elBulli ni se crea ni se destruye
Desde que elBulli cerrara hace dos años tras haber “completado su viaje como restaurante”, no le ha ido nada mal. Después de semanas anunciándose, por fin tuvo lugar la subasta celebrada en la casa Sotheby. En ella se pusieron a la venta varias piezas del restaurante y una cena con Ferrán Adrià, el archiconocido jefe de cocina de elBulli. En total se obtuvieron 900 000 dólares (casi 700 000 euros).
Como decimos, la oferta más deseada fue la de una cena para cuatro personas con Adrià en el restaurante de su hermano Albert en Barcelona, aunque la suma que logró no fue la más alta de toda la subasta. Las piezas del restaurante acreditado con tres estrellas Michelín se pusieron a la venta repartidas en 625 lotes. El principal contenía cuatro botellas de Romanée Conti 2004 firmadas por Adriá y Juli Soler. Precisamente con los vinos y una colección de cuchillos se registraron los mejores precios, y una chaqueta de cocinero firmada por Ferrán Adriá alcanzó 3063 dólares (unos 2350 euros).
No es la primera vez que elBulli organiza una subasta de este tipo. Aprovechando nombre y fama, a principios del mes de abril tuvo lugar una en Hong Kong, donde se recaudaron 1,8 millones de dólares. Sumados los beneficios de ambas subastas, obtenemos el escalofriante resultado de unos 2,7 millones de dólares. ¿Qué harán con esa cantidad de dinero Adrià y compañía? Lo tienen muy claro, los recursos se destinarán a elBullifoundation que, como vemos en su vídeo de presentación, tiene un doble cometido: salvaguardar la infraestructura, la documentación y el espacio físico de elBulli, y sobre todo mantener, a través de un archivo que recoja la historia de la cocina, el conocimiento generado en ese espacio. Con ello quieren “ayudar a crear a los cocineros de todo el mundo”. Qué importa lo que hagan, elBulli es una marca que funciona.
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