Relaciones poderosas de ficción que merecerían su propio spin-off (como el de Maca y Zulema)
Este curso televisivo 2018/2019 hemos tenido que despedirnos de numerosas series y de personajes claves para entender la ficción reciente: se ha producido el adiós de Carlos y Karina tras 18 años en Cuéntame cómo pasó; Big Bang Theory culminó 12 años de éxito; y mejor no hablar de Juego de tronos para evitar reavivar traumas generados con su desenlace.
Pero en algunos casos, el final ha supuesto un nuevo inicio: es el caso de Vis a vis, que tras echar definitivamente los barrotes después de 4 temporadas, otea ahora El oasis, un spin-off centrado en dos personajes indispensables dentro de una ficción tan coral como aquella, Maca (Maggie Civantos) y Zulema (Najwa Nimri).
Sean protagonistas o no, formen parte de un elenco más grande, a veces resaltan parejas de personajes cuyas tramas, a menudo conjuntas, parecerían no acabar dentro de los márgenes de la ficción. Bien por amistad, enemistad o por romance, sus destinos quedan unidos y tienen carrete como para extenderse fuera de los límites de la historia que nos permitió conocerlos.
Aprovechando la puerta que dejan abierta las dos reclusas de Cruz del Norte, liberamos nuestra imaginación y proponemos hasta una quincena de posibilidades de series de ayer, hoy y siempre.
Carlos y Karina ('Cuéntame cómo pasó')
Estamos ante el caso paradigmático, especialmente ahora que Antonio y Merche se separan tras 19 años juntos en Cuéntame cómo pasó. La resolución de la relación entre el tercero de los hijos de la familia Alcántara con su amor de toda la vida mantuvo en vilo a la audiencia hasta el mismísimo desenlace que le dieron sus guionistas. Y, por aplaudido y modélico que fuera, bien podría haber continuado de otra manera, en otro formato.
El spin-off dejaría de contarnos el relato de la España contemporánea, pero desde su nueva ubicación internacional podría cubrir otros eventos de la Historia del mundo... sin dejar de perder el foco en este noviazgo eterno que a diferencia del de sus mayores ya parece inoxidable.
Sheldon y Penny ('The Big Bang Theory')
The Big Bang Theory ha terminado, pero desde luego a CBS no le importaría seguir estirando el chicle. Ya que tiene a El joven Sheldon narrando el pasado del científico de ficción más admirado de la televisión reciente, ¿por qué no interesarse por su futuro y madurez? Y aunque su compañera de vida no es otra que Amy Farrah Fowler, con quien apetece verle en un spin-off es con Penny. Al fin y al cabo, nadie le ha sacado tanto de quicio (para nuestro disfrute) ni ha tenido tanta química en pantalla con él como el personaje interpretado por Kaley Cuoco. Y puestos a imaginar, qué mejor que a dos personajes tan opuestos como estos compartiendo piso en su día a día.
Desmond y Penny ('Perdidos')
Y de la Penny de Big Bang pasamos a la de Perdidos, con la que comparte nombre y una historia digna de un spin-off. Es cierto que ella no fue un personaje protagonista ni su relación con Desmond la más importante de la serie, pero sí la más entrañable y romántica gracias a capítulos como La constante, uno de los grandes hitos de la ficción de ABC.
Después de luchar contra viento y marea por su relación, ambos merecen ser felices con el pequeño Charlie. Y nosotros verlo en pantalla. Además, antes que un remake de Perdidos, ¿qué mejor que retomar la historia con uno de los personajes más interesantes y queridos de su universo, con habilidades sobrenaturales y una conexión especial con la isla? Y sí, sabemos que Desmond y Penny estaban en la Iglesia en la escena final de la serie, con todo lo que ello significa. Pero hablamos de Perdidos, así que todo puede pasar.
Steve Urkel y Laura Winslow ('Cosas de casa')
Hace apenas unos días, la fiebre estadounidense por el reboot daba lugar a una nueva cepa seriéfila: Punky Brewster regresaría 30 años después de su final, con una crecida Soleil Moon Frye ejerciendo ahora de madre soltera y viviendo nuevas aventuras. El poder de la nostalgia es fuerte y sustenta proyectos como estos, y pocos personajes más icónicos para toda una generación que el de Steve Urkel (Jaleel White), el plasta pero encantador vecino de los Winslow en Cosas de casa.
