En Andalucía, en la última década, se ha producido un incremento sin precedentes en la tasa de creación de empresas, que ha sido apoyado por las iniciativas adoptadas por los distintos poderes públicos y privados. Y detrás de cada empresa creada, hay una historia, esfuerzo, ilusión y mucho sacrificio. Lo que nosotros llamamos ADN emprendedor.
Recobrar la ilusión para encontrar trabajo: “Ya estaba pensando en irme al extranjero”
Como ellos dicen, “el reto es conseguir los sueños”. En Almería, el éxito de su lanzadera de empleo se resume en la ampliación del proyecto, tanto en la capital como en la comarca de Los Vélez. Pero el entusiasmo mayor está en las personas que participan en este modo de subir la autoestima desarrollando todas las potencialidades de cada uno con el objetivo de insertarse en el mercado laboral.
Como anillo al dedo le viene al proyecto su lema 'La fuerza de un equipo. El valor de cada uno'. Que se lo pregunten a Francisca Valle, gemóloga (piedras preciosas), ingeniera de telecomunicaciones y máster en dirección de empresas. Tras un año desempleada ha encontrado trabajo en la asociación de discapacitados 'A Toda Vela', una prestigiosa entidad volcada en la sociedad en interesantes actividades para este colectivo. “Lanzaderas me ha cambiado la vida, es un acelerador de personas. Me ha puesto en el punto oportuno para encontrar empleo cuando ya estaba pensando en irme al extranjero”, reconoce.
Si funciona el objetivo que ella tiene de comercializar gemas en oro y plata, tanto a través de internet como en un espacio físico, con el apoyo del Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) de Andalucía Emprende en Almería, habrá logrado lo que buscaba y ha sido la lanzadera quien lo está haciendo posible. Curiosamente la mayoría de los desempleados del grupo almeriense no tiene carácter emprendedor, sino que aspiran a convertirse en empleados por cuenta ajena, pero el entusiasmo es el mismo.
Es el caso de José Antonio López. “He trabajado como técnico de relaciones laborales en ámbitos tan atípicos como el mundo cinematográfico a nivel internacional y en otros ámbitos tan comunes como dependiente en una gran empresa de venta de artículos deportivos. Otra experiencia satisfactoria ha sido en la Unidad de Relaciones Internacionales, en el que desarrollé nuevos conocimientos, habilidades sociales, laborales y comunicativas, las cuales me han permitido empatizar con personas de diferentes nacionalidades y culturas.
Isabel Cazorla tiene un entusiasmo contagioso al afirmar que “ahora no voy a parar, ahora voy a comenzar, voy a empezar de cero, pero con más ganas, ilusión y experiencias vividas”. Técnico Superior Administrativo, nada más terminar sus estudios, comenzó a trabajar en el departamento de administración de distintas empresas, donde adquirió su experiencia laboral y formación continua. “No paré de aprender”.
El periodista Daniel Ibáñez lo tiene claro: “Creatividad, contenido, trabajo duro y diferenciación, esos son los ingredientes (nunca mágicos) de los que me armo en estos momentos difíciles para muchos en cuanto al mercado laboral, y no soy una excepción”.
Cooperación mutua
Son pruebas del optimismo que el proyecto de las lanzaderas está imprimiendo en los que pasan por él. Su última actividad fue en el Encuentro Interlanzaderas del 12 de febrero en Sevilla. Han visitado empresas, organismos públicos y fundaciones y recibido visitas de empresas. Hay nueve insertados por cuenta ajena (administrativos, ingenieros, en recursos humanos ...), dos proyectos de autoempleo, una inserción formativa… Han tenido varias colaboraciones para certificar su nivel de inglés, para recibir asesoramiento sobre la generación de ideas de negocio, etc… Todo está listo para que ahora puedan volar solos.
“Fe en las personas, trabajo en equipo, solidaridad y compromiso social, son las bases de las lanzaderas. Una lanzadera es un equipo heterogéneo de personas desempleadas con espíritu dinámico, comprometido y solidario que acceden de forma voluntaria a esta iniciativa y que, coordinadas por una dinamizadora, refuerzan sus competencias, comparten conocimientos, generan conocimiento colectivo y colaboran en la consecución de un fin común: conseguir empleo, ya sea creando su propia empresa o por cuenta ajena”, dice la coordinadora del proyecto almeriense, Maribel Giménez.
“El proyecto se basa en la cooperación mutua para superar la situación actual. Las personas desempleadas interactúan en un contexto de confianza donde comparten experiencias, formación e información que mejora notablemente las posibilidades de búsqueda de empleo y el desarrollo de proyectos propios de autoempleo”, certifica Giménez, que cuenta con la técnica de apoyo Caridad Navarro.
Como ellos dicen, “el reto es conseguir los sueños”. En Almería, el éxito de su lanzadera de empleo se resume en la ampliación del proyecto, tanto en la capital como en la comarca de Los Vélez. Pero el entusiasmo mayor está en las personas que participan en este modo de subir la autoestima desarrollando todas las potencialidades de cada uno con el objetivo de insertarse en el mercado laboral.
Como anillo al dedo le viene al proyecto su lema 'La fuerza de un equipo. El valor de cada uno'. Que se lo pregunten a Francisca Valle, gemóloga (piedras preciosas), ingeniera de telecomunicaciones y máster en dirección de empresas. Tras un año desempleada ha encontrado trabajo en la asociación de discapacitados 'A Toda Vela', una prestigiosa entidad volcada en la sociedad en interesantes actividades para este colectivo. “Lanzaderas me ha cambiado la vida, es un acelerador de personas. Me ha puesto en el punto oportuno para encontrar empleo cuando ya estaba pensando en irme al extranjero”, reconoce.