La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, constituida en 1990, es una asociación de carácter privado, sin ánimo de lucro, cuyo fundamento lo constituye la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la ONU en 1948. Aunque el ámbito de afiliación de la APDHA y su área directa de actuación sea el territorio andaluz, su actividad puede alcanzar ámbito universal porque los Derechos Humanos son patrimonio de toda la Humanidad.
Ahora, más que nunca, derechos humanos para todas las personas
¿Por qué solo se recibe con los brazos abiertos a las personas que huyen de Ucrania? Indigna ver que hay personas refugiadas y muertas de primera y otras de segunda. Defendemos el derecho a la vida, sea cual sea la procedencia y color de la piel, porque las consecuencias son las mismas para todas las personas que huyen de la guerra
Macarena Olid, Óscar Mitillo y Pablo María Fernández
Activistas de APDHA Sevilla —
12 de abril de 202220:31 h
0
Llama poderosamente la atención que gobiernos, partidos políticos, empresas y población en general se vuelquen calurosamente en la ayuda a las personas refugiadas de Ucrania. Y llama la atención porque, desgraciadamente, no es la forma normal de actuar: basta ver las muertes evitables en el Mediterráneo, el trato que reciben en las fronteras de Ceuta y Melilla quienes huyen de las guerras y el hambre en África. Por eso cabe preguntarse, ¿por qué solo se recibe con los brazos abiertos a las personas que huyen de Ucrania?, ¿por ser blancas y europeas?, ¿el color de la piel y el país de procedencia puede condicionar el derecho al asilo?, ¿no vale lo mismo una vida ucraniana que una española o una subsahariana?
Actualmente siguen existiendo muchas guerras y conflictos armados en el mundo. Algunas duran ya décadas, ante las cuales la UE sigue cerrando los ojos y mirando para otro lado para no molestar a la OTAN y a los EE.UU. porque están interviniendo directa o indirectamente en ellas: Palestina, Sáhara, Yemen, Kurdistán, Sahel, Libia, Congo, Eritrea-Somalia, etc. Indigna ver que hay personas refugiadas y muertas de primera y otras de segunda.
¡Basta de hipocresía! Basta de vendernos las bondades de la OTAN y el capitalismo para aumentar los gastos militares, el negocio de la guerra y sus beneficios a costa de nuestros presupuestos en servicios públicos que afectará, como siempre, a quienes menos tienen y más lo necesitan. Se habla de aumentar el presupuesto de defensa hasta el 2% del PIB, esto supondría un incremento del 136,9% en relación al año pasado. ¿Alguien, en su sano juicio, puede comprender este desvarío mientras once millones de personas en España viven en situación de pobreza? ¿Hay dinero para defensa y no lo hay para atender a quienes viven, secularmente, en el más absoluto abandono?
Si se cuestiona el envío de armamento a Ucrania, que producirá inevitablemente más muerte y destrucción, somos malos ciudadanos y malas personas. Se trata de hacer un análisis crítico de los conflictos bélicos y la respuesta que los diferentes Estados dan a estas guerras inhumanas. La respuesta humanitaria a las personas inocentes que sufren las consecuencias de las guerras no puede depender de los intereses geoestratégicos y políticos. El valor de la vida no puede ir en función de esos intereses, sino del escrupuloso respeto a la dignidad humana y a los derechos que de ella se derivan.
“Permiso de residencia de un año ampliable a tres, posibilidad de trabajar, acceso a la educación y la sanidad, ayuda social y apoyo económico son algunos de los derechos que tendrán los refugiados ucranianos que lleguen a España cuando se active la directiva europea de protección temporal”. Aplaudimos la medida. Pero también nos preguntamos y cuestionamos: ¿por qué sólo a ellos?
Defendemos el derecho a la vida, sea cual sea la procedencia y color de la piel, porque las consecuencias son las mismas para todas las personas que huyen de la guerra: el hambre, la falta de derechos, los conflictos de todo tipo, etc. Entendemos que la respuesta implementada para acoger a menores y familias ucranianas, de la que nos alegramos enormemente, debe ser igual que la que demos para todas las personas y que sirva de ejemplo para la atención e intervención en nuestras fronteras.
Sería necesario no olvidar que los menores son menores y no MENAS, que la acogida debe ser con abrazos abiertos y con empatía, no con pelotas de goma o a palos, que debemos recoger en el camino y no abandonar en mares y océanos a quienes buscan refugio, que la solicitud de asilo debe ser inmediata y que es contraria a los derechos humanos la política de devoluciones en caliente.
Los medios de comunicación se autocensuran y promueven el refuerzo militar. Hay un mensaje único en los medios, con el consiguiente recorte de derechos y libertades para quien discrepa: bloqueo de apariciones en televisión, de emisiones, de publicaciones y artículos, de cuentas de redes sociales, etc. La propaganda se abre paso a nuestro alrededor y con la propaganda y el lenguaje belicista no se puede valorar y encontrar soluciones inteligentes y pacíficas a conflictos. El derecho a la información, que se deriva del derecho a la libertad de expresión recogido en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), queda en suspenso y es vilipendiado. El pacifismo, que era un valor asentado para muchas personas, se criminaliza, se desprestigia como si fuera la ideología de cuatro personas irresponsables e insensatas.
Pero somos muchas personas, al igual que antes, quienes seguimos diciendo: no a la guerra, no a la OTAN, no a la invasión de Ucrania por el imperialismo de Putin. Somos muchas las personas que seguimos dando la bienvenida a todas las personas refugiadas, a todas.
Sobre este blog
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, constituida en 1990, es una asociación de carácter privado, sin ánimo de lucro, cuyo fundamento lo constituye la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la ONU en 1948. Aunque el ámbito de afiliación de la APDHA y su área directa de actuación sea el territorio andaluz, su actividad puede alcanzar ámbito universal porque los Derechos Humanos son patrimonio de toda la Humanidad.
0