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La Zona Franca de Cádiz potencia la economía azul como nicho de empleo
La estratégica situación de Cádiz, su histórica vinculación con el mar y el comercio marítimo unen ineludiblemente a esta provincia con la economía azul. La Zona Franca de Cádiz, que respalda este contenido, ha apostado por aprovechar este elemento diferencial para dinamizar el tejido socioeconómico de la provincia, en el marco de un cambio hacia un nuevo modelo industrial más sostenible, ha puesto en marcha el proyecto Incubazul.
Se trata de una incubadora de alta tecnología especializada en economía azul que pretende proyectar todo el talento innovador en este sector, uno de los grandes focos de empleabilidad en las próximas décadas y que en Europa ya aporta un valor añadido bruto de casi 220.000 millones de euros. El proyecto, de hecho, cuenta con la cofinanciación de los fondos europeos Feder dentro del Programa Operativo Plurirregional 2014-2020.
Este reencuentro diferente con los mares es a la vez una oportunidad para el planeta, en el que se aprovecha su potencial para la innovación y el crecimiento, redundando en un desarrollo socioeconómico respetuoso con el medioambiente. Incubazul pretende pues atraer a los emprendedores, generar espacios de oportunidad y posibilitar la llegada de nuevas y atractivas iniciativas tecnológicas en torno a la economía azul.
La Zona Franca tiene abierta la convocatoria para la presentación de ideas y proyectos que quieran formar parte de su programa de aceleración empresarial. Tras el primer BATCH, a través del que entraron ocho proyectos, la segunda ventana de entrada se cerrará el próximo 9 de septiembre tras recoger las solicitudes de julio, agosto y septiembre. El tercer BATCH será en enero de 2023 y el cuarto y último está previsto para mayo del próximo año, según explican desde el Consorcio gaditano.
Objetivos del proyecto
Es una incubadora para acompañar, alimentar y consolidar iniciativas empresariales con base tecnológica y vinculados con el mar y sus recursos a través de un programa integral de aceleración empresarial que, además, tiene el valor añadido de contar con la colaboración de Telefónica que es la encargada de dirigir, desarrollar y dinamizar el programa. Su equipo de mentores y asesores especializados y su red Open Future han puesto ya en marcha un plan de trabajo personalizado para el impulso de negocio, comunicación y ventas, visibilidad en medios de comunicación, sesiones de networking y conferencias, entre otros.
Para ello, el proceso de aceleración empresarial de Incubazul se estructura en tres fases. La primera es la incubación (presemilla), en la que se trabajará con iniciativas empresariales en fase incipiente y que tendrá una duración inicial de cuatro meses que podrán prorrogarse otros tantos. La segunda es la fase de aceleración (semilla y crecimiento), orientada a construir el modelo de negocio y facilitar las condiciones necesarias para ser comercializables y cuya duración también será de cuatro meses. Finalmente, la de consolidación, un periodo en que la empresa se encuentra implantándose en el mercado. Esta tercera fase tendrá un plazo de duración máximo de cinco años.
Con este contexto tan favorable y sobre todo, con el gran potencial que tiene la provincia de Cádiz en el sector azul, con recursos naturales que la sitúan a la cabeza del país, Incubazul se erige como una gran oportunidad para atraer, captar y consolidar todo el talento de las startups nacionales y de toda la Unión Europea.
“Ya hemos caminado todos los pasos necesarios para que la incubadora vaya cogiendo velocidad, cuerpo y dinamismo de manera que podamos cumplir nuestro principal fin: dinamizar la economía y aportar oportunidades a Cádiz, la bahía, la provincia y referenciarnos como tierra de responsabilidad ecológica y economía azul”, apunta Francisco González Pérez, delegado Especial del Estado del Consorcio.
En este sentido, incide en el emprendimiento y la reinvención profesional como motor para la productividad. “Hay estudios que han valorado que cada euro invertido en emprendimiento revierte a la sociedad ocho euros. Es indiscutible el valor amplificador de esta inversión, si atendemos a las realidades sociales, económicas y familiares de quienes emprenden, pero también al dinamismo económico que propician. Hay otro dato importante: el valor del ecosistema del emprendimiento se ha multiplicado por cinco desde 2015”, agrega.
La incubadora se ha proyectado como un edificio singular, situado en el polígono exterior de la Zona Franca de Cádiz, una de las áreas con mayor proyección de crecimiento de la ciudad. Desde el punto de vista conceptual y arquitectónico ha sido elaborado por Carquero Arquitectura. Su propio diseño es símbolo de economía circular y un ejemplo de sostenibilidad: está configurado por contenedores marítimos reciclados, que habitualmente tienen una vida útil de 10 a 15 años. Mientras se construye este edificio, Incubazul ya está operativa y desarrollando su programa de aceleración con startups desde unas modernas instalaciones ubicadas en el edificio Europa del recinto fiscal gaditano.
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