La brecha de empleo en España
La última EPA nos aporta nuevas malas noticias. Desde que la economía alcanzó su punto máximo en lo que al mercado laboral se refiere, 3,5 millones de puestos de trabajo han sido destruidos. Eso representa un 17,33% del total. Sólo el 37% de la población española está empleada (comparado con 49% en Alemania y 51% en Holanda). Caminamos por un sendero desastroso y empezamos a bordear el precipicio.
The Hamilton Project del Brookings Institution ha desarrollado el concepto de la brecha de empleo (the “job gap”). La brecha de empleo es la cantidad de puestos de trabajo que se tendrían que crear para volver al nivel de ocupación que hubo antes de que se empezara a destrozar puestos de trabajo
La respuesta depende del ritmo de creación de empleo.
La siguiente tabla indica la magnitud de la brecha, y cuatro ritmos de creación de empleo que pueden servir de referencia:
Dicho de otra manera, ¿cuánto podemos tardar en cerrar el “job gap” español? ¿Cuánto podríamos tardar en recuperar los 3,5 millones de puestos de trabajo destruidos por la crisis?
Este gráfico demuestra la relación entre el ritmo de creación de empleo y cuanto se tardaría en cerrar la brecha:
Creando trabajo al ritmo del mejor trimestre del boom, se tardarían 2 años y un trimestre en recuperar todos los puestos de trabajo destruidos por la crisis. Al ritmo del mejor año del boom, se tardarían casi 3 años y medio. Al ritmo que sirvió para salir de la crisis de los 80s, se tardarían más de 8 años. Y creando trabajo al ritmo que sirvió para salir de la crisis de los 90s se tardarían más de 10 años.
Pero como podemos ver en el siguiente gráfico[1], en realidad estamos en la peor crisis de empleo desde la Transición, tanto por su magnitud como por la enorme velocidad en la destrucción de puestos de trabajo:
Sólo en los documentos oficiales del gobierno de Rajoy podemos leer una previsión de disminución del desempleo para el 2013 (pagina 92).
La austeridad coordinada alrededor de la zona euro (consolidaciones fiscales si queremos emplear el eufemismo) ha provocado una recesión continental y ahora incluso la economía alemana está en contracción. Si seguimos con el actual conjunto de políticas, continuará la destrucción de puestos de trabajo. Lo que la brecha de empleo nos demuestra es que incluso en el mejor de los casos la recuperación de todos los puestos de trabajo perdidos podría tardar una década a un ritmo razonable.
Monica Melle recientemente publicó un buen artículo aquí, en Agenda Pública, donde preguntó qué pasaría si la economía no creciera a corto plazo. Mientras la crisis continúe, la legitimidad de nuestras instituciones políticas continuará siendo erosionada.
Este gráfico muestra la evolución de los encuestados y encuestadas que indican que el paro es el principal problema del país y la proporción de las personas que respondieron que el paro es su principal problema vital:
Durante los últimos 4 años todos los indicadores sociológicos indican constantemente lo mismo. El principal problema de España es el paro. Tenemos que retrotraernos hasta diciembre de 2008 para encontrar una encuesta donde esto aún no fuera el caso. Tenemos que volver a noviembre de 2008 para encontrar un mes en el que menos de una cuarta parte de los españoles identificaran al paro como su principal problema personal. La evolución es horrible. Si nos remontamos a septiembre de 2007, momento de auge del mercado de trabajo, sólo el 15,8% contestó que el paro era el principal problema de España y sólo un 9,3% que era su principal problema. En esa época ETA (16,3%) era percibido como el principal problema del país.
Y, sin embargo, el porcentaje de personas que indicaron el paro como el principal problema de España cayó durante 2012. Contraintuitivamente las personas que respondieron que el paro es su principal problema aumentó. Y, como es bien sabido, el número de desempleados también creció. ¿De algún modo se ha anestesiado la población española?
No lo creo. En noviembre, sólo el 12,3% de los españoles indicaba que el paro era el problema al cual el gobierno dedicaba más atención. Es un dato demoledor, pero lamentablemente no sorprende. Aún siendo percibido como el principal problema del país durante los últimos cuatro años las tasas de desempleo no han hecho más que agravarse.
Timothy Garton Ash escribió cómo los disidentes checoslovacos tradujeron el término “the powers that be” para describir al conjunto de instituciones que formaban parte del régimen comunista en el período previo a la revolución de terciopelo. Esta frase no tiene equivalente en español (establishment o “los que mandan” serían las más cercanas). Cada vez que se publica una triste y mala EPA la posibilidad de una rebelión contra los “the powers that be” en España no hace más que aumentar.
[1] La serie comienza en 1976. Hay un cambia de metodología a partir del 1996.