Berlín alternativo, una ruta por la cara menos conocida de la capital alemana

Haus Schwarzenberg, en Mitte (Berlín).

Roberto Ruiz

Berlín es una de esas grandes ciudades europeas que todos hemos de visitar alguna que otra vez para volver a repetir en cuanto sea posible. No solo por ser la capital de Alemania y estar cargada de historia, sino porque es capaz de ofrecer caras tan variadas y diversas que nuestros viajes, por muchos que sean, puede acabar no teniendo nada que ver entre sí. 

Seguro que si planeamos un viaje a Berlín pensamos en su Muro, en la Puerta de Brandenburgo, en el Reichstag, en el Museo de Pérgamo, en la East Side Gallery, en su catedral, en el Museo Nuevo, en el Monumento al Holocausto, en la Alexanderplatz o en el famoso Checkpoint Charlie. Y eso solo por citar algunos de los iconos más representativos de la ciudad. Pero Berlín va mucho más allá, porque además de diseñar un viaje centrado en sus monumentos podemos hacer otro de temática artística o gastronómica, o musical, o literaria… Tantas opciones como riquezas emanan de la ciudad. Pero quizá, antes que todo eso, quieras descubrir la versión más alternativa de Berlín.

Berlín es cosmopolita, rica en diversidad cultural, abierta y hogar de todo tipo de ideas y maneras de pensar. Es todo un baluarte de la cultura alternativa y experimental, y no tenemos más que darnos un paseo por los típicos barrios que se salen de las rutas más tradicionales para descubrir que aquí, si buscas algo diferente, tendrás donde elegir.

Friedrichshain-Kreuzberg

Empezamos fuerte, ni más ni menos que en el distrito de Friedrichshain-Kreuzberg, el más moderno de Berlín. Los barrios de Kreuzberg y Friedrichshain se fusionaron en 2001 y mientras que el primero aportó estudiantes y artistas, el segundo hizo lo propio con la mayor densidad de clubes de la ciudad. Aquí vamos a encontrar música callejera, espacios creativos, vida nocturna y arte en cada esquina. Kreuzberg es el lugar indicado para salir de fiesta si nos van sonidos como el hip-hop, el indie o el pop. Y si te gusta la comida callejera, es también uno de los lugares más indicados para disfrutar del famoso currywurst mientras das un paseo.

RAW-Gelände

Sin salir de Friedrichshain-Kreuzberg, RAW-Gelände merece una mención aparte. Se trata de un antiguo espacio industrial donde antes se reparaban trenes, ahora reconvertido, donde hay lugar para el ocio, la cultura y el arte al aire libre. La fiesta nunca falta de noche y, siempre que quieras, tienes a tu disposición la Teledisko, una vieja cabina telefónica transformada en la discoteca más pequeña del mundo. Los grafitis son grandes protagonistas aquí y los del local Cassiopeia siempre son referentes.

Mauerpark

Como su propio nombre indica, el “parque del muro” surgió donde antes se encontraba el muro levantado en 1961, que aquí separaba la antigua zona de Prenzlauer Berg y Wedding. Entre semana es un excelente lugar de esparcimiento y descanso, pero los fines de semana se llena de vida y actividad a través de su mercadillo o mercado de pulgas, los partidos de fútbol, baloncesto, petanca, el ritmo de los malabaristas, la música en directo y aquellos que se animan con el karaoke. De manera que se vuelve el lugar idóneo para disfrutar del ritmo más desenfadado de Berlín. En su web puedes conocer más sobre Mauerpark.

Kulturbrauerei

Entramos en el barrio de Prenzlauer Berg y encontramos Kulturbrauerei, un espacio cultural creado en las instalaciones de una fábrica de cerveza del siglo XIX. Los viejos edificios de ladrillo rojo fueron recuperados en la década de los 90 para darle un nuevo uso social y urbano, y la iniciativa tuvo tal éxito que hoy es todo un referente cultural en la ciudad. El espacio es enorme, cuenta con 12 edificios y varios patios, y por ellos se reparten teatro y literatura, gastronomía, exposiciones, eventos, conciertos, deporte y también vida nocturna. En Kulturbrauerei se llevan a cabo tantas actividades que te vendrá bien tener a mano su web para así estar al tanto de todo lo que se cuece aquí. 

