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La Educación de Adultos se abre a víctimas de “bullying” a partir de 16 años
Madrid, 7 dic (EFE).- Los alumnos a partir de 16 años con circunstancias especiales como enfermedades, embarazos, víctimas de acoso o “bullying” e inmigrantes recién llegados, entre otros, podrán acceder a los centros de Educación para Adultos, según la reforma educativa del Gobierno, la Lomloe o ley Celaá.
En la actualidad, solo pueden estudiar en estas enseñanzas donde lograr, por ejemplo, el título de Secundaria (ESO), los mayores de 18 años y, en el caso de menores (16 y 17 años), si tienen un contrato de trabajo o son deportistas de alto nivel.
Ahora se da un paso más dando respuesta a una demanda que llevan tiempo solicitando algunos profesores, destaca a Efe el cofundador de la Comunidad de Docentes de Educación de Personas Adultas y vocal de la Asociación de Directores de Enseñanza de Adultos de la Comunidad Autónoma de Madrid (Adeacam), Diego Redondo.
En el proyecto de la Lomloe se ha incluido el siguiente redactado: “Las administraciones educativas podrán autorizar excepcionalmente el acceso a estas enseñanzas a los y las mayores de dieciséis años, en los que concurran circunstancias que les impidan acudir a centros educativos ordinarios y que estén debidamente acreditadas y reguladas, y a quienes no hubieran estado escolarizados en el sistema educativo español.”
“Esto es muy positivo”, afirma Redondo, pues además de las circunstancias especiales antes citadas “también se cubre otro de los grandes vacíos” del sistema educativo al permitir acceder a quienes no han estado escolarizados en España, como los inmigrantes recién llegados y que con 17 años tienen que esperar en mucho casos un año para poder estudiar.
Para todo ello pide que se dote de más profesorado especializado a los centros para “atender correctamente a este alumnado”.
En la tramitación de la Lomloe, Redondo señala que “a título personal” algunos docentes consiguieron hablar con grupos parlamentarios para hacerles llegar sus propuestas al igual que desde Adeacam.
“Esperamos que, en el futuro, para la elaboración del nuevo currículum se nos tenga en consideración y se reúnan con nuestro colectivo”, confía.
Sobre que en los artículos relativos a la Educación de Adultos la nueva ley quiera potenciar el desempeño de iniciativas empresariales entre su alumnado, Redondo no lo ve “imprescindible”. “Lo que sí es necesario es un nuevo currículum adaptado a la población adulta que tenga en consideración la mochila de conocimientos previos de cada alumno y se centre más en las competencias”, argumenta.
En la nueva ley está previsto que se facilite al alumnado adulto el acceso a la educación a distancia y se elaboren materiales didácticos específicos en soporte electrónico, lo que valora Redondo.
Aunque expresa “algunas dudas” si no se acompaña de recursos económicos o va en detrimento de la educación presencial.
Otro artículo fija que “los poderes públicos impulsarán el desarrollo de formas de enseñanza que resulten de la aplicación preferente de las tecnologías digitales a la educación”. Redondo recuerda que hay alumnos de 18 años pero también de 60, 70 u 80 años.
“El uso de las TIC son una dificultad para los más adultos, aunque en los más jóvenes se detecta una competencia digital muy baja”, alerta este experto, que expresa su preocupación sobre que muchos alumnos no tengan los dispositivos y conectividad necesarios para la enseñanza no presencial o a distancia.
Un tema que se agrava al ver que el perfil del alumnado es, principalmente, de nivel socioeconómico bajo y muchos no trabajan o tienen cargas familiares.
Impulsar el uso preferente de las tecnologías digitales debería llevar consigo becas y ayudas al alumnado, que “actualmente no existe para estas enseñanzas”, recalca.
Redondo subraya que, como ninguna administración se ha lanzado a ello, la Comunidad de Docentes de Educación de Personas Adultas ha organizado el “I Congreso Estatal de Educación de Personas Adultas”, que se celebrará virtualmente el 23 de enero.
Inicialmente ofertaron cien plazas pero la demanda se ha visto desbordada y ya son cerca de 700 las solicitudes de inscripción (www.congresoepa.es) para un evento gratuito, “organizado por docentes para docentes, visibilizando una de las grandes olvidadas del sistema educativo, la Educación de Personas Adultas”, añade.
EDUCACIÓN DE ADULTOS EN CIFRAS
En el curso 2019-20 la educación de personas adultas se impartió en 2.260 centros: 1.447 centros específicos de este régimen de enseñanza, 362 que imparten otras enseñanzas y 451 que son actuaciones de colaboración de la administración educativa con otra administración pública o privada.
Imparten las clases 10.802 profesores, 10.285 en centros públicos y 517 en privados, según datos del Ministerio de Educación.
En total, 222.292 personas siguieron el pasado curso enseñanzas de carácter formal mientras que otras 283.681 lo hicieron de carácter no formal.
Dentro de las enseñanzas de carácter formal, la matrícula más relevante corresponde a la Educación Secundaria para personas adultas, con 106.127 alumnos, además de las 13.486 personas que siguen cursos de preparación para la obtención directa del título de graduado en ESO.
En el curso 2018-19, 32.934 personas consiguieron esa titulación a través de la Educación de Adultos; 16.769 se matricularon en cursos para el acceso a la Formación Profesional, y 12.562 para la prueba de acceso a la Universidad para mayores 25 años.
Pilar Rodríguez Veiga
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