UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.
“Vine desde Beirut hasta el norte de Líbano en una motocicleta, no sé cuándo comenzarán mis contracciones ni cómo llegaré al hospital”
El inicio del conflicto creciente en Líbano ya ha dejado a más de 4.000 refugiados y refugiadas de Palestina desplazados provenientes de diferentes áreas afectadas en el país. Muchos de ellos, incluidos aquellos desplazados de campamentos ubicados en Beirut, Beqaa y sur de Líbano, reciben ahora atención médica en 12 centros de salud en funcionamiento de UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina.
Fadwa Mizyana, refugiada palestina de 51 años, fue desplazada hace varios días de Qasmieh, en el sur de Líbano, al campamento de Nahr El-Bared en el norte, que se considera un lugar más seguro, alejado de los objetivos de las fuerzas israelíes. Fadwa escapó de la peligrosa situación en el sur con su esposo, su madre y sus hermanas. No podían soportarlo más. “Sufro de diabetes e hipertensión. No puedo sobrevivir sin tomar mis medicamentos”.
Fadwa tuvo que dejar el sur de Líbano y trasladarse a un área más segura donde pudiera acceder a atención médica y obtener sus medicinas. “Todas las farmacias, algunos hospitales y todos los centros de salud de UNRWA tuvieron que cerrar en el sur de Líbano. Solía recibir atención en una clínica de salud de UNRWA en Qasmieh, pero ahora me atienden en otro centro de salud en Nahr El-Bared. Temo que nunca podamos regresar a nuestros hogares y vidas normales”.
A pesar de todo lo que ocurre en las áreas afectadas, el personal de UNRWA ha hecho los esfuerzos necesarios para responder a las necesidades de los refugiados que no pudieron abandonar estas áreas. Se han distribuido medicamentos para pacientes con enfermedades crónicas en el campamento de Rashidieh, al sur de Líbano, a través de un vehículo estacionado cerca de los puntos móviles de salud en el campamento. El plan era hacer lo mismo en el campamento de Burj El-Shemali, al sur de Líbano, pero desafortunadamente, debido a la situación allí, el personal no pudo llegar.
Los riesgos emergentes de salud pública plantean desafíos adicionales para el personal sanitario y los refugiados desplazados. Afortunadamente, hasta ahora no se ha producido un brote de enfermedades infecciosas entre los refugiados desplazados. Sin embargo, recientemente, la OMS emitió una advertencia tras detectar el primer caso de cólera altamente contagioso en el norte de Líbano, lo que ha generado grandes preocupaciones sobre las personas desplazadas por los bombardeos y los riesgos que acarrea esta enfermedad.
Entre los refugiados palestinos más afectados hoy en día están las mujeres embarazadas, que temen dar a luz en medio de esta situación caótica. Aya Mousa, refugiada palestina de Siria, ha estado viviendo en Líbano durante casi una década.
Es madre de dos niños y actualmente está en su tercer trimestre de embarazo. “Tuvimos que abandonar el campamento de Burj El-Barajneh el 23 de septiembre por temor a quedar atrapados en el campamento”. Aya explica que el único hospital de la Media Luna Roja Palestina en funcionamiento en el campamento y la clínica de salud de UNRWA cerraron debido a la situación y al conflicto creciente. Aya ahora reside en el norte de Líbano, donde sigue su embarazo con una matrona en la clínica de salud de UNRWA y recibe todos los suplementos necesarios. “Debido a la situación actual, mi esposo y yo no podemos costear suficiente comida ni vitaminas. Sobrevivimos con lo que recibimos de UNRWA. No estoy recibiendo suficientes nutrientes, lo cual está afectando seriamente a mi bebé y me pone en riesgo de parto prematuro. Vine desde Beirut hasta el norte de Líbano con mi esposo y mis dos hijos en una sola motocicleta. No sé cuándo comenzarán mis contracciones ni cómo llegaré al hospital si la ambulancia no puede llegar al campamento a tiempo”. Afortunadamente, Aya no tendría que cubrir los costes si da a luz de manera natural en el hospital de la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina, ya que UNRWA cubre el 100% de los gastos de parto, apoyando la salud de la madre y del bebé.
A pesar de las dificultades provocadas por el conflicto en curso, los intentos de UNRWA para proporcionar atención médica reflejan las necesidades urgentes de los refugiados palestinos que han sido desplazados de sus hogares a áreas más seguras. Aunque las acciones rápidas —distribución de medicamentos y hospitalizaciones de emergencia— han ayudado a reducir ciertas preocupaciones de salud, la situación sigue siendo inestable, especialmente para poblaciones vulnerables como los ancianos y las mujeres embarazadas.
Dada la imprevisibilidad de la violencia y la inminente propagación de enfermedades como el cólera, existe una necesidad inmediata de soluciones a largo plazo y apoyo internacional constante. Para miles de refugiados palestinos su existencia depende de la provisión de ayuda humanitaria.
Sobre este blog
UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.