València anuncia una Zona de Bajas Emisiones de mínimos: multas de 200 euros a un 10% de turismos entre diciembre y 2028

Una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de mínimos para cumplir el expediente y que en la práctica no tendrá prácticamente ninguna afección en el tráfico de la ciudad. Este es el modelo aprobado por el PP y por Vox para tratar de mejorar la calidad del aire en València, algo que, de lograrse, no será a corto plazo ni de forma significativa. Así se desprende del borrador de la ordenanza reguladora de la ZBE aprobada el pasado 27 de diciembre por el Ayuntamiento de la capital que dirige la alcaldesa María José Catalá.

El texto aún tiene que pasar un trámite de consulta pública y aprobarse de forma definitiva el pleno, por lo que se prevé su aprobación definitiva y entrada en vigor a mediados en el segundo trimestre del año que viene. Así, desde la entrada en vigor de la norma hasta el 30 de noviembre de 2025 se pondrá en marcha una fase informativa durante la cual se dará preaviso a los vehículos afectados por las restricciones mediante el envío de notificaciones, solo a efectos informativos.

Una vez aprobada la ordenanza, el acceso a prácticamente todo el casco urbano delimitado por las rondas norte y sur quedará restringido y los vehículos más contaminantes, con etiqueta de A de la Dirección General de Tráfico (DGT) o sin etiqueta, no podrán acceder, es decir, los matriculados antes de 2001, en torno a un 10% del parque actual. Eso sí, la prohibición de acceso se aplicará de forma escalonada y la multa por saltársela será de 200 euros. Unas cámaras instaladas en todo el perímetro leerán las matrículas y detectarán a los infractores.

Según el calendario aprobado por el Ayuntamiento, a partir del 1 de diciembre del presente año se empezará a sancionar a los vehículos más contaminantes matriculados fuera de la provincia de Valencia. El 1 de enero de 2027 se hará lo propio con los vehículos de la provincia que quieran acceder a la capital y el 1 de enero de 2028 con los matriculados en el término municipal de València.

El Consistorio ha añadido que además de lo anterior, se aplicará una moratoria en el inicio del régimen sancionador, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2027, para los vehículos más contaminantes que estén registrados en los municipios afectados por la DANA. La moratoria tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2028 para los vehículos más contaminantes registrados en las pedanías del municipio de València damnificadas por el temporal.

Excepciones

A partir de ahí se articulan una serie de excepciones que finalmente desnaturalizan el objetivo final de la normativa, que emana de la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética y cuyo objetivo es mitigar y reducir el volumen de la contaminación del aire derivada de la movilidad.

Así, por ejemplo, quedarán excluidos de las restricciones los vehículos asociados a actividades económicas, como pymes y autónomos. Tampoco tendrán obligación los vehículos usados por titulares de tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida, los de familias numerosas o con menores de tres años, aquellos en los que viajan embarazadas o personas con movilidad reducida temporalmente o los vehículos de emergencias, servicios esenciales, así como los considerados históricos. No obstante, estos últimos tendrán la limitación de 96 accesos anuales.

Asimismo, para aquellos vehículos considerados como más contaminantes y que no cumplan los criterios para ser excepcionados, la ordenanza contempla un derecho de 48 accesos anuales a la Zona de Bajas Emisiones.

El Ayuntamiento de València ha comentado que “la implantación de restricciones en el tráfico de vehículos irá acompañada por una serie de medidas” municipales “para impulsar el cambio hacia el uso de formas de transporte más sostenibles, la mejora de la accesibilidad, la electromovilidad, la promoción de prácticas sostenibles en la distribución urbana de mercancías y el refuerzo de la seguridad vial”, así como de “medidas compensatorias para reducir el impacto económico en las personas afectadas”.

Entre otras cosas, la Concejalía de Movilidad prevé aprobar un título gratuito temporal en la Empresa Municipal de Transportes (EMT) para las personas empadronadas en València y titulares de vehículos afectados por las restricciones que lo achatarren y no adquieran otro durante el tiempo de validez del título.

Críticas de Compromís y PSPV

Para el concejal de Compromís y exresponsable de Movilidad, Giuseppe Grezzi, “con el modelo plateado por el PP, que es lo mismo que no hacer nada, la contaminación y los embotellamientos en València irán a más, porque el gobierno de Catalá no tiene ninguna intención de reducir el tráfico motorizado”. La ZBE que pretenden implantar es, según Grezzi, “una broma”, ya que se restringirán “solo los vehículos que no tengan ninguna etiqueta o tengan la ‘A’, o lo que es lo mismo, vehículos de antes de 2001”.

Además “no habrá ninguna restricción a los vehículos comerciales, furgonetas y camiones, aunque tengan 30 años, y el frente marítimo no tendrá ninguna ZBE, para que cruceros, barcos y camiones puedan contaminar a gusto”. Así, ha anunciado que Compromís hará “todas las alegaciones necesarias e iremos hasta las últimas instancias para proteger la salud de las personas”.

Por su parte, la concejala socialista, María Pérez, ha criticado que la ordenanza da “barra libre para seguir contaminando en todos los barrios de la ciudad hasta 2028 y que, además, no se sujeta en ningún estudio técnico”.

“El borrador de la ordenanza es un documento que no busca en ningún caso reducir la contaminación de esta ciudad que era o debería ser el principal objetivo. Es, además, una ordenanza que no se basa en ningún dato objetivo que mida el impacto de estas medidas sobre la contaminación y en el expediente no consta tampoco ningún informe técnico que avale ni la elección del calendario ni el tipo de etiqueta que es elegido ni todas las excepciones que sean consideradas”, ha destacado la concejala tras analizar el expediente.

Pérez ha recalcado que las medidas que se proponen “van a impactar en un porcentaje muy pequeño del parque móvil de la ciudad. Por ejemplo, en València no será antes del 2028 cuando se reduzca la posibilidad de circular a los coches de más de 27 años. Es decir, menos del 10% de los turismos de la ciudad, pero que representa seguramente un porcentaje muy inferior en el tráfico diario real”.