Arabia Saudí exige publicidad favorable a cambio de ayuda humanitaria en Yemen
Según un documento interno de la ONU, Arabia Saudí ha exigido a los organismos de ayuda humanitaria con presencia en Yemen que hagan publicidad favorable de Riad a cambio de los 820 millones de euros aportados por el reino como asistencia.
En general, la intervención militar saudí en los tres años de guerra civil en Yemen es vista como una de las principales causas del desastre humanitario que sufre el país: 10.000 civiles han perdido la vida y millones están al borde de la inanición. Arabia Saudí intervino en Yemen para restaurar al gobierno reconocido por la ONU y hacer retroceder a los rebeldes hutíes, apoyados por Irán.
Muchos donantes buscan publicidad a cambio de donaciones, pero el nivel de las exigencias saudíes es inédito. Con el título 'Plan de Visibilidad', los documentos de la ONU hacen referencia al presupuesto humanitario de 2018 para Yemen y muestran las presiones sobre la agencia de ayuda de las Naciones Unidas, OCHA, para aceptar los requisitos de publicidad vinculados al dinero saudí y emiratí. Las aportaciones de los dos países representan casi una tercera parte de todo el presupuesto humanitario que las Naciones Unidas ha destinado a Yemen en 2018.
Las futuras donaciones que OCHA distribuirá entre los organismos de ayuda estarán directamente vinculadas con la cantidad de publicidad beneficiosa que se le dé a Arabia Saudí, según recogen los documentos. También se exige a la OCHA que busque publicidad positiva de los esfuerzos humanitarios saudíes en Yemen en periódicos como The New York Times y The Guardian.
El documento establece además que todas las agencias receptoras de ayuda saudí deben entregar un resumen con la publicidad que han hecho de su financiación: “Nos parece muy importante asegurar que todos nuestros queridos yemeníes estén al tanto de nuestras donaciones. Se debería hacer más hincapié en el plan de visibilidad local buscando que los medios locales participen... para que los donantes obtengan el reconocimiento merecido y no se vean eclipsados por la visibilidad de los organismos receptores de la ayuda”.
El plan estipula que la ONU organizará eventos en la sede de Naciones Unidas sobre la respuesta humanitaria en la crisis de Yemen y sobre el impacto generado gracias a la financiación de los donantes. Estos eventos deben reconocer el papel de todos los donantes, incluidos Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
El acuerdo también exige a las agencias receptoras de ayuda que documenten con fotografías y vídeos las actuaciones en Yemen que hayan sido financiadas por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
Acto seguido, el documento estipula 48 medidas específicas a adoptar por los organismos de las Naciones Unidas para dar a conocer en 2018 la actividad saudí en cinco de sus organismos de ayuda. Entre ellos, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, OCHA, la Organización Mundial de la Salud y Unicef.
Los documentos filtrados también muestran la presión que los dos países han ejercido sobre la ONU para que se hable de ellos como donantes caritativos. “Se espera de OCHA o de los organismos receptores de ayuda que publiquen artículos destacando nuestra contribución en periódicos reconocidos como The New York Times o The Guardian”, reza uno de los 48 requisitos.
Los documentos muestran cierta resistencia de OCHA ante alguna de las exigencias saudíes, pero la agencia cumplió con la petición saudí de que la agencia de la ONU “contrate a una persona especializada para que sea el referente central que asegure la implementación por parte de todas los organismos receptores y agrupe los informes”.
En un comunicado, OCHA ha reaccionado así a la noticia de los documentos filtrados: “La mayoría de los donantes en Yemen y en otros lugares tienen requisitos de visibilidad que se acuerdan de forma bilateral con cada donante. Dado que son acuerdos bilaterales, no divulgamos el detalle de cada uno de estos arreglos.... A lo largo del conflicto en Yemen, la ONU ha pedido a todas las partes del conflicto de manera explícita, coherente y pública que cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, incluida la obligación de proteger a los civiles y la infraestructura civil. Seguiremos haciéndolo”.
Traducido por Francisco de Zárate