'Pesadilla en la cocina' volvió con una propuesta de Chicote que provocó que el dueño echara a todos los clientes

Alberto Chicote, en 'Pesadilla en la cocina'

Paula Hergar

4 de septiembre de 2024 00:55 h

Pesadilla en la cocina estrenó su novena temporada en laSexta con “el peor servicio de reapertura en años”, según lo definió Alberto Chicote desesperado frente a cámara.

La primera entrega de esta nueva temporada llevó al chef y al equipo del programa a conocer el Nicasso, un restaurante especializado en comida mediterránea donde se encontraron cucarachas en barra y cocina, falta de limpieza, una instalación eléctrica a punto de arder, gritos constantes, una ventilación deficiente y hasta un gato paseándose por el salón.

La última esperanza de Manel, el dueño del negocio, era llamar al presentador para levantar el local. Sin embargo, su actitud no era la de querer salvar su negocio: los gritos con las camareras eran constantes, las malas palabras frente a los clientes y la falta de higiene desesperaron a Chicote que no sabía cómo remontar aquello.

Por lo que la apuesta del presentador fue que cambiaran de papeles: el dueño pasara a hacer de camarero y viceversa, para que todos entendieran las complicaciones de cada tarea. Algo que parecía buena idea pero acabó provocando el caos absoluto. “Tú a la puta calle” gritaba Manel a una de sus trabajadoras que respondía a sus gritos en el mismo tono.

Seguidamente acabó echando hasta a los clientes que quedaban, diciéndoles que les invitaba a lo que habían comido pero que se marcharan.

Tras hablar con cada uno de ellos y lograr la paz. Hasta reencontrar al dueño con su hijo que le calmó. Chicote reformó todo el restaurante y llevó al equipo a la reapertura para que volvieran a ilusionarse y empezaran de cero. Una intención que duró pocos segundos ya que el servicio volvió a los gritos.

“No hay manera de que puedan hablarse en un tono normal” decía el presentador desesperado a cámara. “Haced lo que queráis que yo mañana me voy. Y me voy con la conciencia muy tranquila. Este es el peor servicio de reapertura en años. Terrible”. Y, aunque finalmente lograron encauzarlo, el chef se marchó dudando de su funcionamiento: “Deben empezar a pensar en equipo, en el momento en que lo logren lo tendrán”.

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