Prinzessinnengärten

Vamos a otro lugar verde, Prinzessinnengärten. Se encuentra en Kreuzberg y se trata del proyecto de jardinería urbana más conocido de Berlín. Durante más de 60 años este espacio de 6.000 m2 estuvo abandonado y sin uso, hasta que en 2009 la organización sin ánimo de lucro Nomadisch Grün transformó la tierra en un paraíso de vegetación. En este espacio público y abierto a todos no solo se ofrece un huerto urbano, sino que también proporciona programas didácticos en los que se siembra, se cultiva, se cosecha, se producen semillas, se instruye sobre la conservación de las hortalizas, el mantenimiento de las abejas y la creación de compost de lombrices. Y todo en el centro de la ciudad. También se pueden comprar productos cultivados allí mismo y antes de ir es interesante visitar su web para saber qué actividades están en marcha cada día.

Sammlung Boros

Sammlung Boros no es una iniciativa alternativa y urbana como otras que te recomendamos, pero sí es un lugar diferente. Para empezar, su edificio ya llama la atención, pues se trata de un enorme búnker construido entre 1941 y 1942 para proteger a la compañía alemana de trenes y a la población en general en caso de necesidad. Pero desde entonces ha tenido varios usos, desde cárcel hasta discoteca. En 2003 fue adquirido por Christian Boros y lo convirtió en un gran museo en cuyo interior hoy encontramos esculturas de arte contemporáneo, instalaciones, obras de luz y espectáculos de prestigio internacional. En total son 3.000 m2 distribuidos en 80 salas donde se recogen grupos de obras de artistas internacionales desde 1990 hasta la actualidad. Ten en cuenta que Sammlung Boros solo admite visitas guiadas reservadas con antelación.

Haus Schwarzenberg

Haus Schwarzenberg es un lugar de visita obligada si se quiere disfrutar del street art berlinés. Escondido, al fondo de un callejón, el Dead Chicken Alley, y en pleno barrio de Mitte, se encuentra este complejo en el que el arte urbano se desarrolla libremente, todo un icono de las corrientes alternativas de Berlín. Vamos a ver grafitis y esculturas, pero también estudios de artistas, el cine Kino Central, bares y el interesantísimo Museo Otto Weidt (Museum Blindenwerkstatt) en el que podremos conocer la historia de este taller de escobas y cepillos en el que durante el Tercer Reich trabajaron judíos ciegos y sordos bajo la protección del fabricante Otto Weidt, resguardándolos así del régimen nazi.

Tempelhofer Feld

Algo que también se sale de los planes más comunes de Berlín, al menos para los visitantes, es acercarse a conocer Tempelhofer Feld o campo de Tempelhof. Su historia es interesante pues en sus inicios este terreno se utilizaba para hacer desfiles y maniobras militares, pero los fines de semana se dio a conocer como parque al que todo el mundo quería ir a hacer pícnic. En los años 20 se construyó el aeropuerto de Tempelhof y se prohibió su acceso público. Pero desde que cerró en 2008 la ciudad ha vuelto a tomar sus 386 hectáreas y es un enorme parque plagado de entretenimiento. Aún conserva las pistas de los aviones y su viejo hangar, uno de los edificios más grandes del mundo dedicado al uso público. Si quieres sentirte un berlinés más, aquí tienes seis kilómetros para salir a correr, montar en bici, patinar o volar cometas, dos hectáreas y media destinadas a barbacoas, cuatro para pasear a los perros y una zona enorme en la que hacer pícnic.

Berliner Unterwelten

Y terminamos bajo tierra, algo que tampoco se suele hacer en los viajes más convencionales a Berlín. La capital alemana tiene en su subsuelo más de 3.000 búnkeres subterráneos, herencia de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, y hoy se puede visitar algunos de ellos para ver cómo se construyeron, cómo se utilizaban y cómo era la vida bajo tierra. Podemos conocerlos recorriendo su red de túneles a través de diferentes visitas guiadas: 'Mundos en tinieblas', 'Bunker Segunda Guerra Mundial', 'Bunker, Metro y Guerra Fría' y 'Escapes bajo el Muro de Berlín'. Las entradas solo se pueden comprar de manera anticipada en Berliner Unterwelten.

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