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Dentro y fuera del Corral de Comedias de Almagro

El acceso al Corral de Comedias está en la Plaza Mayor de Almagro

Roberto Ruiz

Almagro es teatro, pero es mucho más que el corral de comedias más famoso del mundo. Ubicado a media hora de Ciudad Real, en pleno corazón de Castilla-La Mancha, Almagro ha sido históricamente un cruce de caminos. Jugó un papel fundamental durante la reconquista de España gracias a la Orden de Calatrava y hoy, con un rico y cuidado conjunto histórico, esta villa antiguamente amurallada, con viejas casonas de piedra y multitud de patios castellanos, luce orgullosa un patrimonio que bien merece una visita.

Su apogeo llegó en los siglos XVI y XVII, cuando se convirtió en un relevante centro político, económico y cultural, y no tienes más que dar un paseo por sus tranquilas calles para comprobar el espectacular legado arquitectónico que luce hoy día.

Aunque lo más probable es que llegues a Almagro en busca de su Corral de Comedias, verás que una vez allí encontrarás muchos otros lugares de interés que harán de tu viaje una visita mucho más completa, cultural y enriquecedora de lo que esperabas en un principio.

Un paseo por Almagro para disfrutar de su conjunto histórico

Almagro es un lugar para pasear y disfrutar de la tranquilidad. Además del Corral de Comedias aprovecha para conocer otros lugares de interés, y no te vayas de allí sin probar su gastronomía más tradicional: las migas, el pisto, el asadillo, los duelos y quebrantos y, cómo no, las famosas berenjenas de Almagro.

  • La Plaza Mayor

Es el centro de Almagro, tanto geográfico como vital, y es el punto en el que deberías empezar tu visita por esta villa manchega. Está presidida por el ayuntamiento y flanqueada por dos grandes galerías acristaladas sobre soportales de columnas. Hoy los ventanales de las viviendas pintados en verde son su principal característica, aunque en su origen se trataba de galerías abiertas y corridas, que hacían de balcones para asistir a los espectáculos públicos que se desarrollaban en la plaza. Aquí encontrarás un sinfín de bares y restaurantes con terrazas al aire libre.

  • El Museo Nacional del Teatro

Presume de ser el único museo dedicado al teatro que encontrarás en territorio español y uno de los pocos Museos Nacionales ubicados fuera de Madrid. Pero ¿Qué mejor lugar que Almagro para él? Cuenta con tres plantas, comienza en el teatro grecorromano y abarca hasta el siglo XX, pasando por el medieval, los Siglos de Oro, el Siglo de las Luces, Don Juan Tenorio y el Romanticismo, y hasta el teatro de marionetas. En el claustro se recogen diferentes artilugios que recreaban los sonidos de la naturaleza y maquinarias escénicas en épocas pasadas. La entrada al Museo Nacional del Teatro es gratuita los sábados por la tarde y los domingos por las mañanas.

  • El Teatro Municipal

El Teatro Municipal de Almagro se encuentra en la calle San Agustín, en la arteria principal que cruza el casco histórico, y fue construido en 1863. Luce una fachada neoclásica que no pasa desapercibida y cumple los cánones de los teatros a la italiana, con un interior en forma de herradura y tres balcones. A finales de los años 60 su estado llegó a ser ruinoso pero fue restaurado en 1989 gracias a ser incorporado al Programa de Rehabilitación de Teatros Españoles del XIX. En la actualidad este coqueto y bonito teatro acoge representaciones a lo largo de todo el año.

  • El Palacio Fúcares

Otra de las visitas que no puedes dejar de hacer en Almagro es la del Palacio Fúcares. Fue construido como una casa familiar y es un buen ejemplo de arquitectura renacentista. En ella residió Juan de Juren, enviado por los Fúcares (la familia Fugger o Fúcares, empresarios y financieros alemanes de los siglos XV y XVI) para controlar sus negocios. Fue levantado en la primera mitad del siglo XVI y todo gira alrededor de un patio central de planta cuadrada que da lugar a dos galerías con arcos de ladrillo. Desde 1984 alberga la sede de la Universidad Popular y desde el año 2000 su patio acoge también el Festival Internacional de Teatro.

