Andalucía supera las 100 fosas del franquismo abiertas y las 4.000 víctimas recuperadas desde el año 2003

Cien fosas del franquismo abiertas y más de 4.000 víctimas recuperadas. Es el balance que presenta la Memoria Histórica en Andalucía desde la primera intervención arqueológica con luz y taquígrafos en el año 2003 en el Valle de Lecrín (Granada). Queda trabajo para limpiar el Mapa de Fosas, que marca 708 tumbas ilegales y 45.566 desaparecidos forzados en suelo andaluz.

La región más castigada por el terror franquista –suma un tercio de la represión de toda España– alcanza estas cifras en un momento de transición. Con la Junta de Andalucía sacando adelante solo tareas pendientes del mandato anterior y el Ministerio de Justicia rescatando la financiación de exhumaciones.

Pero esta doble vía ha servido para entrar en 2020 con un cómputo histórico y que Andalucía debe, ante todo, a la propia lucha de las familias de los represaliados y asociaciones memorialistas. Y, en ocasiones, por el impulso intermitente de las políticas públicas. O el apoyo incierto, difuso, las más de las veces. Como ocurre ahora.

La Junta andaluza de PP y Ciudadanos, apoyada en la extrema derecha de Vox, sigue sin ser clara sobre la Memoria. No ha iniciado ni una nueva exhumación de las decenas que dejó aprobadas la extinta Dirección General de Memoria Democrática. Y en 2020 habrá que ver hasta dónde llega el compromiso efectivo del nuevo Gobierno estatal de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.

La búsqueda de Aniceto Góngora

Agustín Góngora tenía un empeño en la vida, que era encontrar los huesos de su hermano Aniceto, asesinado por los franquistas en el granadino Valle de Lecrín. La búsqueda llegó el 14 de junio del año 2003. El cuerpo no apareció. Pero el intento quedó para la historia.

Porque fue la primera búsqueda de una fosa en suelo andaluz que se daba a conocer de manera pública. Y más: como reivindicación de la fecha, Andalucía señala el 14J como 'Día de recuerdo y homenaje a las víctimas del golpe militar y la dictadura franquista', según el artículo 17 de la Ley de Memoria Democrática andaluza.

Una década más tarde ya estaban documentadas 43 actuaciones en la región y más de 3.300 víctimas del franquismo exhumadas, como contó eldiario.es Andalucía. La cifra creció hasta 95 fosas y 3.932 cuerpos en 2018, según un informe del Ministerio de Justicia al que ha tenido acceso este periódico.

En 2019 el trabajo arqueológico traspasó esos números redondos, 100 fosas y 4.000 víctimas. Con la Junta poniendo el dinero para exhumaciones –ya contratadas en la legislatura anterior– como la búsqueda de las mujeres que el franquismo mató como “fieras humanas” y enterró en Higuera de la Sierra (Huelva).

E intervenciones financiadas por el Gobierno de España, caso de las ejecuciones de madres por “sustitución” en Pinos Genil (Granada) o las fosas de la cuenca minera onubense en Nerva. Y todo a las puertas de la exhumación en Pico Reja (Sevilla), donde hay 1.103 víctimas del franquismo y entre ellas el Padre de la Patria Andaluza, Blas Infante, según las estimaciones históricas.

El revulsivo de la Ley

Tras Aniceto Góngora en Lecrín, el relato cronológico de la búsqueda de fosas del franquismo en Andalucía cita El Bosque (Cádiz) en 2004. La tierra entregó los huesos de 14 víctimas y otras ocho un año después. Como en Santaella (Córdoba), con cinco y 17 represaliados en ese bienio. Los ejercicios posteriores sumaron siete intervenciones y 24 víctimas.

La aprobación de la Ley de Memoria Histórica en 2007 supuso el primer gran revulsivo. Desde entonces, diez fosas y 55 exhumados en 2008, con el inicio de trabajos emblemáticos como en La Sauceda (Cádiz) o La Puebla de Cazalla (Sevilla).

Y 2009 como año clave, con 14 intervenciones y 76 víctimas que sumar a la mayor fosa común abierta en Europa occidental: el cementerio de San Rafael en Málaga con 2.840 cuerpos recuperados. En 2010 serían 251 represaliados, con grandes tumbas colectivas abiertas en Cazalla de la Sierra (Sevilla) o Castro del Río (Córdoba).

El ejercicio siguiente suma 63 exhumados en cuatro búsquedas con un nuevo impulso en 2012: más de diez fosas y 241 víctimas, entre ellas 151 personas en Teba (Málaga) o 28 en El Marrufo. Un año después, la cifra baja a tres fosas y siete cuerpos, para recuperar ritmo en 2014 con 72 cuerpos en cuatro intervenciones, caso de las sevillanas de El Madroño o Coria del Río.

El impulso a las exhumaciones

2015 cerró con 8 sepulturas y 37 personas, con trabajos en Paterna de Rivera (Cádiz) o los mineros emboscados por los fascistas en La Pañoleta (Camas, Sevilla). Un año después arrancaba el proceso de la segunda mayor fosa común abierta en Andalucía hasta la fecha: Puerto Real (Cádiz), con 193 víctimas del franquismo.

En 2017 y 2018 continuaba la tarea de recuperar a los desaparecidos forzados, caso de Marmolejo (Jaén) o Castro del Río y Monturque en suelo cordobés. Y en 2019 Andalucía superó el centenar de ocasiones en que la tarea arqueológica rompía la tierra para recuperar los restos óseos de más de 4.000 personas.

Los últimos años sumaron así un impulso creciente a la búsqueda de fosas comunes del franquismo, con tantas sepulturas abiertas desde 2015 como hasta entonces. Casi la mitad del centenar intervenidas en cada tramo de tiempo, en 12 años desde 2003, y de ahí a 2019. Está por ver que el actual Gobierno andaluz de las derechas continúe esas políticas públicas.

La realidad de las fosas del franquismo

Andalucía fue la región más castigada por la violencia golpista. Y queda la mayor parte del trabajo por hacer con respecto a las graves violaciones de derechos humanos cometidas por los golpistas. Aunque las décadas de retraso en memoria histórica condenan a la mayor parte de familias a no recuperar jamás a sus muertos.

En suelo andaluz hay en total 45.566 víctimas en 708 sepulturas, de las más de 2.500 y más de cien mil asesinados a nivel estatal. La comparación sirve para ver la dimensión del genocidio fundacional del franquismo en Andalucía: solo entre Granada (11.388 asesinados en 110 fosas), Huelva (10.199 y 126), Sevilla (9.304 y 139) y Málaga (5.638 y 99) superan el terrorismo de Estado acumulado por las dictaduras de Argentina y Chile juntas.

España, en lo que va de siglo, ha abierto más de 740 fosas y recuperado alrededor de 9.000 esqueletos. Apenas unas 25.000 víctimas podrían ser recuperadas en la actualidad y unas 7.000 personas como máximo quedarían identificadas, según un informe del Ministerio de Justicia al que ha tenido acceso eldiario.es Andalucía.