La web Tierrapura.org se creó en Argentina en marzo, poco después de que la humanidad tomara conciencia de que el coronavirus iba a provocar una pandemia mundial de consecuencias devastadoras. Su motivación era proporcionar “información sin censura” sobre el patógeno, al que denomina “el virus del partido comunista chino”. Sus creadores aseguran que pretenden desvelar los datos que la dictadura de Xi Jinping estaba ocultando, pero desde el principio la página se limitó a replicar los bulos que circulaban por la red acerca del coronavirus, como el de su creación artificial (que ha vuelto a ser calificada de “extremadamente improbable” esta semana por la misión especial de la OMS a China).
Con el paso de los meses los bulos alrededor de la pandemia evolucionaron, dando forma a complejas teorías de la conspiración. También lo hicieron los contenidos que difundía Tierrapura.org, que empezó a replicar las conspiranoias sobre las vacunas y el nuevo orden mundial que difunde el grupo QAnon. Poco a poco, la web se convirtió en uno de los principales nodos de la desinformación sobre el coronavirus que se distribuía en todo el mundo.
Su método es sencillo: traduce al español todo tipo de fakes relacionados con la idea de la intencionalidad china en la difusión de la enfermedad, la tesis defendida Donald Trump y la extrema derecha de EEUU. A su vez, Tierrapura.org sirve de fuente para llevar esos bulos a otros idiomas. Actualmente gran parte de los contenidos que publica se centran en dar pábulo al bulo de la manipulación electoral en las elecciones de EEUU y acumula, por ejemplo, 125 menciones a Breitbart, la web de la extrema derecha estadounidense que encumbró a Steve Bannon.
Como muchas de las páginas que se dedican a intoxicar el panorama informativo aprovechando la crisis generada por la pandemia, Tierrapura.org es opaca en lo referente tanto a sus creadores como a aquellos que ponen el dinero para sostener su actividad. “Somos un grupo de ciudadanos preocupados, de diferentes países y nacionalidades, miembros de la sociedad y de diferentes profesiones, entre ellas periodistas, economistas, diseñadores, profesores, traductores, etc.”, recoge la web, sin dar nombres. “Nos proponemos hacerle llegar, en este periodo especial, información que nos parece realmente importante, pues muchas cosas se están ocultando sobre el coronavirus debido a la manipulación del régimen comunista en China”, añade.
Ahora, una investigación de EU Disinfo Lab, una ONG radicada en Bruselas especializada en estudiar la difusión de bulos, ha desvelado que “Tierrapura.org y la red que la opera están conectadas a The Epoch Times, un actor reconocido en el campo de la desinformación”. The Epoch Times es el periódico del Falun Gong, un grupo rebelde chino que combate la dictadura del partido comunista en el gigante asiático.
El Falun Gong es “un grupo religioso que afirma estar inspirado en el budismo, perseguido por el gobierno chino y antagonista del Partido Comunista de China”. “Es conocido por ser víctima de la opresión, persecución y agresiones por parte del régimen chino”, recalca EU Disinfo Lab. Pero su actividad a través de The Epoch Times desde 2016, como han señalado otras investigaciones como esta del New York Times, ha sido también la de difundir desinformación fabricada por la extrema derecha estadounidense y, mediante tácticas agresivas en Facebook, “crear un imperio mediático anti-China y pro-Trump”.
El estudio de EU Disinfo Lab detalla cómo Tierrapura.org “traduce, vuelve a publicar y amplifica en español y portugués los contenidos de The Epoch Times y su grupo de medios Epoch Media Group”. También comparte con el periódico del Falun Gong la decisión de denominar al coronavirus como “el virus del partido comunista chino”, así como el giro editorial hacia la defensa de las conspiranoias impulsadas por la extrema derecha estadounidense pro-Trump. El nombre de la página, Tierra Pura, coincide con el de una de las escuelas budistas más importantes.
