La estrategia de GH Revolution para no repetir errores: ¡Empiezan los Juegos del hambre!
Gran Hermano prometió una “Revolution” para su 18ª edición y la está cumpliendo. Ha metido a los concursantes antes de la gala de estreno y lo ha hecho a lo grande: escogiendo a 100 para después quedarse con los definitivos.
Se tratará de “una gala de salidas y no de entradas” lo que ha generado críticas entre los seguidores más acérrimos por privarles de ver las primeras reacciones de los participantes al entrar.
Pero lejos de ser un error, GH ha preferido sacrificar esa gala de presentaciones - que después de lo de Miguel Villas poco nos quedaba por ver- para garantizarse un casting efectivo que dé juego.
'GH 17' pecó de escoger a unos habitantes con perfiles tan parecidos que chocaban en una edición en la que solo se escuchaban gritos. En cambio, ahora, con todos ellos en su hábitat podrán hacer una mejor “selección natural”.
Una estrategia que les dejará escoger a los más llamativos, a los más despiertos y a los que sean capaces de “matar” por lograr una de las plazas.
También se ahorrarán a aquellos “muebles” que en su presentación prometen ser únicos e inigualables pero que después, frente al grupo, se hacen pequeños y pasan desapercibidos.
Y ni qué decir tiene que en estas 48 horas también podrán captar los primeros flirteos entre ellos, inicios de posibles relaciones que en las últimas ediciones han sido la clave para atraer a la audiencia.
El único reproche de esta presentación es que una vez más vemos perfiles de la misma edad - de entre 20 y 30 años, algunos de 40 y solo una de 60- y poca variedad cultural.
También nos prometieron que buscarían personas “vírgenes” del formato, pero escuchando algunos de los comentarios es evidente que soñaban con entrar desde hace años. ¿Quizá es que no existe nadie ajeno al programa?
“Gran Hermano ya ha empezado”, decía Jorge Javier, que por primera vez en esta edición, hoy conectaba con la casa. Y les informaban de que ellos podrían escoger al primer concursante... ¡Empiezan los juegos del hambre en España, señores!