Crítica

'Joaquín, el novato' debutó en Antena 3 como la versión simpática (y evolucionada) de Bertín Osborne

Joaquín, en su primer programa

Paula Hergar

6 de octubre de 2022 01:04 h

Antena 3 ha estrenado este miércoles Joaquín, el novato, el primer programa de televisión con el futbolista del Real Betis Balompié al frente. El andaluz se ha lanzado a la aventura catódica convertido en uno de los talismanes de las audiencias, como ya analizamos. Por lo que poco podía salir mal en su nuevo reto de encontrar la profesión a la que se dedicará una vez se retire de los terrenos de juego.

Con esta premisa, Proamagna ha creado un formato en el que Joaquín probará un trabajo diferente, entrevistando a célebres iconos de varias disciplinas, que le ayudarán a prepararse para una experiencia real con todos y cada uno de los distintos empleos. Una apuesta que ha generado una gran expectación.

Sin embargo, el sello (de calidad) inconfundible de la productora de Mi casa es la tuya y tener como protagonista en su primera entrega a Dabiz Muñoz no ha ayudado a la hora de diferenciar el nuevo espacio del anterior que presentaba Bertín Osborne. La estructura ha sido prácticamente la misma: una entrevista con el famoso, la experiencia de ambos entre fogones y la comida de después con familiares y amigos.

Podría parecer el mismo programa, solo que con un tono más distendido, con menos emotividad en los pasajes de la entrevista y con una evolución en el perfil del presentador: y es que, si algo tiene Joaquín que no tenía Bertín - además de un humor prodigioso- es la falta de vergüenza y de “encorsetamiento”.

Osborne tenía techo y ese era el que le ponían los cánones sociales de su imagen de macho ibérico. En cambio, Joaquín es de otra generación, de la que se permite reírse de sí mismo, ponerse en ridículo sin pudor, bailar, cantar y desafiar los límites impuestos por una sociedad que ya ha evolucionado y se siente más cómoda con él. De ahí su magia con la audiencia.

No nos engañemos, también es atractivo el ingrediente “futbolero” que Joaquín añade en cada entrevista: desvelando cómo comen los deportistas en su vida diaria, cómo han sido la vida de muchos de ellos al retirarse y las dificultades que arrastra el éxito a una edad temprana.

Pero charlas con famosos ya hemos visto (y muchas). Lo que aporta Joaquín, el novato es eso mismo: un nuevo perfil de presentador, “fresco”, espontáneo, con ganas de remangarse y, sobre todo, sin una armadura que le impide evolucionar a su personaje.

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