Tierrapura.org, The Epoch Times no es la primera relación directa entre los opositores chinos, los ideólogos que diseñaron la estrategia que llevó a Donald Trump al poder y los bulos sobre la COVID-19. Como documentó elDiario.es, el informe de la viróloga china que se convirtió en la gran defensora de que el coronavirus se creó en un laboratorio, Li-Meng Yan, fue financiado por una organización presidida por Steve Bannon. El dinero salió de Guo Wengui, un promotor inmobiliario que tuvo que abandonar China en 2015 tras ser acusado de 14 delitos, como violación, secuestro, lavado de dinero, soborno o fraude. Algunos de sus supuestos cómplices llegaron a ser detenidos por el régimen chino, al que Guo acusa de corrupción.
Nodo internacional de bulos
Tierrapura.org se creó en Argentina, pero su impacto es global. “Es un ejemplo de cómo la pandemia global de COVID-19 ha creado nuevos vectores internacionales de desinformación que pueden utilizarse para diferentes propósitos y para impulsar ciertas narrativas”, destaca el estudio de EU Disinfo Lab. “La dimensión global de la pandemia es una oportunidad para que la información falsa y errónea cruce fronteras físicas y culturales y llegue a un público más amplio, utilizando la traducción como herramienta y como arma”.
La dimensión global de la pandemia es una oportunidad para que la desinformación cruce fronteras físicas y culturales y llegue a un público más amplio, utilizando la traducción como herramienta y como arma
En menos de un año de actividad, Tierrapura.org se ha convertido en un nodo internacional de cualquier tipo de bulo sobre el coronavirus que apoye las tesis de la extrema derecha estadounidense, muchas replicadas por la española. En la práctica, funciona como “agregador de publicaciones de otras fuentes de dudosa credibilidad, como medios conspiranoicos, desinformativos o alternativos, de Estados Unidos, Latinoamérica, España u otros países”, recoge la ONG.
Por ejemplo, una de las fuentes de Tierrapura.org ha sido Rafael Palacios, principal difusor de las teorías de la conspiración de QAnon en España. Palacios fue entrevistado en la web de fakes a finales de octubre, aumentando su capacidad de impacto entre el público latinoamericano. A la vez, los contenidos que publica Tierrapura.org son tomados por otras páginas y redifundidos en sus contextos locales. “Esto fomenta un ecosistema de medios que difunde desinformación sobre COVID-19 y apoya las narrativas de conspiración, en particular sobre los Estados Unidos”, recoge el estudio.
Las denuncias de los tejemanejes del partido comunista chino y la supuesta expansión de sus prácticas por el mundo, la desinformación sobre el origen de la pandemia y las vacunas, unido a la teoría de la manipulación electoral en EEUU para evitar la victoria de Trump, se han convertido en un totum revolutum sobre el que se generan cientos de contenidos nuevos cada día en todo el mundo. Sus autores se retroalimentan y los bulos traspasan fronteras sin dificultad. De hecho, los autores de la investigación detectaron el importante peso de Tierrapura.org para la desinformación en español mientras analizaban los bulos difundidos en España, no en América Latina, donde en teoría se encuentra su público objetivo.
En medio de una guerra mundial de desinformación
Una parte de la narrativa falsa que señala el informe de EU Disinfo Lab se basa en señalar al comunismo chino como creador del virus y promotor de una guerra biológica o un nuevo orden mundial, algo desacreditado por todas las autoridades sanitarias. No obstante, la ONG señala que es consciente de que su trabajo será convertido en munición para una guerra cultural.
“Por ejemplo, es probable que el Partido Comunista Chino intente utilizar nuestro informe para eludir preguntas legítimas sobre su gestión de la pandemia de COVID-19 o para justificar algunas formas de represión contra grupos específicos”, lamenta. Si eso ocurre, adelanta la ONG, lo que acontecederá inmediatamente después será la contraofensiva de “The Great Epoch y sus partidarios”, quienes “probablemente no perderían la oportunidad de atacar nuestra investigación y afirmar que todo esto es parte de una campaña de difamación planificada contra ellos”.
Por ello, la ONG –autora de otras investigaciones como la que reveló el propósito comercial de una parte de los bulos que difunde la extrema derecha española– recuerda que su informe sobre Tierrapura.org “no debe usarse para sacar conclusiones definitivas o para cerrar debates legítimos sobre temas mucho más importantes”, más allá de los concernientes a la propia página de fakes analizada.