27 años después de que el prófugo Antonio Anglés y su compinche Miguel Ricart secuestrasen y asesinasen a Miriam, Toñi y Desirée, el crimen del caso Alcàsser ha tenido novedades.
La jueza del Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira ha emitido una orden europea de investigación para solicitar la colaboración de las autoridades del Reino Unido sobre la supuesta huida en barco de Antonio Anglés en marzo de 1993.
Una comisión requisitoria internacional que llega después de que la policía enviase al juzgado un informe sobre las palabras que Kenneth Farquharson Stevens, el capitán del 'City of Plymouth' que fue el barco en el que huyó el presunto asesino, pronunció a cámara durante el reportaje especial de Equipo de investigación de laSexta emitido en enero de 2018, 25 años después del crimen.
Una investigación periodística que se convierte de esta forma en impulso judicial para un caso que conmocionó a España en los 90, y que sigue sin resolverse. Pero que como nos explica la directora de programas de actualidad de Atresmedia Luz Aldama, es más fruto del trabajo de dos periodistas que llevaban ya un año investigando el caso para escribir un libro antes que “transformarlo” ellos mismos en un reportaje televisivo, al que la directiva considera “un relato documental” que permite dar las claves de la fuga que se plasma al completo en el libro que contiene toda la investigación, y que se publicó en abril del 2018: “La misión del reportaje era plasmar y ver en imagen lo que ellos ya habían trabajado por su cuenta desde un año antes, con 25 testigos que era la primera vez que hablaban a cámara”.
Los dos periodistas de los que Aldama afirma sentirse “orgullosa” son Genar Martí y Jorge Saucedo, y para ella “su trabajo ha sido clave para la reactivación del caso”. Al otro lado del teléfono, los dos investigadores reconocen que “es una satisfacción”, y que verdaderamente esperaban que se produjese esta decisión de la justicia.
“Anhelábamos que el reportaje fuera una excusa para reactivar el caso”
Ambos reconocen, obviamente sin desmerecer su trabajo, que tampoco les resultó difícil llegar hasta los testigos y convencerles para que hablaran. Martí señala que el interés de la policía británica no era tan grande como el de sus compañeros españoles, y que por eso no indagaron en la obviedad de que para escapar tuvo que necesitar ayuda: “En el año 93 probablemente no existía la actual colaboración entre policía española y británica”.
Aldama rememora cómo “en el trabajo previo que ellos realizaron, se dieron cuenta de que había elementos que podían ayudar a que el caso se reactivara”. Y por ese motivo verdaderamente “anhelábamos que el reportaje fuera una excusa para que el caso se reabriese o reactivase”.
Saucedo bromea con que la investigación sobre el caso Alcásser ya la había hecho “media España”, y explica que su gran aspiración era “llegar a donde otros no han llegado”. Por supuesto, reconoce que soñaban con desayunar un día con la noticia que ahora se ha producido: la reactivación del caso.
“Entendemos que a un juez sí se lo tendrá que decir”
Al cuestionarles sobre qué opinan de que hayan sido dos periodistas, y no la policía o los jueces, los que han logrado dar un impulso que reactive el caso, Luz Aldama se muestra comprensiva: “El tema se ha tratado a veces con mucho sensacionalismo, y eso ha hecho que hubiera muchas llamadas que no tenían nada que ver con la realidad. Lo que ha dispersado la investigación”. Aunque también reconoce su sorpresa porque el capitán de la embarcación “nunca haya hablado con un juez” para poder contar lo que dijo ante las cámaras del programa. Esa es la principal novedad que ha aportado el programa tras la petición de la jueza a las autoridades británicas.
Genar Martí explica que, efectivamente, Stevens fue interrogado en el año 1993 por la policía británica, pero que fue un interrogatorio “poco incisivo, sin profundizar. No le preguntaron quién pudo ayudar a escapar a Anglés”. Por eso no confesó, como sí hizo al ser entrevistado por el periodista, que él sabía qué marinero había ayudado a escapar a Anglés, aunque prefiriese no desvelar su identidad por lealtad a su tripulación. “Siempre pensamos que si a unos periodistas no lo quería decir, a la justicia tendría la obligación de decirlo. Entendemos que a un juez sí se lo tendrá que decir”, razona Martí.
Saucedo razona que simplemente con haber hecho que el capitán reconociese a Anglés en una foto, como hizo su compañero en la entrevista para el reportaje, “se habrían alejado las dudas sobre la conspiración”. Pero es algo que, para su sorpresa, la policía británica no hizo en su momento y que “no se ha sabido hasta 25 años más tarde, y porque Genar hizo esa entrevista”.
En esa entrevista hay un momento clave, en el que el periodista le muestra la lista de la tripulación y le pregunta si sabe quién fue, prefiriendo guardarse el secreto. Al preguntar a Martí si una vez se apagó la cámara Stevens se lo confesó, no quiere romper el off the record: “Prefiero reservármelo. Es algo que queda entre el capitán y nosotros”.
Igual de reservados, aunque en esta ocasión seguramente por formar parte del proceso, se muestran al preguntarles sobre si la policía o la jueza les ha reclamado algún tipo de material o les ha requerido para realizar alguna declaración: “Esa información, lo sentimos, pero nos la tenemos que reservar”.
La directora de programas de actualidad de Atresmedia concluye asegurando que hay que “felicitar” a los dos periodistas porque “su trabajo riguroso y exhaustivo, traducido en un libro, ha permitido la reactivación del caso”. Aldama también abre la puerta y asegura que “me encantaría” tener un segundo reportaje que pueda contar cómo ha acabado el caso tras su reapertura, y aunque Saucedo agradece la oportunidad, prefiere pide paciencia: “Es un tema que no hemos dejado de investigar, y ya veremos en qué desemboca toda la información que tenemos recopilada. La oferta existe, pero todavía está muy tierno como para tomar una decisión. Es un tema que sigue vivo”.