En Andalucía, en la última década, se ha producido un incremento sin precedentes en la tasa de creación de empresas, que ha sido apoyado por las iniciativas adoptadas por los distintos poderes públicos y privados. Y detrás de cada empresa creada, hay una historia, esfuerzo, ilusión y mucho sacrificio. Lo que nosotros llamamos ADN emprendedor.
Pedaleando contra la crisis con triciclos solares en Córdoba
Un hombre de mediana edad que se queda en paro. La empresa de su mujer que sufre los estragos de la crisis. Sus dos hijos, en edad de terminar sus estudios. Las cuentas de la familia no cuadran, como las de muchas otras. Pero la iniciativa emprendedora de Rafael Castro, sus padres y su hermana les llevó a idear un proyecto y, finalmente, a crear LuBan, su propia empresa de triciclos solares turísticos, una iniciativa innovadora dirigida al mercado de visitantes de Córdoba.
“Este proyecto surge de la necesidad de sacar una familia adelante”, sintetiza Rafael cuando relata para eldiario.es/andalucia cómo hace dos años se pusieron a idear esta iniciativa que supusiera el autoempleo para sacar adelante a su familia. El diseño del triciclo y su fabricación fueron las dos primeras etapas del salvavidas al que se aferraron invirtiendo sus propios recursos económicos. Luego, una tarea de innovación perfeccionó el vehículo hasta que estuvo listo para iniciar el camino de la empresa familiar en diciembre de 2013.
Desde entonces, en estos cuatro meses de vida, LuBan cuenta con cuatro triciclos solares a disposición de los turistas. “El sol es nuestro petróleo”, explica Rafael sobre la importancia económica y medioambiental de sus vehículos que, además, incluyen puertos USB para dispositivos tecnológicos de los turistas y una tablet interna donde el visitante puede interactuar sobre las rutas y monumentos que va a ver.
“Se trata de poner a disposición de los turistas un servicio con todas las comodidades e innovaciones posibles”, apunta Rafael. Y desde ese punto de vista, los miembros de esta familia se ofrecen como pedaleadores y guías turísticos a la vez en rutas de diversa duración y recorrido. “Recogemos al cliente en su hotel o domicilio y a partir de ahí puede contratar una ruta de 15 o 30 minutos, de una hora o hasta dos”, para ver monumentos, parques, plazas o calles de Córdoba, con la ventaja de poder acceder a lugares donde no están permitidos los vehículos a motor.
El padre de familia es el técnico que “cada día mira hasta el último tornillo de cada vehículo”, cuenta su hijo. “Mi madre es secretaria de la empresa y mi hermana realiza fotografías y reportajes en vídeo para los turistas, además de llevar las redes sociales” de LuBan. Para Rafael queda la tarea de gerente y el diseño gráfico de todo el material publicitario que la empresa ofrece para llevar como anuncios en sus triciclos.
“Los inicios fueron bastante duros”
“Los inicios fueron bastante duros”, recuerda este emprendedor sobre el tiempo transcurrido entre que idearon el proyecto y su puesta en marcha. “Pero con pocos meses de vida ya hemos conseguido nuestra propia posición en el mercado”. Cuentan, incluso con “clientes fijos que cada vez que visitan Córdoba repiten experiencia con nosotros” y que, además, les recomiendan a sus conocidos.
Y junto a ello, han ampliado el mercado al que se dirigen para que la novedad y la curiosidad que despiertan estos triciclos solares en los propios cordobeses también les sirva para ganar clientes autóctonos. “Ofrecemos servicios personalizados de traslados y paseos para eventos” como despedidas de soltero, bodas, fiestas privadas, etc.
Todo, con la esperanza de que lo que en estos cuatro meses de vida ha supuesto la tabla de salvación de esta familia, se consolide como proyecto empresarial también para el futuro. En ese horizonte tienen ya la vista puesta y han podido colocarse en algunos hoteles de la capital donde los turistas reclaman sus servicios. El siguiente paso, cuenta Rafael, será que sean los propios establecimientos hoteleros los que “ofrezcan a sus clientes nuestro servicio como uno más para agradar a los visitantes”. En esa tarea están, pedaleando aunque la vida se vuelva cuesta arriba.
Un hombre de mediana edad que se queda en paro. La empresa de su mujer que sufre los estragos de la crisis. Sus dos hijos, en edad de terminar sus estudios. Las cuentas de la familia no cuadran, como las de muchas otras. Pero la iniciativa emprendedora de Rafael Castro, sus padres y su hermana les llevó a idear un proyecto y, finalmente, a crear LuBan, su propia empresa de triciclos solares turísticos, una iniciativa innovadora dirigida al mercado de visitantes de Córdoba.