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Andalucía y Aragón mantienen un encuentro versallesco sin meterse en los charcos de la financiación o la fiscalidad

El presidente aragonés, Javier Lambán (izquierda), junto a su homólogo andaluz, Juan Manuel Moreno.

Antonio Morente

6 de octubre de 2022 14:39 h

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Andalucía y Aragón quieren que se actualice ya el modelo de financiación autonómica, como reclaman todas las comunidades españolas, pero sus puntos de partida son tan radicalmente diferentes que, en el encuentro mantenido este jueves por los presidentes de ambas regiones, han decidido no ir mucho más allá. Así que se han centrado en hablar de lo que formalmente les reunía, el impulso logístico a la autopista ferroviaria entre el puerto de Algeciras y Zaragoza, y han pasado de puntillas por una cuestión que había sido el eje principal de los encuentros que el andaluz Juan Manuel Moreno (PP) había mantenido hace un año con sus homólogos de Comunidad Valenciana, Murcia y Galicia.

En realidad, el encuentro con el socialista Javier Lambán ha estado más cerca del que Moreno mantuvo con Alberto Núñez Feijóo hace un año, cuando todavía era presidente gallego: nos unen muchas cosas, pero en cuanto a la financiación no nos vamos a poner de acuerdo. Moreno, como era previsible, no ha podido subir a Lambán al carro de la reivindicación de su modelo, y no porque uno sea del PP y otro del PSOE, sino porque en esta cuestión es más fácil que haya consenso entre territorios que entre partidos.

Y es que hablamos de dos modelos muy diferentes, simbolizados en los ejes que se han bautizado como sur-levante y norte-centro. El primero une los intereses de Andalucía (PP), Comunidad Valenciana (PSOE) y Murcia (PP), que reclaman un sistema que tenga en cuenta sobre todo el número de habitantes, mientras que el segundo aboga por priorizar la despoblación, la dispersión y el envejecimiento. Este enfoque lo lidera Galicia (PP), que selló en este sentido el denominado Pacto de Santiago junto a Aragón (PSOE), Cantabria (regionalista), Castilla-La Mancha (PSOE), Castilla y León (PP), Extremadura (PSOE), Asturias (PSOE) y La Rioja (PSOE), que al final se desvinculó.

Modelos muy diferentes

“Cada comunidad autónoma tiene sus singularidades”, admitía Moreno, de manera que “los problemas que tenemos en Andalucía en el ámbito demográfico son diferentes a los Aragón, con una población más envejecida y dispersa y que tiene que dar servicio a municipios muy pequeñitos”. En definitiva, que se asume que hablamos de “modelos que son diferentes, pero lo que tenemos claro es que queremos actualizarlo”, ya que la comunidad autónoma andaluza cifra en unos 11.200 millones de euros el dinero que ha dejado de ingresar en los últimos años.

Ambos presidentes lanzaron poco menos que un SOS porque la cuestión está adquiriendo tintes insostenibles. “Cada vez es más acuciante mejorar la financiación”, ha subrayado Lambán, ya que ahora “se está obligando a las comunidades autónomas a presupuestos en los que casi no queda margen para la inversión, no sabemos cómo atender los gastos derivados de la sanidad”. A su lado, Moreno asentía: “El presupuesto nos da para cubrir gasto corriente y sanidad, educación, servicios sociales y dependencia, nos quedamos sin capacidad de inversión”, una situación que “se podrá aguantar un tiempo muy relativo” porque “tarde o temprano tiene que haber un acuerdo político entre PP y PSOE para mejorar esta situación”.

¿Significa esto que Moreno apuesta por un consenso previo entre los dos grandes partidos? Pues sí y no, porque defiende que este consenso tiene que alcanzarse “desde el liderazgo”, y que esa tarea le corresponde al Gobierno central, que es el que debe sentar al resto de actores a la misma mesa. Lo que también cree es que puede ser más fácil avanzar “desde un punto de vista técnico que político”, lo que pasaría por “ir afinando para conseguir la suficiencia financiera”, algo que a su juicio ninguna comunidad autónoma tiene garantizado a día de hoy. “Necesitamos estabilidad”, ha insistido, y para andar en este camino pone dos condiciones básicas de partida: que se le inyecte más dinero al sistema y que no haya “perdedores, no puede ser que una comunidad autónoma salga beneficiada sobre otra”.

No es el mejor momento político

Ahí también había coincidencia, como también en que este ansiado acuerdo no se va a alcanzar a corto plazo. Moreno y Lambán admiten que “no es el momento político propicio” a ocho meses de unas elecciones municipales y autonómicas, “ahora va a ser muy difícil que se alcance el acuerdo porque va a haber una excitación política mayor”, ha resumido el presidente andaluz.

En el terreno fiscal, protagonista principal del debate político en las últimas dos semanas, cada comunidad autónoma camina también por una senda diferente. Andalucía ha vuelto a apelar a su autonomía para gestionar como considere oportuno, recordando que en realidad su capacidad de maniobra es muy reducida porque las comunidades tienen un “margen pequeñito” en materia de impuestos cedidos. Moreno, además de repetir que sus últimas medidas fiscales permitirán a la larga más recaudación, ha expresado eso sí su “máximo respeto” con lo que decida cada territorio.

Una tímida armonización fiscal

Lambán, por su parte, ha abierto la puerta a una cierta armonización fiscal en el marco del Estado, algo que cree que “sería bueno” siempre y cuando sea acordada por las comunidades autónomas. Cada territorio, ha recordado, tiene un margen de autonomía (“pequeño, tampoco es que sea algo definitivo”) y por tanto “tiene el derecho de hacerlo como estime necesario”. En este sentido, no se ha mostrado partidario de que esta “tendencia igualitaria” en el ámbito fiscal “la imponga el Estado”, y para ello cree que el campo de juego debería ser el Consejo de Política Fiscal y Financiera. como también tendría que serlo para acometer la reforma de la financiación autonómica.

Por lo demás, el encuentro ha girado sobre el que era de partida su eje principal, la renovación del acuerdo entre Andalucía y Aragón para apostar por la autopista ferroviaria que conecte el puerto de Algeciras y la gran plataforma logística terrestre en la que se está convirtiendo Zaragoza. Esta iniciativa permitiría evitar que este trayecto lo hagan al año 48.000 camiones, una circulación que se sustituiría por los 800 trenes a los que se subirían. Esto aporta beneficios ambientales y de ahorro de costes en el transporte, una iniciativa que entronca con el Eje Ferroviario Central (“ambos son compatibles”, ha señalado Moreno cuando se le ha preguntado si se antepone esta apuesta al Eje Mediterráneo) y, ya puestos a hablar de trenes, ha servido para que Lambán augure que Andalucía se convertirá en no mucho tiempo en la “locomotora económica de España”. El halago lo ha recogido Moreno con satisfacción y lo ha devuelto con piropos a Aragón, lo que da cuenta del encuentro de guante blanco y de aires versallescos mantenido por ambos presidentes.

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