Un relevo sereno en el Ayuntamiento de Cádiz: “Mi mano tendida es sincera”
Con naturalidad y sabiendo encajar la derrota. Así se ha producido la salida de José María González, Kichi, y su equipo de la alcaldía de Cádiz. Este sábado se ha llevado a cabo la constitución del nuevo Ayuntamiento de la ciudad en el salón de sesiones de la Casa Consistorial en un Pleno de investidura que ha elegido alcalde al popular Bruno García.
Todos los concejales electos han jurado sus cargos para proceder después a la designación del alcalde. La nueva corporación estará integrada por 14 concejales del Partido Popular, 7 del PSOE y 6 de Adelante Izquierda Gaditana. Y llega Bruno García con un buen talante y con la intención de apostar por “un tiempo de diálogo, de consenso y de unión de todo Cádiz”.
En su discurso, Bruno García aprovechó la presencia de Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía en el salón de Plenos, para mandarle un mensaje: “Conozco bien tu compromiso con esta ciudad. lo has demostrado y lo seguirás demostrando. No tengo duda alguna, serás el mejor aliado de esta ciudad. Pero además de agradecértelo, también quiero ser leal contigo, te reclamaré apoyo desde el diálogo y el acuerdo, que sé que encontraré en tu gobierno”.
Y también se ha acordado de la oposición, con alusiones a Óscar Torres (PSOE) y David de la Cruz (Adelante Izquierda Gaditana). “Señor Torres, señor De la Cruz, me conocen, saben que mi mano tendida es sincera, es un empeño personal y de mi grupo. Les espero en el encuentro, les espero en el acuerdo y en el trabajo leal por la ciudad. Les conozco y sé que puedo contar con ustedes”.
Y la respuesta no tardó en llegar, aunque con retranca. De la Cruz dijo al nuevo alcalde que la suya será “una oposición en la que no encontrarás denuncias constantes en los tribunales. Hasta 15 sufrió del Partido Popular quien te antecede en el cargo. Una oposición en la que no encontrarás el no sin argumentos”.
Buen rollo en la despedida
Cádiz dice adiós a dos legislaturas de gobierno de la izquierda y Kichi tiene la esperanza de que su relevo en el cargo no rompa de raíz con lo que se venía haciendo en la ciudad. “Cuando en 2015 tomé posesión como alcalde no hubo ni herencia ni relevo, sólo ruina y huida. Hoy sí hay legado, horizonte y relevo, porque pensamos antes que nada en Cádiz y en el futuro de la ciudad. Esperemos que el PP respete también la modificación del PGOU para la limitación de los pisos turísticos, sobre todo después de la sentencia que falló contra la Junta de Andalucía y en la que daba la razón a este Ayuntamiento”.
Son deseos lanzados al aire por el alcalde saliente, que desde que dio el paso al lado para no presentarse a la reelección ha mostrado el mayor afán de colaboración con el ganador en la noche del 28M. Como ejemplo, el encuentro mantenido recientemente con el alcalde electo, Bruno García, al que le ha ofrecido “la absoluta lealtad y total colaboración” del Gobierno saliente para “todo aquello que el nuevo equipo necesite” en relación a los proyectos y trámites vinculados a los fondos europeos Edusi y Next Generation.
Aunque ideológicamente estén en las antípodas, el buen rollo parece asegurado entre dos líderes políticos que siempre se han respetado dentro de las lógicas reglas del juego político. “Sé lo que es estar en la oposición y perder elecciones, por eso asumo el resultado con humildad. Quiero trabajar junto a los portavoces de la oposición”, dice Bruno García.
Las primeras medidas del nuevo alcalde
Sus primeros pasos irán dirigidos hacia poner en marcha un plan de choque de limpieza para el comienzo de la legislatura. Porque García quiere un Cádiz más limpio y con más vida y por eso ha prometido potenciar la construcción de viviendas en la ciudad para devolver la actividad a diferentes zonas de la ciudad.
No habrá un proyecto faraónico como el del segundo puente, trabajado por Teófila Martínez y estrenado por Kichi, pero sí uno que no sólo afectará a la ciudad. Viene repitiendo en los últimos días que desea reunirse con los alcaldes y alcaldesas de la Bahía para empezar a diseñar una estrategia que saque el máximo provecho del área metropolitana.
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