Ahora sí, apenas quedan unos días para que Valeria Valeriacambie de soporte. Los personajes de las novelas escritas por Elísabet Benavent aterrizarán este viernes 8 de mayo en el catálogo de Netflix, que estrena su serie inspirada en la saga literaria. En ella, Silma López, Paula Malia y Teresa Riott son las encargadas de dar vida a Lola, Carmen y Nerea; las tres mejores amigas de la protagonista que da título a la ficción.
La naturaleza de la ficción como adaptación hará que a ella se acerquen no sólo los suscriptores de la plataforma, sino también quienes quedaron atrapados y prendados por los libros. El contexto afecta directamente a quienes se encargan de poner voz y cuerpo a unos personajes ya conocidos. “Respetamos que cuando lees, todo lo que imaginas acerca de la historia es tuyo para siempre”, comparte López con Vertele sobre cómo lo han gestionado, “nosotras no pretendemos arrebatar nada de eso. Ojalá esto sea un plus y hayamos podido captar con nuestro trabajo la esencia de estas amigas tan queridas”.
Riott sí que reconoce que le ha dado “un poco de vértigo”, pero a la vez, “saber que Elísabet ha estado siempre detrás dando su visto bueno, que es una adaptación libre pero con la mamá sosteniéndonos, me da confianza”. Nerea, que es a quien encarna la actriz, es sin duda el que más cambia en su traslación a la pequeña pantalla. “Leí primero el guion, por lo que lo que me sorprendió fue la Nerea del libro”, reconoce al tiempo que defiende como “un acierto, mostrar otras realidades que están pasando hoy en día”. Y adelantando, eso sí, que en ella “cambia un pequeño matiz que la hace muy interesante”.
Valeria cuenta la historia de cuatro amigas, aportando “actualidad”, como expone López, y mostrando “cómo está viviendo la generación de los 90 la treintena”. Como la propia actriz comenta, “cuando éramos más pequeños pensábamos que a los 30 había que tenerlo todo, cierta estabilidad, y nuestra realidad es muy distinta porque la vida sigue, evoluciona, cambia y con ella cambiamos nosotros”. Es por ello que sostiene que “todo está inventado que la serie no es presenciada en ese sentido, trata la realidad de unos personajes en unas situaciones en la que es fácil empatizar con ellos”.
Esta unión tan estrecha con la realidad es la que es lo que Malia considera “uno de los grandes aciertos” de la serie. Todo ello mientras aborda temas desde “el miedo a la inestabilidad laboral” al “no poder encontrar una vivienda en la que vivir solo de una vez”.
Cada una de las cuatro amigas aporta su carácter, carisma y personalidad, ensamblando cada una su pieza en el puzzle que compone el universo de Valeria. López explica que “los personajes están bastante estereotipados” y describe a 'su' Lola como “el instinto del grupo, esa amiga sin filtros que todos tenemos, más impulsiva, más hedonista, con más ganas de pensar menos y hacer más”.
Riott explica que su álter ego Nerea es “su contrapunto. No se permite disfrutar, pone la cabeza en el grupo. Trata de poner más pragmatismo, es a la que piden consejo. Esa amiga con la que sabes que puedes contar para tus problemas más intelectuales”. Por último, según Malia, Carmen es “la romántica, la más risueña y a veces un poco naif, pero con mucho sentido del humor. Es muy dependiente de sus amigas, tiende a no escucharse mucho o bien, y ellas le hacen el gran favor de ser siempre una pared de rebote y espejo donde verse, y verse de verdad”.
El anclaje a la realidad influye igualmente al abordar el sexo. “Lo que más se demandó es que se tratara con naturalidad”, recuerda López, “es muy importante reflejar que no somos amantes perfectos todo el rato, el sexo imperfecto, torpe, frustrado, pasional, no pasional... todo esto está muy bien enseñado”. En lo que coincide con Riott, que reivindica el contar “que las mujeres también hablamos del sexo, disfrutamos del sexo, hay cosas que nos dan pudor, el tema de fingir, querer hacer juegos con tu pareja”. Igualmente aplaude que la serie incluya a “chicas que no tienen miedo ni tapujos a enseñar que hablan de sexo, y de manera tan natural”.
Ocurre algo parecido con el amor, al que “se desmitifica”. “Nos hacen un favor a todos”, comparte Malia, “te quita esa presión de tener que ser lo más todo el rato. No pasa nada. Está bien cagarla. La ficción a veces ayuda a crear nuevas realidades y está muy bien que Valeria muestre el sexo y el amor de esta forma”. Riott coincide sumando que son “una gran ventana que cuenta historias, está bien reflejar todo tipo de realidades, y que la gente se pueda sentir identificada, no solo con un ideal de mujer, cuerpo y sexo”.
La, de momento, primera temporada de la serie aborda En los zapatos de Valeria, el primero de los cuatro libros que componen la saga escrita por Benavent. Por lo que, cabría pensar, que la ficción podría tener asegurado su futuro. López reconoce que no tiene “expectativas de nada más de lo que estoy haciendo, aunque sí es cierto que mi cabeza soñaba y sueña con que fuera un proyecto de largo recorrido, pero en esta profesión hay que tener los pies en la tierra”.
Sus compañeras confiesan que “ojalá” continuara la serie. Riott justifica que, aunque “no se haya dejado nada en el tintero, al ser una serie actual siempre va a tratar de reflejar lo que está pasando en cada momento. Podríamos seguir contando hasta el infinito y más allá”. Y añade, considerando incluso la posibilidad de abordar el confinamiento al que estamos asistiendo. “Me surge la pregunta de qué estarían haciendo estas cuatro amigas durante la cuarentena”, bromea.