¿Y para Corea del Norte? El presidente del comité de empresa de Navantia en San Fernando, Jesús Peralta, medio sonrió como diciendo: ¿y qué quieres que te diga? La pregunta fue a la salida de la sede del PSOE en Cádiz, donde se había anunciado la firma inminente a finales de febrero -aún no se ha firmado- de un contrato de construcción de cinco corbetas para Arabia Saudí. Peralta, representante de Comisiones Obreras, pidió literalmente a Podemos, su máximo dirigente, Pablo Iglesias, y sus alcaldes de la Bahía, que se callaran “por favor” para no obstaculizar la negociación con declaraciones molestas sobre la vulneración de los Derechos Humanos.
El sindicalista aseguró que el acuerdo ya estaba cocinado, a falta de un último encuentro de las dos monarquías, la parlamentaria de España y la dictatorial de Arabia Saudí. El alcalde de Cádiz, José María González, no tardó en sumarse a esa oportunidad de empleo en la Bahía, pero subrayó que habría que tomar nota de las violaciones de Derechos Humanos en futuros acuerdos. Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermón enviaron una carta abierta a Navantia y al presidente en funciones Mariano Rajoy en la que advirtieron de que la exportación de corbetas a la monarquía feudal saudí vulnera el derecho internacional del Tratado sobre Comercio de Armas.
Las declaraciones del sindicalista y las posteriores del alcalde se inscriben en una postura cien veces repetida en la provincia gaditana frente a la industria de la guerra, allende ideologías y derechos. Si genera empleo, con lo mal que estamos, no hay que discutirlo. Hasta el punto de que se reclama una voz única y sin fisuras en torno al monarca que paternalmente ayuda a cerrar contratos. La misma unanimidad que se fomenta en Rota y el resto de la Bahía de Cádiz sobre la ampliación de la base aeronaval y el despliegue del escudo antimisiles de Estados Unidos: 4 destructores y 1.200 marines nortamericanos.
Su pobre impacto económico apenas se ha notado en las rentas de propietarios de viviendas de alquiler, cuyos precios subieron en los alrededores del recinto militar, y en un repunte de la actividad para los taxis y los comercios de la zona. La guerra, el Ejército, el Ministerio de Defensa, son industrias tradicionales de la provincia. Los ingresos de miles de familias no se conciben sin la base de Rota y las instalaciones militares de San Fernando o Barbate, que paradójicamente han jugado un rol positivo en la protección del litoral. El Ministerio de Defensa frente al ladrillo y el turismo.
“Bienvenida la guerra y sus armas por el bien de la Bahía”
En ese dilema nos hablan de progresar en Cádiz, además de sectores más recientes como el aeronaútico, pero pasan las décadas y no es cierto. Navantia ha perdido mucho tiempo sin un plan de modernización que pueda competir con otros modelos, como el de Corea del Sur, donde los buenos salarios, la innovación tecnológica y la capacidad de producción no están reñidos. Y así, a la desesperada, es fácil legitimar el discurso del empleo a toda costa. Bienvenido Mr. Marshall o el islamismo radical de Arabia -wahabismo- sospechoso de colaboración con el horror yihadista. Bienvenida la guerra y sus armas por el bien de la Bahía. El sindicalista quiere que callemos. El alcalde al que etiquetan radical de izquierdas no quiere molestar.
En la factoría isleña ya hubo antes alguien que cambió el puesto de presidente del comité de empresa por el de jefe de recursos humanos. Ahora su sucesor, Jesús Peralta, pide una sola voz que no recuerde la brutal represión que Arabia Saudí ejerce sobre las mujeres, los homosexuales o la disidencia política y religiosa. También pide que no citemos el bombardeo de miles de víctimas civiles en Yemen. España ha incrementado un 55% el volumen de armas exportadas entre 2011 y 2015, según el último informe del Instituto Internacional de Investigación por la Paz de Estocolmo. En ese periodo se ha convertido en el tercer mayor exportador de armas a Arabia y Turquía.
Entre sus diversos frentes Turquía mantiene una guerra contra los kurdos, un pueblo sin Estado que resulta estratégico en el combate contra el Estado Islámico, cuyos fundamentos totalitarios beben del salafismo, a su vez inspirado en los rigores de la monarquía suní saudí. Arabia no es Corea del Norte pero se está armando hasta los dientes. Hoy en día es el segundo mayor importador de armamento del mundo, señor Peralta. Disculpe que no callemos.
¿Y para Corea del Norte? El presidente del comité de empresa de Navantia en San Fernando, Jesús Peralta, medio sonrió como diciendo: ¿y qué quieres que te diga? La pregunta fue a la salida de la sede del PSOE en Cádiz, donde se había anunciado la firma inminente a finales de febrero -aún no se ha firmado- de un contrato de construcción de cinco corbetas para Arabia Saudí. Peralta, representante de Comisiones Obreras, pidió literalmente a Podemos, su máximo dirigente, Pablo Iglesias, y sus alcaldes de la Bahía, que se callaran “por favor” para no obstaculizar la negociación con declaraciones molestas sobre la vulneración de los Derechos Humanos.
El sindicalista aseguró que el acuerdo ya estaba cocinado, a falta de un último encuentro de las dos monarquías, la parlamentaria de España y la dictatorial de Arabia Saudí. El alcalde de Cádiz, José María González, no tardó en sumarse a esa oportunidad de empleo en la Bahía, pero subrayó que habría que tomar nota de las violaciones de Derechos Humanos en futuros acuerdos. Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermón enviaron una carta abierta a Navantia y al presidente en funciones Mariano Rajoy en la que advirtieron de que la exportación de corbetas a la monarquía feudal saudí vulnera el derecho internacional del Tratado sobre Comercio de Armas.