Faltan escasos cuatro días para despedir 2021 y, con ello, para descubrir el misterio que se ha convertido en tradición de las Nocheviejas televisivas: el vestido que lucirá Cristina Pedroche para la ocasión. Ante la falta de certezas, y con la propia presentadora dando pinceladas leves de lo que podemos esperar, Espejo Público se ha dedicado a teorizar sobre el acontecimiento del 31 de diciembre.
El magacín, presentado durante la Navidad por Lorena García, ha lanzado distintas hipótesis sobre lo que puede esconder en esta ocasión la presentadora de Love Island, quien durante las últimas intervenciones públicas ha asegurado que el de este año era más que un vestido, “un mensaje”. Tomando en consideración esta y otras informaciones difundidas por ella misma, así como las recientes promos, el programa trataba de dar con soluciones factibles al enigma.
De un vestido de ceniza a otro “hecho con su pelo”
Por ejemplo, la periodista Carmen Duerto ha insinuado como posibilidad que el traje esté inspirado en la catástrofe medioambiental del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, o incluso esté confeccionado por un diseñador canario. “Lo suyo es desnudarse... Pues ya le toca vestirse con el traje volcánico, o que vaya vestida totalmente vestida de ceniza”, apuntaba con cierta ironía.
Tomando en consideración el apunte sobre que el traje, si bien hecho a medida, no requería que Pedroche “guardase la línea”, según anunció ella misma en El Hormiguero, se ha planteado la opción de que el vestido sea una forma de comunicar que está embarazada.
La propia García ha añadido su propuesta propia, refiriéndose al hecho del peinado, otro de los secretos para este viernes 31. Recordemos que en su última aparición, Pedroche lució una peluca para evitar enseñar el estilismo de Nochevieja, y una promo previa había sugerido la idea de que incluso se rapase la cabeza. “Yo creo que puede ser que lleve un vestido de pelo, de su propio pelo, porque a ver qué ha hecho con todo su pelo. Tenía un melenón”, llegó a decir la presentadora.
Roberto Brasero se sumó a las quinielas siguiendo con el “más difícil, todavía” imperante en el plató. “Igual no puede dar pistas sobre el vestido, porque no hay un vestido”.
Ángel Antonio Herrera ha sido el más cauto, al reconocer “no tener ni idea” de lo que se puede esperar, pero sí ha valorado el esfuerzo de Pedroche por convertirse en un evento televisivo en sí misma: “Lo que sí ha logrado a lo largo de estos años es dificilísimo, que el vestido dure quince días, y sin vestido”, decía, y en este caso particular añadía: “Tiene vísperas de después, el vestido”