Gran Canaria, isla de origen volcánico, es la tercera del archipiélago canario en extensión y altitud. En sus más de 1500 km² de superficie se encuentran algunos de los lugares más conocidos como la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, hábitat de numerosas especies protegidas, la playa de Las Canteras, una de las playas urbanas más importantes de España, o el parque rural del Nublo, cuyo monumento natural, el Roque Nublo, constituye uno de los símbolos más emblemáticos de la Isla.
Conocida como el continente en miniatura, su peculiar relieve y orografía permiten la aparición de microclimas y hábitats muy diversos; espacios dominados por pinos canarios, por palmerales, tabaibas y cardones o por vestigios de laurisilva que, junto al Fayal-Brezal, compone el denominado Monteverde. Cuando llegas a Gran Canaria tienes que visualizarla de a poquito, descubriendo su cultura, su historia, su gastronomía y su patrimonio.
Gran Canaria guarda en sus rincones calderas volcánicas, espectaculares dunas, curiosas formaciones rocosas, paisajes de viñedos y bancales o recónditas playas de arena negra, como la de Güi-Güi o la de Guayedra, que se pueden encontrar a lo largo de sus 236 kilómetros de costa. La riqueza de su flora y su fauna y su biodiversidad ha hecho que la mitad de la isla fuera declarada por la UNESCO como Reserva de la Biosfera en el año 2005.
Una ruta hacia el interior de la isla
Gran Canaria, con su red de senderos, es una isla que nunca defrauda. Los caminos han quedado impregnados de la historia de los antiguos habitantes de la isla, de sus usos y costumbres; un recorrido en el que podemos encontrar algunos de los yacimientos arqueológicos más conocidos como el Cenobio de Valerón, el Poblado de Cuatro Puertas, los Letreros de Balos o el Barranco de Guayadeque.
Una de las rutas más apasionantes para descubrir el interior de la isla es la del Camino de Santiago. Fue en 1965 cuando Juan XXIII concedió una bula papal, otorgando a la ciudad de Gáldar el honor de celebrar el Año Santo Jacobeo con los mismos privilegios que Santiago de Compostela. Hoy podemos recorrer el centro de Gran Canaria, desde Tunte hasta Gáldar, peregrinando entre barrancos, montañas y volcanes en un camino de casi 40 kilómetros, apto para los más aventureros, que asciende hasta los 1.200 metros en su primera etapa y desciende casi hasta los 2.000 metros en su segunda etapa.
Gran Canaria tiene, además, una gran riqueza cultural e histórica que hace las delicias de quien busca el contacto con la cultura del destino acercándose a las costumbres, a la gastronomía y a las tradiciones de la población local. A través de las rutas etnográficas es posible conocer la Gran Canaria más profunda, la de sus gentes que son quienes pueden trasladar estos valores a quien los visita, mostrando en primera persona su forma de vida y cómo elaboran sus productos de manera artesanal, y contribuir de alguna manera al desarrollo de la economía de las zonas menos conectadas, difundiendo valores de respeto, compromiso social y protección a la naturaleza.
Destino de montaña y de mar
Además de por sus senderos y por sus playas, Gran Canaria es conocida por sus fondos marinos y por su fauna marina. Su rica biodiversidad atrae miles de aficionados al buceo que buscan sumergirse entre viejas, bicudas, palometas, cabrillas y meros en algunas de las áreas más espectaculares de la isla como la reserva marina de El Cabrón, Sardina del Norte o la propia barra de la playa de Las Canteras, situada en la ciudad capitalina.
La constancia de los vientos y de las olas, unido a las buenas temperaturas, la han convertido en el escenario ideal para el desarrollo de campeonatos profesionales, posicionando la isla como referente internacional. Gran Canaria cuenta con numerosos spots para la práctica del surf, el windsurf o el kitesurf como la playa de Vargas, El Burrero, Jinámar o Playa del Inglés.
Gracias a su extraordinario clima y a su gran variedad de paisajes, en Gran Canaria se puede practicar actividades de Turismo Activo los 365 días del año, desde los deportes de aventura como el descenso de barrancos, el kayak, la orientación o las carreras por montaña, hasta las actividades de ocio y de recreo al aire libre como el senderismo, el yoga, el segway o la educación ambiental. Una buena manera de conocer Gran Canaria es a través de empresas y profesionales de Turismo Activo que forman parte de la Asociación Canaria de Turismo Activo, Activa Canarias, que vela por fortalecer la calidad de los servicios y el respeto medioambiental.
Mirar a las estrellas
No hay que olvidarse de mirar hacia arriba en este viaje por Gran Canaria porque podríamos perdernos uno de los mejores cielos del archipiélago. La isla, declarada por la Fundación Starlight como Destino Turístico Starlight por la calidad y la nitidez para contemplar las estrellas, cuenta con actividades de astroturismo que permite diversificar el turismo y potenciar la conservación del cielo oscuro como recurso natural.