Córdoba inicia este mes la localización y exhumación de las fosas de 4.000 represaliados franquistas
Córdoba iniciará este mes de enero los trabajos para localizar y exhumar las fosas comunes de la capital cordobesa, fosas en las que se encuentran los restos de alrededor de 4.000 personas represaliadas durante la guerra civil y el franquismo, documentadas en archivos de los cementerios, en escritos de la época y en testimonios orales que han sido recopilados por colectivos memorialistas.
El Ayuntamiento de la capital y la Junta de Andalucía han llegado a un acuerdo para comenzar los trabajos este mes y que empezarán por una compilación de toda la documentación existente para abordar las tareas en las fosas, localizadas en los cementerios municipales de La Salud y de San Rafael.
Este estudio documental será desarrollado por un equipo multidisciplinar de la Junta de Andalucía, en el que habrá de concretarse los archivos y detalles existentes respecto de la existencia de las fosas que serán el objeto de trabajo. Además, uno de los primeros pasos será también la realización de catas en el lugar exacto para ubicar las fosas, una tarea que llevará a cabo el Ayuntamiento de Córdoba. Con estas catas se conseguirá localizar la ubicación concreta y delimitar las fosas sobre las que se deberá actuar posteriormente.
Los trabajos, acordados entre el consistorio cordobés y la dirección general de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, quieren dar cumplimiento así tanto a la Ley Andaluza de Memoria Democrática como a los reiterados requerimientos realizados por Naciones Unidas a España para acabar con la situación que viven los familiares de las miles de víctimas de la guerra civil y el franquismo, cuyos restos siguen sin localizarse ni identificarse legalmente.
El inicio de estas tareas ha sido repetidamente solicitado a la Junta y al Ayuntamiento por los familiares de las víctimas en Córdoba, especialmente a través de la asociación ‘Dejadnos Llorar’, que persigue recuperar los restos de sus seres queridos y reparar la dignidad de las víctimas del franquismo que yacen enterradas en las fosas comunes de los cementerios cordobeses.
Ha sido su deseo, expresado recientemente con la apertura de la Oficina de Memoria Democrática en Córdoba en noviembre pasado, en la confianza de que esto supusiera un impulso definitivo para que en 2018 puedan desarrollarse las intervenciones para recuperar los restos de sus seres queridos.
Testimonios de los derechos que quedaron bajo tierra
Es el caso de Luis Raya, nacido en 1893 en Fernán Núñez (Córdoba), que fue agricultor en la Campiña cordobesa. Tuvo ocho hijos y en agosto de 1936 fue requerido por la Guardia Civil para que se personara en el cuartel. Apareció fusilado el 13 de agosto en el cortijo los Llanos de las Torres, según consta en el libro del cementerio de San Rafael de Córdoba.
O el padre de Rosario Moreno, que fue alcalde republicano de Obejo. Ella fue la última persona que lo vio con vida antes de que lo mataran. Después, ya no lo vieron más. Su cuerpo está en la fosa del cementerio de La Salud.
Es el caso también de Carmen Gracia, hija de Antonio Gracia Sánchez, fusilado en Córdoba. Pertenecía al Partido Socialista y era dirigente del sindicato de panaderos. Su mujer iba todos los días a la cárcel, hasta que un día le dijeron que ya no estaba allí. Está enterrado en el cementerio de San Rafael en una fosa común.
O como Francisco y Carmen, nietos de Manuel Jiménez Sevillano, socialista, detenido tras la Guerra Civil y condenado en procedimiento sumarísimo de urgencia. Fue enviado a la prisión provincial de Córdoba, donde murió a los pocos meses. Su cuerpo se encuentra en la fosa común del cementerio de San Rafael de Córdoba.
Testimonios –un sinfín de ellos- como el de Antonio Deza, presidente de la asociación ‘Dejadnos Llorar’. Él fue un niño de la guerra que no llegó a conocer a su padre. Su familia quedó desmembrada por el conflicto. Los que tuvieron suerte terminaron en Argelia, luego en Francia, muchos en Cataluña. Los demás, nueve familiares, están desaparecidos en las fosas comunes de los cementerios de Córdoba.
De todo esto han pasado más de 80 años ya. Y los familiares de las 4.000 víctimas del franquismo que yacen enterradas en las fosas comunes de Córdoba esperan que, de verdad, este 2018 sea el año para recuperar la dignidad de todos ellos.