El personaje era un ejemplo perfecto: de secundario cómico a eje de las tramas, centradas en buena medida en sus experimentos chiflados y en su amor platónico (luego ya no tan platónico) por su vecina Lisa. Si podemos reencontrarnos con Punky Brewster, ¿por qué no hacerlo también con la nueva familia formada por Urkel y Lisa? Una suerte de Cosas de casa Reloaded con más ciencia ficción y más humor absurdo podría funcionar igual de bien, si no mejor, que cualquiera de los reboots que se han emprendido en años recientes.
Antonio Recio y Enrique Pastor ('LQSA')
Aunque hace tiempo que se descartó tal idea, hubo habladurías sobre la posibilidad de sacar de Mirador de Montepinar a algún vecino y permitirle comenzar de cero en un nuevo entorno. Aunque se especulaba con Estela Reynolds como la mejor posicionada para este relanzamiento, eso no invalidaría otras opciones. Imaginen una serie dedicada a las andanzas como solteros erráticos del Recio y Enrique Pastor, fuera de su espacio de confort en la comunidad...
Cabe recordar que ambos ya han contado con tramas que los llevaban lejos de bloque de vecinos con resultados francamente divertidos, como cuando se dedicaron a perseguir a Judith después de dejar al exalcalde; o la terrorífica despedida de soltero que vivieron en una casa rural encantada. Las desventuras de uno y otro podrían no acabar nunca...
Mauri y Fernando ('Aquí no hay quien viva')
Aunque si tenemos que pensar en personajes creados por los hermanos Caballero que hubiéramos querido ver o seguir viendo por su lado no podríamos olvidarnos a la pareja formada por Mauri (Luis Merlo) y Fernando (Adrià Collado) en Aquí no hay quien viva. Fueron favoritos de los fans durante el tiempo de emisión de la ficción en Antena 3, y cualquiera de sus posibles tramas hubiera mantenido el interés.
¿Acaso no hubiera sido interesante seguirlos en su nuevo edificio, compartiendo vecindario con Bea y Ana? La propuesta bien pudiera haberse convertido en algo cercano al espíritu de un Will y Grace a la española y hubiera sido cuando menos refrescante tener una ficción de máxima audiencia protagonizada por un matrimonio del mismo sexo.
Mitch y Cam ('Modern family')
Y hablando de visibilidad, y dado el interés de FOX por mantener la marca de Modern Family... Sin duda, la de Mitch y Cam ha sido la familia moderna más aplaudida de las tres en liza en la sitcom. Con Modern Family a una temporada de su desenlace definitivo, quizás sería momento para pensar si no merecerían algo más de espacio para desarrollarse como pareja del que han tenido ambos. Sería una buena oportunidad para corregir algunas de las críticas que siempre ha recibido su relación, al ser los personajes menos proclives a tener muestras de afecto explícitas.
Sole y Paco ('7 vidas')
7 vidas, sitcom española por antomasia, ya contó con su propio spin-off igual de exitoso, Aída. Pero podría haber tomado a otros personajes y haberles dejado desarrollarse en su propio hábitat. A fuerza de collejas, Sole se proclamó reina de la serie, pero una vez terminada la andadura de esta, bien podría haberse mudado con su hijo Paco con jocosos resultados.
¿Cómo hubiera sido tenerla a ella fuera de lugar, dentro del mundo de su encantador pero desastroso primogénito? La convivencia de Amparo Baró y Javier Cámara bien hubiera valido su propia continuación.
Mónica Geller y Chandler Bing ('Friends')
Recientemente, GQ teorizaba sobre qué pareja de Friends era la que verdaderamente conectaba con el público y sostén emocional de la serie: si Ross y Rachel, cuya enrevesada relación centró la atención durante las 10 temporadas; o Monica y Chandler, que desarrollaron su propio noviazgo en paralelo. Mientras unos tuvieron un idilio tormentoso y complicado, con continuas idas y venidas, los segundos crecieron como personajes y maduraron gracias a una relación bastante más saludable, y no por ello menos divertida.
Friends terminó con ambos convertidos ya en padres por partida doble y rumbo a su nueva vida lejos del círculo de amigos, una nueva vida que parecía idílica y perfecta. Pero conociendo a ambos, seguro que no sería tan sencillo que encajaran así como así en un nuevo vecindario. ¿No hubiera divertido verlos en este entorno, enfrentándose a la vida decididamente adulta y a su función como padres de gemelos? Podría haber sido una sitcom familiar para una nueva era que, quizás, hubiera funcionado mucho mejor que la opción de Joey.
