguido. La opacidad de estos datos fue clave en la manipulación electoral de Cambridge Analytica y otras agencias de marketing político: estas invirtieron grandes sumas en promocionar noticias falsas, imágenes o vídeos descontextualizados y otros bulos desde cuentas creadas fuera del país y sin ningún vínculo con el candidato o partido que las había contratado, haciendo imposible comprobar si había políticos impulsando narrativas falsas.

Noticias falsas 

Facebook también ha anunciado nuevas medidas para intentar contener la viralidad de los bulos en su plataforma. De cara a las elecciones de 2019, su método será combinar su algoritmo con una red de verificadores que analizarán las noticias, así como las fotos y los vídeos que sirven para informar de determinados hechos. Cuando detecten un fake, estos verificadores calificaran ese contenido como falso y el algoritmo de Facebook disminuirá automáticamente su distribución. 

“Cuando un verificador marca una publicación como falsa, la penalizamos en el News Feed, reduciendo significativamente su distribución. Esto evita que la publicación se propague y reduce la cantidad de personas que la ven. Las páginas y los dominios que comparten repetidamente noticias falsas también verán reducida su distribución y su capacidad de monetizar y anular su publicidad. Esto ayuda a frenar la propagación de noticias falsas motivadas financieramente”, asegura Facebook. 

Más herramientas de seguridad, mismo modelo 

La compañía atravesó este 2018 su año más complicado en sus 15 años de historia. Las revelaciones sobre Cambridge Analytica y la connivencia que Zuckerberg y la cúpula de Facebook mantuvo con sus prácticas pese a conocerlas mucho antes que los medios de comunicación y el público en general supusieron una incuestionable mancha en las credenciales de la compañía. La red social ha intentado combatir las críticas con numerosos anuncios de nuevas herramientas de seguridad como el de este lunes, aunque ninguno de ellas ataja la que, según muchos expertos, es la base del problema: su método de negocio basado en el minado a gran escala de datos personales de sus usuarios e incluso personas sin cuenta en Facebook.

Al igual que a los anunciantes de coches, televisores o bicicletas, esos datos personales son útiles a las agencias de marketing que tratan de vender a un candidato político. Las investigaciones sucedidas durante 2018 han mostrado la vulnerabilidad de las plataformas basadas en datos personales ante las campañas que buscan generar apoyos, conflictos o polémicas creados artificialmente. No es necesaria una gran inversión para contratar una agencia que cuente con influencers, cuentas falsas, enjambres de bots o una combinación de ellas para trucar el debate digital.

Pese a esta situación, Facebook no ha modificado su estrategia de negocio sino que sigue intentando profundizar en su capacidad para inferir información sobre el pensamiento político de los usuarios. Es lo que hace la última funcionalidad que ha presentado en EEUU y que consiste en una herramienta para impulsar peticiones políticas del estilo de change.org: gracias a ella, Facebook podrá elaborar perfiles ideológicos más precisos sobre sus usuarios y ofrecer esta información a partidos, candidatos y agencias de marketing político.

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