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El arzobispado de Granada retira del ejercicio a sacerdotes acusados de abusos sexuales
El Arzobispado de Granada ha informado este lunes de que ha retirado del ejercicio a varios sacerdotes acusados de abusos sexuales por una víctima de Granada, cuando era menor de edad, que ha informado de este asunto al Vaticano y que ha llegado a recibir una llamada de apoyo del propio Papa Francisco.
Según ha publicado el portal 'Religión Digital', que ha avanzado el caso, tras la llamada del Papa al joven, éste formalizó una denuncia ante la Fiscalía Superior de Andalucía, que ordenó a la Fiscalía Provincial de Granada interponer “ipso facto” denuncia contra todos los afectados, al menos una docena, entre sacerdotes y laicos, que llevaron a cabo los presuntos abusos en distintas residencias de la provincia de Granada, según esta publicación, que señala además que el caso se encuentra bajo secreto de sumario en el Juzgado de Instrucción 4 de Granada.
La Diócesis granadina informa en un comunicado de que “desde el momento en que se tuvo noticia fehaciente de la acusación presentada ante la Santa Sede por un joven de Granada, de haber sufrido abusos sexuales por parte de un grupo de sacerdotes, el Arzobispado ”ha seguido escrupulosamente el procedimiento previsto para estos casos por la disciplina canónica“.
De acuerdo con esa praxis, “se han seguido los trámites establecidos en la misma para verificar si la mencionada acusación tenía verosimilitud”. “Apenas llevada a cabo esa investigación preliminar, que no tiene aún carácter judicial, este arzobispado impuso las medidas cautelares a los sacerdotes directamente acusados de los abusos, retirándolos del ejercicio del ministerio sacerdotal”, indica la Diócesis.
Igualmente, según afirma, remitió las conclusiones de la investigación a la Santa Sede, y, al mismo tiempo, y dado que el denunciante es hoy persona mayor de edad, y que por tanto sólo él tenía capacidad para formular denuncia judicial, “una vez se supo que ésta había sido interpuesta, el Arzobispado se puso a disposición de la autoridad judicial para colaborar en lo que fuese necesario, lo que ha venido haciendo hasta el momento”.
“El Arzobispado, al igual que la multitud de fieles cristianos, es consciente de que la inmensa mayoría de los sacerdotes vive ejemplarmente el ejercicio de su ministerio, y dan un precioso testimonio, a veces heroico, de entrega a Dios y a los hermanos. Al cuerpo entero de la Iglesia le hieren y le duelen inmensamente que se puedan producir escándalos de esta naturaleza, cuya certeza y alcance tendrá que determinar finalmente la autoridad judicial en la investigación abierta”, mantiene.
Por tanto, concluye que en el tratamiento de este caso, la Diócesis ha seguido estrictamente los principios de la disciplina de la Iglesia, que son los siguientes: “Tolerancia cero con los abusos y con quienes los cometen”; “ayuda a las presuntas víctimas y, una vez probados los hechos, a las víctimas si las hay”; y “cooperación con las autoridades en el establecimiento de la verdad y la justicia, de forma que estas conductas aberrantes, que la Iglesia rechaza y condena, puedan evitarse y erradicarse”.