SALUD MENTAL

Andalucía forma a sus enfermeras escolares para la prevención del suicidio entre adolescentes

La pandemia de Covid-19 quebró la salud mental de los niños y los adolescentes. Quitarse la vida pasa por las cabezas de menores de edad y los datos son alarmantes. De hecho, el Ministerio de Educación ha mostrado su preocupación por el aumento de las conductas depresivas, autolesiones y los intentos de suicidio entre los jóvenes y está desplegando una batería de medidas para reducirlas. Andalucía no escapa a esa situación y el Plan Integral de Salud Mental de la Junta está tratando de establecer vínculos con otros ámbitos y agentes claves en la prevención del suicidio, como es el caso del ámbito escolar. Por eso, en este último trimestre del año va a formar en ese sentido a las enfermeras referentes de centros educativos (las denominadas 'enfermeras escolares') para que sepan cómo abordar ese tipo de situaciones de manera preventiva o si los colegios detectan algún caso de riesgo.

La iniciativa, según puede adelantar este periódico, se enmarca en el trabajo de coordinación entre la Consejería de Salud y los equipos de orientación educativa para la formación en prevención del suicidio de profesionales de educación a través de los centros del profesorado, que incluyen también sensibilización acerca de la importancia de actuación ante el acoso escolar, el bullying, con programas específicos, según recuerdan fuentes de la Junta. De hecho, la formación se va a ampliar a otros perfiles implicados en la cuestión y vinculados al sector educativo como educadores, orientadores o psicólogos.

Se trata ahora de “fortalecer” esa línea de trabajo de “prevención” y “detección” con la formación a las aproximadamente 400 enfermeras referentes de los centros educativos en prevención del suicidio, y también a los técnicos de salud en educación para la salud y participación comunitaria de los distritos de Atención Primaria, que desarrollan su labor en estrecha coordinación con el ámbito escolar. Esa formación también incluye conocimientos sobre las autolesiones no suicidas y cómo actuar ante ellas. El objetivo es también conocer las situaciones para observar su relación con posibles patologías de salud mental que pudieran darse entre los menores y jóvenes.

Educación emocional

Para Daniel Moreno, enfermero del Servicio Andaluz de Salud y encargado de la coordinación de esta novedosa formación “específica”, se trata de sesiones virtuales cuyo comienzo arrancarán de forma inminente, por sectores concretos, para trabajar en la “detección precoz en las aulas” de ese tipo de situaciones. Una formación “corta e intensa”, de 15 horas, al objeto de que las enfermeras escolares sepan “canalizar esas situaciones a través del sistema público sanitario” para, en el caso de que así se determine, se le pueda ofrecer “una respuesta asistencial” en ese sentido al menor y a su familia, a través del pediatra en el caso del alumnado hasta 14 años.

Las enfermeras adscritas al SAS tienen asignados varios centros educativos, explica Moreno, y actúan de diferente manera según el tipo de centros públicos que tengan como referencia o las necesidades que se vayan advirtiendo en aspectos sanitarios. Pueden hacerlo “de manera proactiva”, acudiendo a sus centros, o a petición del colegio o instituto para alguna cuestión concreta, como pudiera ser relativa a la salud mental, motivo por el que se ha acordado celebrar la mencionada formación específica. El centro puede pedirle que desarrolle un “seguimiento” a los casos en los que el profesorado haya advertido alguna circunstancia que requiera de asistencia profesional en ese sentido.

“Este tipo de formación no se había trabajado previamente”, indica el coordinador, apuntando que la última sesión formativa consistirá en una webinar con la participación simultánea de profesionales de la salud mental. “Hablar de salud mental es muy importante para que la gente no lo vea como un tabú y se puedan abordar escenarios emocionales difíciles de resolver”, comenta.

Prevención universal

La Junta también prevé actuaciones específicas para jóvenes en los programas que van a desarrollar en cada Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental, desde las diferentes unidades en que se atiende a esta población. En ese sentido, y dentro del marco general del plan, se ha creado un grupo de trabajo que está desarrollando propuestas en los diferentes ámbitos de la prevención para población general y para grupos de riesgo y personas que ya presentan conductas suicidas. Los grupos de trabajo están compuestos por profesionales de diferentes ámbitos: sanidad, educación, salud pública, adicciones, medios de comunicación, universidad, y otras organizaciones como el Teléfono de la Esperanza y la Asociación Papageno.

Con respecto a la población infanto-juvenil en concreto, las fuentes destacan la importancia de la prevención universal, con actuaciones para fomentar y poner en valor la educación emocional en el marco de los hábitos de vida saludable. Esas actuaciones se desarrollan ya desde hace años en el marco del Programa para la Innovación Educativa, Hábitos de Vida Saludable, que tiene las modalidades de 'Forma Joven' para educación secundaria y 'Creciendo en Salud' para educación primaria.