Marshall y Lily ('Cómo conocí a vuestra madre')
De un modo un tanto análogo al anterior, tenemos el caso de Cómo conocí a vuestra madre, con la pareja formada por Jason Segel y Alyson Hannigan. No eran el centro de las tramas, pero resultaban encantadores con su visión de las relaciones de pareja. Si ya sabemos qué fue de Ted y de sus hijos, no estaría de más saber cómo les va a la pareja en Roma, donde a buen seguro se enfrentarían a numerosos desafíos.
El profesor y Berlín ('La casa de papel') (¡SPOILERS!)
Aquí, inevitablemente, tendríamos que mirar no hacia delante sino hacia atrás para ahondar en la historia común entre Sergio Marquina, El Profesor (Álvaro Morte), y Andrés de Fonollosa, Berlín (Pedro Alonso). Como se desvelaba en los últimos momentos de la segunda temporada, el cerebro del golpe y uno de los ladrones más destacados son hermanastros por parte de padre.
Si el tráiler de la tercera temporada ya nos avanza que El Profesor iniciará la búsqueda de Berlín, ¿por qué no trazar, en paralelo, una cronología de los dos en solitario, una vez descubrieran su parentesco?.
Ana y Alberto ('Velvet')
Aunque Velvet tuviera continuidad a través de Velvet Colección, pendiente de cierre en Movistar+, cabe pensar que al público le hubiera resultado interesante ver a los personajes principales de la primera, Ana Ribera y Alberto Márquez, en la nueva tesitura que se abría tras su boda en el cierre: iniciando una nueva vida en Nueva York, enfrentándose a la modernidad de finales de los sesenta, por ejemplo.
Teté y Guille ('Los Serrano')
Este hubiera tenido hasta un título ideal (por supuesto, A toda mecha) y contando con sus dos principales protagonistas en pleno crecimiento, hubiera sido la respuesta de Globomedia a un Carlos y Karina. El sueño de Resines truncó cualquier posibilidad, pero está claro que estos dos semi-incestuosos personajes serían los únicos capaces de mantener el interés en la marca con denominación serrana, teniendo en cuenta la fascinación que despertó su relación, mucho mayor que la de sus hermanos mayores (Fran Perea y Verónica Sánchez).
Sam Axe y Jesse Porter ('Último aviso')
Hasta la llegada de Mr. Robot hackeara al resto de producciones de USA Network, ninguna representó mejor el estilo de la cadena de cable que Último aviso: acción con toques cómicos y aire descreído, trama adictiva, protagonista carismático (Jeffrey Donovan en la piel de Michael Westen) y un puñado de secundarios con encanto. Emitida entre 2007 y 2013, fue la ficción más vista del canal y una de las más exitosas del cable; eran tiempos previos a Tronos y similares, claro está.
Una vez resuelta la historia del exespía Michael Westen, los ejecutivos de la cadena quedaron tan satisfechos como plantear seriamente la posibilidad de un spin-off que mantuviera el espíritu de las siete temporadas pero con sus compinches estrella, el fiestero exnavy SEAL Sam Axe (Bruce Campbell) y el sarcástico exanalista Jesse Porter (Coby Bell). El primero ya contó con su propia precuela en solitario y bien podría haber continuado resolviendo casos en el caluroso Miami entre mojito y mojito con su compinche. Que no fructificara un proyecto así es algo que solo ellos podrían resolver.
Quagmire e Ida ('Padre de familia')
La primera aparición de Ida, padre de Quagmire, causó controversia por los chistes en torno a la transexualidad que la irreverente serie preparó para la ocasión. Seth MacFarlane, por su parte, siempre defendió que el personaje era uno de los más empáticos y positivos de la serie, algo que con el paso de los años se ha ido reafirmando gracias a capítulos como Trans-fat o Hot Pocket Dial.
Ya probaron con Cleveland sin demasiado éxito, porque en el fondo no hacía más que repetir la fórmula de Padre de familia, pero... ¿y si el ninfómano Quagmire y su padre decidieran mudarse y convertirse en eje de sus propias historias? La combinación sería interesante: más adulta aún que la original y con una perspectiva refrescante en cuanto a asuntos e historias relativas a sexualidad e identidad.