Menos compras y peor calidad: el 75% de las familias reducen sus gastos por la subida del precio de los alimentos
El Gobierno debe tomar nuevas medidas para reducir los costes de la cesta de la compra “tras la ineficacia de la bajada del IVA” a productos esenciales. Ese es el mensaje que ha lanzado este miércoles la presidenta de Facua, Olga Ruiz, que ha recalcado la necesidad de que el Ejecutivo central ponga en marcha una labor de investigación y vigilancia que evite que las empresas se lucren a costa de esta reducción. “La rebaja del IVA está siendo absorbida por el incremento de precios de las grandes distribuidoras de las grandes empresas de alimentación que se lucran a costa de los consumidores”, todo ello en un contexto en el que el 75% de las familias españolas se han visto obligadas a reducir sus gastos para hacer frente al alza del precio de los alimentos.
Facua ha realizado un total de 3.334 encuestas a ciudadanos para medir cómo ha afectado la subida de la cesta de la compra a los hábitos de consumo de productos esenciales como pueden ser la carne, el pescado, las hortalizas o el aceite de oliva. El estudio desvela que son muchos consumidores los que han dejado de consumir productos beneficiosos para la salud, como el pescado o el aceite, debido al aumento exponencial de su precio. “Los datos sobre el consumo de legumbres, arroz o ultraprocesados evidencian que los consumidores también están teniendo acceso a una alimentación de peor calidad”, ha afirmado Ruiz.
De manera general, tres de cada cuatro familias españolas se han visto obligadas a reducir su gasto en productos y servicios de diversa índole para poder hacer frente a la subida de los precios de los alimentos. En concreto, el encarecimiento de los alimentos ha provocado que el 65,3% de los encuestados haya reducido su gasto en bares y restaurantes, el 58,7% en viajes, 47,1% en ropa y calzado, el 45,3% en productos culturales, el 18,9% en suministros de luz, agua y gas, el 12,6% en transportes y el 11,8% en telecomunicaciones (telefonía e internet). Sólo un 25,1% señala no haber tenido que privarse de ningún otro producto o servicio.
Subidas ilegales de precios
Facua también insiste en la urgente necesidad de crear mecanismos de control y sanción de aquellos grupos empresariales que están llevando a cabo subidas de márgenes ilegales en alimentos con el IVA rebajado. De nuevo, los estudios de la asociación revelan que durante el último año se han producido subidas de precios que no se corresponden con aumentos en los costes de producción.
Los datos se le han hecho llegar al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2023, al que insiste en reclamar la apertura de una investigación que derive en sanciones contra las empresas que están inflando sus márgenes de beneficio, una práctica prohibida en los alimentos con el IVA rebajado: “Esto nos lleva a pensar que tal vez el Gobierno no quiere perjudicar los intereses de quien están viendo claramente incrementado sus beneficios a costa de empobrecer a las familias y a costa de empeorar la dieta”.
“El Gobierno tiene capacidad para intervenir en precios y, por tanto, en alimentos básicos puede establecer topes a la subida e inspeccionar lo que está ocurriendo”, ha reivindicado.
Sustitución por productos de peor calidad
Según los datos extraídos de los resultados de la encuesta publicada por Facua, el alimento que los ciudadanos han dejado de comprar y, por tanto, de consumir en una mayor cantidad en los últimos años (23,1%) para sustituirlo por uno menos saludable es el aceite de oliva, cuyo consumo ha experimentado un importante decrecimiento en favor del aceite de girasol. Asimismo, un porcentaje significativo (24,1%) ha sustituido el aceite de oliva virgen extra por un aceite de oliva de peor calidad.
De esta manera, comparando estos datos con el de las encuestas realizadas en 2022, el porcentaje de personas que han sustituido el consumo de aceite por otros de distinta tipología ha aumentado notablemente, concretamente un 15,8%.
La ternera, la carne menos consumida
En cuanto a los hábitos de consumo, el porcentaje de familias que consume ternera una o más veces en semana ha bajado 15 puntos con respecto a hace dos años: si entonces era el 32,9%, actualmente es el 17,6%. Por el contrario, el 82,3% de las familias solo consume esta carne cada dos semanas o con menor periodicidad. De ellas, el 30% no lo hace ni siquiera una vez al mes o directamente no la compra.
Una situación parecida ocurre con el pescado. Hasta hace dos años el porcentaje de familias que decía consumirlo al menos una vez en semana era el 67,6%, mientras que ahora es el 43,3%. El porcentaje de familias que directamente no lo consume aumenta del 5% al 10,9%.
Doble etiquetado de los productos
En otro orden de cosas, Ruiz ha propuesto como medida clave para hacer frente a las reivindicaciones y protestas del sector agrícola incluir un doble etiquetado en los productos que refleje el precio de origen, es decir, lo que se le paga al agricultor por comprarlo y el precio de venta a los supermercados. De este modo, los consumidores serán conscientes de la inflación de precios por parte de los intermediarios y distribuidores: “Yo creo que el consumidor está en su derecho de tener información sobre el coste del producto en origen y el precio del producto en su destino final cuando va a adquirirlo al consumidor”.
Esta iniciativa, que ha recordado que cuenta con el apoyo de agricultores y representantes del sector, ayudaría a poner tope “a los márgenes comerciales”. Solo de esta forma los consumidores tomarán conciencia de que los productos que consumen tienen precios elevados “no porque los productores obtengan grandes beneficios, sino porque intermediarios y distribuidores los incrementan enormemente para obtener grandes márgenes de beneficio”.
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