Sanidad pública
La demora para acudir al médico de familia en Andalucía ronda los 10 días en los grandes núcleos urbanos
La presión asistencial que sufren los centros de salud en Andalucía sigue siendo el gran caballo de batalla de la sanidad pública de la región. La demora para acudir al médico de cabecera es sustancialmente distinta dependiendo de a qué fuente se acuda. Según la Consejería de Salud, la espera media es de apenas 2,5 días para acudir a consulta, mientras que los datos recogidos por este medio y por los sindicatos cuadruplican esa cifra. Una diferencia que, según fuentes del sector, se explica porque Salud establece una media total en la que obvia que la demora más elevada está en los grandes núcleos de población.
Es decir, los datos oficiales dibujan un panorama casi ideal para que ver al médico de familia, pero sindicatos y mareas blancas no están de acuerdo. Argumentan que los centros de salud de Andalucía están en una “mala situación” y por ello saldrán a la calle en los próximos días. Quieren presionar a la Consejería de Salud para que tome medidas para mejorar la atención que reciben los ciudadanos en los ambulatorios. Lo hacen además tras varias reuniones entre las partes que no han permitido acercar posturas, aunque habrá nueva reunión el próximo 17 de mayo.
Mayor demora en las poblaciones grandes
Yendo a los datos concretos, la demora para tener una cita con el médico de cabecera, según el Servicio Andaluz de Salud (SAS), está en 2,5 días en la actualidad, mientras que en diciembre era de 5,87 días. Por el contrario, según los datos recogidos por este medio y los facilitados por los sindicatos, lo más habitual es que la cita más próxima esté en el entorno de los diez días y que, en ocasiones, esta ni siquiera sea presencial, sino telefónica. También hay casos que coinciden con el dato oficial y que reportan la posibilidad de acudir al ambulatorio en apenas tres días, pero son minoritarios en comparación.
Los sindicatos y las mareas blancas asumen que esta diferencia entre la estadística del SAS y la que se recoge por parte de la mesa sectorial y los ciudadanos se explica por la media que hace la Consejería de Salud. Según argumentan, la demora se acentúa en las poblaciones más grandes, mientras que es baja en las de menor tamaño. Si se establece una media entre ambas realidades, se obtiene la demora de 2,5 días de la que saca pecho la consejera de Salud, Catalina García. A cambio, dicen, se saca del foco la realidad: “La presión asistencial está muy acentuada en Andalucía. Sobre todo en los grandes núcleos de población”.
La “autocomplacencia” de Salud
Por eso, la distancia entre Salud, los sindicatos y las mareas blancas es grande. No hay puntos de consenso que permitan avanzar en la mejora de la atención primaria. Las mareas lamentan la “autocomplacencia” de la consejera García cuando rechaza las “exigencias planteadas”. Exigencias que pasan por derogar el decreto que abre la puerta a la privatización de la atención en los ambulatorios, ampliar las plantillas y trabajar para disminuir la demora asistencial para que sea menor de 48 horas en toda la comunidad autónoma.
Al contrario, en la última reunión mantenida con Catalina García, según denuncian las mareas, la consejera de Salud le restó importancia a la orden que establece el pago por la atención primaria en casos de emergencia y negó que desde el Gobierno regional se esté apostando por la derivación de fondos públicos para la sanidad privada, pese al aumento del gasto en conciertos del último lustro. Sin ir más lejos, mientras que en 2018 se externalizaron a 400.000 pacientes, en 2022 este número aumentó hasta el millón y se prevé que en 2023 la estadística siga creciendo.
La lista de puntos de fricción entre las mareas y la Consejería de Salud es tan larga que este sábado saldrán a las calles de toda Andalucía para volver a manifestarse, como ya lo hicieron a finales de marzo con una importante afluencia de personas, especialmente en Sevilla y Granada donde se superaron los 60.000 y los 20.000 manifestantes respectivamente, según fuentes de la organización. Lo harán apenas dos días después de que CSIF, UGT y CCOO también se concentren para evidenciar que la negociación entre Salud y la mesa sectorial está en punto muerto.
En las últimas semanas, han tenido lugar cinco reuniones técnicas para avanzar en un plan para la mejora de la atención primaria que no se ha planteado con “medidas concretas” ni se ha acompañado de una memoria económica. Los sindicatos, incluyendo a SATSE y al Sindicato Médico, lamentan que la Consejería de Salud solo haya ofrecido documentos con “ideas vagas”, que no se centran en el aumento de la plantilla y la mejora en la retribución de los sanitarios, aspectos esenciales para disminuir la demora y acabar con el colapso asistencial de los centros de salud.
Ejemplos que explican en qué estado está la sanidad pública andaluza hay muchos a diario. Este medio ha tenido acceso al caso de una mujer sevillana a la que su médico de cabecera se negó a recetarle un medicamento por haber excedido su tiempo de consulta. Sucedió el pasado 8 de mayo en un centro de salud de la capital hispalense. Según consta en la reclamación interpuesta por la paciente, el facultativo no quiso recetar un fármaco porque la cita había durado más de los siete minutos que tenía previstos. “Se levantó, cerró la puerta con pestillo”, relata. Posteriormente le amenazó con que, si no se marchaba, llamaría al personal de seguridad.
Con este panorama, desde la mesa sectorial creen que Salud demuestra “desinterés” por llegar a acuerdos en favor de la atención primaria, porque la siguiente reunión técnica convocada está fechada para el 17 de mayo. “Nos han convocado muy tarde y sin ninguna medida concreta”. Piden que se establezcan como puntos básicos, al menos, la estabilización de los 12.000 contratos de Covid que aún siguen vinculados al SAS, que se mejoren los salarios, que el complemento de rendimiento profesional pase a ser masa salarial y fija, y de paso que el acceso a la carrera profesional -el otro complemento que perciben los sanitarios- sea más accesible. De lo contrario, la distancia entre las partes será insalvable y las movilizaciones serán la norma.
3