  • El Espacio de Arte Contemporáneo

Este lugar dedicado al arte ocupa parte del que fue el hospital de San Juan de Dios, levantado en el siglo XVII. Tras muchas idas y venidas, en lo que quedaba de hospital se hizo un nuevo teatro y el resto se adaptó para acoger este Centro de Arte Contemporáneo. Cuenta con una buena colección permanente y recibe interesantes exposiciones temporales, como la dedicada a “La copla como género escénico” llevada a cabo del 4 de julio al 13 de octubre de 2019, en la que Miguel de Molina, primera gran figura masculina de la copla, tiene un especial protagonismo.

  • El Museo del Encaje

Almagro cuenta con una importante tradición en torno al encaje de bolillos. Tanto que cuenta con su propio Museo del Encaje. Es curioso dedicarle una visita para conocer su arraigo e importancia económica en la localidad, y disfrutar de este homenaje a las mujeres que desde hace siglos se han dedicado al encaje en Almagro. El museo se abrió en 2004 y tiene una clara orientación didáctica, poniendo en valor la alta calidad de sus encajes, tanto por diseño como por ejecución.

  • La Iglesia de San Agustín

La iglesia de San Agustín es lo único que queda del Convento agustino del Santísimo Sacramento, que pasó a la historia tras la desamortización. El templo es de propiedad municipal y está desacralizado, por lo que hoy en día es usado como sala de exposiciones. Merece la pena entrar aunque sea para contemplar las espectaculares pinturas murales al temple de temática agustina que lo cubren todo, así como las cicatrices que aún luce en su estructura causadas por el terremoto de Lisboa de 1755.

  • El Museo Etnográfico

Un lugar curioso para viajar a un pasado no tan lejano. El Museo Etnográfico de Almagro recoge una buena colección de utensilios y enseres que mantiene vivos viejos oficios que ya solo perduran en la memoria de los más mayores. Leñadores, plateros, zapateros, queseros, herreros, boticarios, esquiladores o toneleros entre muchos otros. Un espacio que nace gracias a la iniciativa privada de una familia almagreña y en el que todas las visitas son guiadas.

El Corral de Comedias y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro

Almagro lleva más de 40 años celebrando su Festival Internacional de Teatro Clásico. Una cita teatral que tiene lugar cada mes de julio a lo largo de 25 días y en el que cada edición suele recibir a un país invitado. Nació orientado al teatro de los siglos XVI y XVII pero conforme han pasado los años ha ido englobando otros periodos y disciplinas. A lo largo del Festival se organiza cerca de un centenar de representaciones, encuentros internacionales y acciones culturales en diversos espacios de Almagro, tanto en el Corral de Comedias como en otros teatros, plazas, patios, claustros y espacios culturales. Un evento multitudinario que en 2019 ha recibido 55.000 asistentes y 66 llenos absolutos.

Pero el Corral de Comedias merece un punto y aparte en Almagro. Seguro que lo recuerdas de tus clases de literatura, y es que es el único que se conserva intacto y en funcionamiento, y no encontrarás otro igual ni en Europa ni en América. Fue levantado en 1628 por Leonardo de Oviedo y hasta que los corrales dejaron de utilizarse sirvió de mesón y de espacio teatral. Desde que fue restaurado a mediados del siglo XX se usa exclusivamente para actividades escénicas y es el imán que lleva a miles de personas cada año hasta Almagro.

Durante el Siglo de Oro español los corrales de comedias solían ocupar el espacio de los patios de los mesones, las posadas o las casas de vecinos, adaptados de tal manera que un tablado hacía de escenario y los espectadores se repartían por el patio y las galerías según sexo y condición social.

Hoy, en el Corral de Comedias de Almagro hay representaciones teatrales a lo largo de todo el año, pero en verano, cuando en julio llega el Festival de Teatro Clásico de Almagro, necesitarás comprar tu entrada con mucha anticipación si no quieres quedarte sin vivir esta experiencia. Además de cultural es una obra maestra arquitectónica, y ya sea desde su patio de butacas o desde sus balcones, no es nada difícil trasladarse a otra época bajo el cielo estrellado de los veranos manchegos.

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