Si eres de los que prefiere viajar en septiembre, una vez que ya han pasado un poco los calores y las aglomeraciones de julio y agosto, entonces esto te va a interesar. Con el final del verano, muchos destinos cercanos a España se vuelven más accesibles y apetecibles, ofreciendo una experiencia más relajada y auténtica. Las ciudades poco a poco van retomando su ritmo, las temperaturas se van templando y también los precios van bajando.
Como fuente de inspiración, hemos recopilado una serie de destinos internacionales no muy lejanos que son ideales para viajar en septiembre. Algunos te llamarán la atención por su oferta cultural, otros lo harán por sus encantos naturales, también los hay que ofrecen motivos muy concretos para viajar en este momento del año, y todos, sin excepción, porque son el plan perfecto para huir de la rutina a la que todo el mundo vuelve tras las vacaciones de verano.
Portugal, Irlanda, Grecia, Croacia, Marruecos, Turquía y Malta se pueden convertir en tus próximos destinos de septiembre, sobre todo si aún no conoces ciudades como Oporto, Dublín, Atenas, Dubrovnik, Marrakech, Estambul o La Valeta. Sugerentes y atractivas en cualquier momento del año, pero más aún justo antes de que llegue el otoño.
Oporto, la segunda ciudad más grande de Portugal, puede volverse un destino encantador en septiembre. Con temperaturas suaves y menos turistas, es más fácil disfrutar de un agradable paseo por la ribera del Duero, visitar las bodegas de vino de la cercana Vila Nova de Gaia y explorar el casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Seguro que sabes que la ciudad es famosa por su arquitectura de azulejos, pero también por enclaves como la Livraria Lello, la estación de Sao Bento y el Puente Dom Luis I. Además, septiembre es ideal ya que coincide con la cosecha de la vendimia, permitiendo participar en festivales locales cercanos y degustaciones especiales.
Dublín en septiembre ofrece un clima fresco y agradable, perfecto para explorar la capital irlandesa antes de que lleguen las copiosas lluvias del otoño. La capital de Irlanda es conocida por su animada vida nocturna y sus históricos pubs donde nunca falta la música en directo, como el Temple Bar y muchos otros, menos famosos pero igual de genuinos. Puedes visitar el Trinity College y ver el Libro de Kells, pasear por el parque St. Stephen's Green y recorrer el histórico Castillo de Dublín.
Septiembre en Dublín está lleno de actividad. Por un lado tiene lugar el Dublin Fringe Festival, que reúne cientos de espectáculos artísticos durante dos semanas, y por otro el estadio Croke Park acoge las finales del campeonato de fútbol gaélico y de hurling, una buena oportunidad para descubrir dos deportes singulares.
Atenas es otro destino que brilla en septiembre. En pleno agosto puede ser sofocante, pero en este momento las temperaturas van bajando y la ciudad se hace más cómoda de pasear. Eso lo agradeceremos cuando nos animemos a visitar la Acrópolis, el Ágora Antigua y el Ágora Romana, áreas que con calor siempre se hacen duras de recorrer.
Puedes caminar por el barrio de Plaka, el de Monastiraki y el de Psyri, donde siempre hay ambiente y buenos restaurantes en los que disfrutar de la gastronomía griega, así como visitar el Museo Arqueológico de Atenas, todo un imprescindible. Además, la ciudad ofrece fácil acceso a las islas griegas cercanas, perfectas para una escapada de un día ahora que ha bajado la afluencia turística.
Dubrovnik, conocida como la ‘Perla del Adriático’, luce espectacular en septiembre. La ciudad antigua, con sus murallas bien conservadas y calles empedradas, es merecidamente reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Este mes es ideal para disfrutar de sus playas y calas cercanas, así como para realizar excursiones en barco por la costa dálmata o conocer parques naturales de Croacia.
Si puedes, sube en teleférico al mirador del Monte Srd, desde donde conseguirás una de las vistas más impresionantes de la zona amurallada y sus alrededores. Si lo haces a última hora de la tarde también podrás disfrutar de la ciudad iluminada. En este momento de transición entre el verano y el otoño podrás esquivar el gran número de cruceros que cada época estival llega hasta la antigua Ragusa.
Visitar Marrakech en verano no es nada recomendable, las altas temperaturas nos pueden pasar factura, pero en septiembre el tiempo es más templado y permisivo con los que quieren conocer la ciudad al detalle. Además de explorar su vibrante medina y sus coloridos zocos, también es buen momento para visitar el Palacio de la Bahía, los Jardines de Majorelle y la impresionante mezquita Koutoubia, que fue una de las mayores del mundo islámico cuando se terminó de construir en 1158.
La plaza Jemaa el-Fna se llena de vida al caer el sol, creando una de esas experiencias sensoriales que se recuerdan durante mucho tiempo. Para vivir una estancia más auténtica es altamente recomendable alojarse en un riad, y si es en la medina y cerca de la plaza de Jemaa el Fna, aún mejor. Tras el caos de la calle será como entrar en un precioso paraíso de paz.
Estambul en septiembre combina lo mejor de Europa y Asia con temperaturas agradables y calles menos ajetreadas que vuelven a la rutina. Como seguro que sabes la ciudad de Estambul es famosa por sus impresionantes mezquitas, como la Mezquita Azul, Santa Sofía y la Mezquita de Suleiman, y por lugares monumentales como el Palacio de Topkapi.
Puedes curiosear y regatear en el Gran Bazar y el Bazar de las Especias, o disfrutar de un crucero por el Bósforo para sentir un continente a cada lado. La mezcla de culturas y la rica historia de Estambul la convierten en un destino fascinante y en septiembre además se celebra Istanbul Fringe Festival 2024 dedicado a la danza, el teatro y las artes escénicas.
Malta es un destino ideal en septiembre, con su clima mediterráneo aún cálido y sus aguas cristalinas perfectas para nadar y bucear. La Valeta, su pintoresca capital, ofrece una rica historia con sus fortificaciones y edificios barrocos. De hecho, la catedral de San Juan es uno de esos lugares que nunca deberías pasar por alto. Pero la isla de Malta ofrece muchos atractivos más, como el pueblo pesquero de Marsaxlokk, la monumental Mdin, y la iglesia circular de la Rotunda, en Mosta. Si quieres ir un paso más allá siempre tienes la isla de Gozo, famosa por su tranquilidad y sus paisajes naturales.
En septiembre Malta tiene dos grandes festividades con las que culturalmente puede ser interesante coincidir: el Día de la Victoria, celebrado el día 8, que recuerda tanto el fin del Gran Asedio francés de 1565 como la caída del régimen fascista italiano en 1943; y el Día de la Independencia, celebrado el día 21, que marca el nacimiento del país en 1964, aunque realmente no se convirtiera en República hasta 1974.
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