Laura Melgar: la científica de los datos
En el laboratorio de Laura Melgar (Sevilla, 1995) no hay probetas ni gente con batas blancas. Es un laboratorio lleno de ordenadores, con distintos sistemas operativos, donde los códigos binarios son los que mandan por encima de los microscopios, y donde el personal científico trabaja en analizar lo que la Inteligencia Artificial puede aportar a la vida diaria de las personas y empresas para salir adelante en su día a día.
La futurible doctora sevillana está a punto de hacer las maletas para formarse en las calles de Nueva York gracias a una beca de investigación predoctoral del programa Fulbright cofinanciada por la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades.
Las becas Fulbright, explica, son una de las mejores cartas de presentación posibles para hacer relaciones en el ámbito de la investigación con universidades estadounidenses. En el caso de Laura, realizará una estancia de investigación durante seis meses en la New York University: “Pretendo aprovechar al máximo esta gran oportunidad y establecer nuevas vías de colaboración para aportar un retorno inmediato a Andalucía”. La Junta financia cinco de las 15 que se convocan en toda España.
Laura es responsable de dos palabras que probablemente no será la última vez que las escuchemos: StreamWNN y STriGen, los dos algoritmos que han salido de sus manos para analizar datos y aplicarlos a la vida real, y que formarán parte de su tesis doctoral, que espera defender en los finales de la primavera de 2023.
Es doctoranda por la Universidad Pablo de Olavide en Ingeniería Informática, y realiza su tesis en el ámbito de la Inteligencia Artificial, concretamente Machine Learning, temática que tiene muchas aplicaciones en la industria actual, como la resolución de problemas de las Smart Cities. Asimismo, forma parte del grupo de investigación Data Science & Big Data Research Lab de la UPO.
Cuando su trabajo salga adelante, se habrá avanzado en la detección de anomalías, predicción del consumo energético o de gas, congestión del tráfico o sensores medioambientales, porque “el análisis de datos nos puede ayudar a estudiar problemas de casi cualquier ámbito y sacar conclusiones de gran utilidad”.
Analizar para mejorar
En realidad, Melgar explica con suma facilidad algo que es muy complicado. De hecho, afirma que ha desistido a la hora de explicar a sus amigos a qué se dedica, y eso que no es algo nuevo, “porque la primera vez que se habló de Inteligencia Artificial fue en los años 60”. Ahora es cierto que está más desarrollado, pero la base es la misma.
“Por ejemplo, en Nueva York las calles están monitorizadas para analizar, entre otras cosas, el ruido del tráfico, y los datos que se consiguen con ese estudio se pueden analizar para mejorarlo”, con la apertura de nuevas calles, rutas alternativas e incluso peatonalizar algunas vías en concreto.
Y eso que la vida de esta profesora dio un giro radical cuando volvió de Milán, donde estuvo de Erasmus, al igual que en París. “Estudié el Grado de Ingeniería de la Salud, pero al volver a España me di cuenta de que quería enfocarme en la Inteligencia Artificial”, y en ese momento su vida dio un cambio radical en forma de algoritmos.
Unos algoritmos que estudia en un laboratorio de investigación en el que, junto a ella, hay varios doctorandos más, lo que provoca un intenso ambiente de trabajo en la investigación cibernética que, asegura, está tan garantizado su funcionamiento que “yo misma probé los algoritmos en la farmacia de mi madre, analizando los datos y dándole las claves para mejorar”.
Internet puede “petar”
Laura Melgar tiene muchas cosas claras en su trabajo, tanto que contesta con rotundidad a la gran pregunta del siglo que depende totalmente de las nuevas tecnologías: ¿Puede llegar un momento en que Internet “pete” y no admita más datos? Para ella, la investigación es la clave para garantizar la estabilidad y seguridad de internet.
En ese ámbito se mueve como pez en el agua una mujer que asegura que siempre ha sido “muy de ciencias”, y que se ve dentro de diez años con una vida muy parecida a la actual, en un laboratorio perfeccionando sus conocimientos y dando clases en la Universidad, “porque he descubierto que la docencia me gusta, y mucho”.
El programa Fulbright
El programa Fulbright ofrece distintas becas tanto para la realización de Máster como estancias pre y post doctorales en universidades de Estados Unidos. Este mes se ha abierto la convocatoria para solicitar la beca Fulbright para investigación Predoctoral para realizar una estancia durante el curso 2022-2023.
Para la de investigación predoctoral hay que presentar una carta de invitación de un investigador de la universidad estadounidense, con el que tienes que tener contacto previamente para que encajen los temas de investigación. También hay que tener un nivel de inglés suficiente como para no necesitar intérprete durante la estancia.
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