Charisma Carpenter acusa a Joss Whedon de “abuso de poder” y “amenazas” en 'Buffy' y 'Angel'
Charisma Carpenter, conocida por su papel de Cordelia en Buffy, cazavampiros y Ángel, ha acusado de forma pública a Joss Whedon, creador de ambas, de abuso de poder y comportamiento tóxico durante el tiempo que trabajó a sus órdenes.
A través de un comunicado publicado en redes sociales, la intérprete afirma que la “mala conducta” y los “perturbadores incidentes” que vivió desencadenaron de “una enfermedad mental crónica” que sigue padeciendo. “Era cruel y mezquino, denigraba a unos de forma pública y jugaba a los favoritismos, haciendo que la gente se enfrentara entre sí para competir por su atención”.
“Me llamó gorda delante de todos estando embarazada de 4 meses”
La intérprete ha decidido hablar después de la investigación emprendida dentro de Warner Bros tras las acusaciones de Ray Fisher contra el director y guionista tras su experiencia en los reshoots de La Liga de la Justicia. El encargado de interpretar a Cyborg aseguró que Whedon había tenido un comportamiento “abusivo” e “inaceptable” en el rodaje del filme.
“Al leerlo, me destrozó. Joss tiene una reputación de ser esporádicamente cruel. Ha creado ambientes de trabajo tóxicos y hostiles desde el comienzo de su carrera. Lo sé porque lo he experimentado de primera mano”, cuenta Carpenter, que cuenta que el creativo la amenazaba de manera recurrente y con tono “pasivo-agresivo” con despedirla. No solo eso: “Despiadadamente me llamó gorda delante de mis compañeros cuando estaba embarazada de 4 meses, pesando 61 kilos”.
Whedon intentó persuadirla de no tener el hijo
La artista habla con detalle de cómo los problemas se acrecentaron tras quedarse embarazada, cuando estaba ya en Ángel. Cabe recordar que después de tres temporadas en Buffy, David Boreanaz y ella pasaron a liderar este spin-off en 1999; Carpenter, sin embargo, salió a la francesa tras la cuarta tanda. Durante años, se había especulado con que el embarazo fue el desencadenante, algo que ella confirma.
En concreto, acusa a Whedon de haberse negado a hablar con sus representantes en un primer término, y que cuando logró una reunión con él, a solas y a puerta cerrada, intentó persuadirla: “Me preguntó si de verdad quería tenerlo y me manipuló usando como arma mi feminidad y mi fe. Atacó a mi personaje, se rio de mis creencias religiosas, me acusó de querer sabotear la serie, y sin miramientos me despidió en la temporada siguiente después de dar a luz”.
Además, relata que durante su última temporada en la serie y estando de seis meses, alargaron sus jornadas de trabajo pese a que había pedido por recomendación de su doctor de reducirle el horario. “Me chuparon toda la felicidad y Joss era el vampiro”.
Participó en la investigación de WarnerMedia contra Whedon
“Me sentí indefensa y sola”, continúa, y cuenta que no dejó el trabajo por motivos económicos. “Pese al acoso, una parte de mí seguía buscando su aprobación, buscaba excusas para disculpar su comportamiento y reprimí mi dolor. Incluso he dicho en convenciones que trabajaría con él de nuevo. Solo hasta hace poco, después de años de terapia y de despertar gracias al movimiento Time's Up, entiendo la complejidad de estos pensamientos desmotivadores”.
Carpenter agrega que pidió participar en la investigación emprendida dentro de WarnerMedia tras la denuncia pública de Ray Fisher y que si se ha decidido a hablar es por el hecho de que se despidiera al actor de su siguiente proyecto dentro del universo DC, The Flash. “Pese al miedo que tengo al impacto que tenga esto en mi futuro, no quiero permanecer callada”.
Aunque su carrera se ha desarrollado sobre todo en televisión, hemos podido ver a Charisma Carpenter con papeles en Los mercenarios y Los mercenarios 2. Ha aparecido durante la última década en ficciones como Chicago P.D., Lucifer y Mentes criminales. Su último crédito como intérprete es la serie Pandora en 2019.