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GRÁFICO: Los jóvenes son más optimistas en lo económico y más imprevisibles en el voto

Elaboración propia. Fuente: CIS

Juan Rodríguez Teruel

El comportamiento político y la visión del mundo y del futuro depende mucho de la edad con que se mira y se actúa. Esto no es nada nuevo. Ello no significa necesariamente que los individuos mantengan ciertos rasgos comunes esa visión el resto de su vida. Suelen ir cambiando según esta les va, a medida que envejecen. Es lo que suele llamarse el ‘efecto edad’.

Solo cuando un grupo amplio de individuos nacidos en la misma época cambian su visión del mundo y su manera de actuar políticamente respecto a sus mayores, y luego mantienen esos cambios a lo largo de la vida, se puede hablar de un ‘efecto generación’. Un fenómeno más raro y difícil de probar.

Algunos de los cambios que se están produciendo en España en las actitudes política, en la manera de ver la sociedad e incluso en la forma de comportarse políticamente parecen ir ligados fuertemente a la edad de los individuos. Si utilizamos los datos de los últimos dos Estudios del CIS publicados (E 3028 Postelectoral europeas y E3031 Sobre hábitos de consumo), podemos observar una serie indicadores de este ‘efecto edad’ en la participación política y en las expectativas económicas.

Como ya sugerían los datos de la encuesta preelectoral, el apoyo a PP y PSOE en las elecciones europeas se encontraba muy relacionado con la edad: a menor edad, menor probabilidad de votarles. Lo que nos acaba de confirmar el estudio postelectoral del CIS es que los jóvenes (menores de 45 años) se fueron a otros partidos. De este modo, cuanto más jóvenes son los votantes, hay más probabilidad de que hayan votado, por ejemplo, a Podemos y, en menor medida, a IU, a quien el nuevo partido parece haberle abierto un flanco sangrante en el electorado más joven y crítico. En los otros partidos, esta relación con la edad es mucho menos lineal.

No obstante, ¿cuál es el grado de solidez de este voto entre los menores de 45 años de cara al próximo ciclo electoral? La juventud también reduce la probabilidad de fidelizar el voto en comparación con los mayores. Además, parece que los jóvenes decidieron su voto en las últimas elecciones europeas más tarde que los mayores, en los últimos días antes de las elecciones. Posiblemente vuelvan a hacer lo mismo en el futuro.

Más sorprendente es la falta de convicción en su voto emitido en las últimas europeas: casi la mitad de los menores de 45 años no habrían votado al mismo partido de haber conocido los resultados finales que se dieron.

¿Podemos predecir qué pasará con muchos de estos jóvenes el próximo año? Parece que las encuestas lo van a seguir teniendo tan difícil con las generaciones más jóvenes de electores como viene siendo habitual últimamente. En cualquier caso, los electores jóvenes de hoy se muestran más optimistas que sus mayores, con mayores expectativas de gastar, a pesar, paradójicamente, de que parecen estar viviendo una situación económicamente más apretada: a uno de cada cinco le resulta difícil llegar a fin de mes.

¿Cosas de la edad? Eso es lo que esperan algunos partidos. ¿O quizá la crisis va a transformar estructuralmente las preferencias electorales de aquellos que, por su juventud, más tiempo van a sufrir sus consecuencias? Eso es lo que temen algunos partidos.

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